Kaká sobresale en su regreso con Brasil ante la débil Irak
Malmoe, EFE
Kaká tenía mucho que perder y muy poco que ganar en el amistoso de la canarinha en tierras suecas. En Brasil sigue siendo un ídolo -incluso para Neymar-, pero en España sus escasas actuaciones son miradas con lupa, a pesar de su celebrada mejoría. El rival, Irak, era el sparring perfecto para que el futbolista del Real Madrid se luciera, y no desaprovechó la ocasión en su regreso a la selección tras más de dos años ausente (2 de julio de 2010). Anotó y dio un pase de gol.
El ambiente era especialmente festivo para la nutrida comunidad iraquí en Malmoe, la más numerosa en la ciudad sueca (unos 10.000 habitantes), y Brasil utilizó este escenario para comprobar cómo conjugan en el equipo jóvenes estrellas como Neymar y Oscar con Kaká, que en la primera mitad dispuso de tres ocasiones claras de gol, la primera de ellas en el minuto seis, cuando remató de cabeza un buen centro de Marcelo.
La famélica Irak dirigida por Zico, el diez emblemático de la canarinha en los años setenta y ochenta, era incapaz de dar más de tres pases seguidos, y parecía esperar con resignación que llegara el aluvión. El primer tanto llegó en el minuto 21, tras una buena acción individual de Neymar, que encontró una autopista libre en el centro del campo y vio libre de marca a Oscar, que remató a placer en el uno contra uno ante Noor Sabri, el meta de Irak. Por cierto que Kaká se movió con inteligencia en la jugada del gol, escorándose en la banda izquierda para facilitar los espacios en el centro.
Apenas hubo que esperar cinco minutos para ver a Oscar anotar el segundo tanto. Fue después de un contraataque bien conducido por Neymar y ejecutado por Kaká, que se introdujo dentro del área con una facilidad pasmosa y cedió al joven futbolista del Chelsea para rematar a placer.
La selección de Irak, enfangada en el Grupo B de Asia de la fase de clasificación para el Mundial -es penúltima, sólo por encima de Omán-, pudo recibir ya en la primera mitad un severo varapalo de no ser por su guardameta, Noor Sabri. El portero iraquí desbarató varias ocasiones, incluidas dos más de Kaká antes del descanso. Un gran remate de cabeza de Paulinho al larguero puso fin a la primera parte.
Los segundos 45 minutos sirvieron para que Mano Menezes certificara que Kaká, Neymar y Oscar pueden formar una sociedad ofensiva interesante en la que se mezclan veteranía y juventud. Brasil no dio respiro a Irak, y Adriano, que jugó un buen partido en su posición natural de lateral derecho, asistió a Oscar, que remató de cabeza pero encontró de nuevo a Sabri.
Kaká, al que todos sus compañeros buscaron sin descanso durante todo el partido, se sumó finalmente a la fiesta. A los dos minutos de comenzar la segunda parte, el brasileño rememoró su mejor versión en una mezcla de fuerza y técnica: dejó atrás a su par con una bicicleta y anotó el 3-0 de fuerte disparo con la zurda por el palo corto del portero.
Con Irak cada vez más entregada, la llegada de más goles dependía únicamente de las ganas que los brasileños tuvieran de marcarlos. Esta noche la canarinha tenía apetito, y el resto de atacantes regalaron sus goles a los iraquíes presentes en el estadio Swedbank. Hulk marcó el cuarto en una jugada de pavorosa debilidad defensiva de los asiáticos (minuto 55), y Neymar hizo el quinto tras un genial disparo desde el costado izquierdo (minuto 75). El delantero fue uno de los mejores del partido, y estuvo presente en casi todas las jugadas de ataque de Brasil, incluida la del sexto gol, obra de Lucas Moura, que había sustituido a Kaká. Ahí paró Brasil.
Se cumplió el guión establecido en el regreso de Kaká a la selección brasileña. El jugador del Real Madrid jugó 71 minutos, anotó un gol y dio una asistencia, además de estar muy activo en la parcela ofensiva. Queda claro que para partidos amistosos como éste - o el de Millonarios-, está recuperado.