España hace el petate en Afganistán

Defensa ha empezado a repatriar material que ya no es necesario. Medio centenar de vehículos regresan a España por avión y barco con escala en el golfo Pérsico

MIGUEL GONZÁLEZ
QALA-I-NAW, El País
Defensa ha comenzado ya la retirada de Afganistán, y lo ha hecho repatriando el material menos necesario para el desempeño de la misión. Hasta medio centenar de vehículos —todoterrenos Aníbal, que no están blindados y, por tanto, no pueden circular fuera de las bases, debido al peligro de ataques con artefactos explosivos improvisados (IDE), o transportes oruga de montaña (TOM)— y contenedores de material han emprendido el viaje de vuelta. Lo primero ha sido concentrarlos en la base de Herat. El plan es llevarlos desde allí, en aviones de transporte, a Emiratos Árabes Unidos (EAU); y seguir luego por barco hasta España. El Gobierno español firmó recientemente un acuerdo con Emiratos para utilizar a este pequeño Estado del golfo Pérsico como escala en la operación de repliegue.


La combinación de una ruta aérea y otra marítima ha resultado ser la más viable. Hay otras más cortas y baratas, pero presentan inconvenientes: el tránsito ferroviario por Turkmenistán se ha descartado porque este país no permite el paso de material militar; y el hecho de que no esté concluida la Ring Road, la carretera de circunvalación de Afganistán, precisamente en la provincia de Badghis, donde están las tropas españolas, obligaría a rodear todo el país para salir por el norte. La vía de Pakistán, hasta el puerto de Karachi, la preferida por muchos socios de la OTAN, está expuesta a posibles ataques de los talibanes y al pago de peajes a los paquistaníes.

La retirada de Afganistán será un reto logístico sin precedentes para el Ejército español, que tiene todavía en la zona unos 250 vehículos (entre ellos, los blindados RG-31 y LMNV Lince, especialmente diseñados para soportar la explosión de minas), así como material suficiente para llenar al menos 800 contenedores. Comisiones de expertos en logística han realizado ya varias inspecciones sobre el terreno para inventariar el material que hay que repatriar y el que será destruido o entregado a las autoridades afganas, porque no compensa el coste de repatriarlo. Se trata de un esfuerzo ímprobo, ya que España lleva diez años en Afganistán y durante este tiempo no ha dejado de acumular material.

La retirada de las tropas españolas coincidirá con el fin de la misión de la ISAF (Fuerza de Asistencia para la Seguridad de Afganistán) y la salida de sus más de 100.000 efectivos, antes de diciembre de 2014. Se estima que habrá que transportar hasta medio millón de contenedores, lo que puede colapsar las líneas de comunicación y alentar el encarecimiento de los fletes. De ahí que el Ejército haya querido adelantarse sacando de zona todo el material que ya no es imprescindible. Aunque no hay un cálculo definitivo, se estima que la retirada podría costar unos 60 millones de euros. En cualquier caso, Defensa espera gastar el próximo año en Afganistán lo mismo que este (unos 450 millones), pese al recorte de efectivos.

La reducción del personal comenzará con el relevo de la Brigada Paracaidista por la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), que se inicia este fin de semana y se prolongará hasta la segunda quincena de noviembre. La nueva agrupación tendrá un 10% menos de efectivos que la actual (con un máximo de 1.521). El recorte se ha obtenido eliminando una sección de reconocimiento y reduciendo los equipos de instructores del Ejército afgano, entre otros ajustes. La Brilat se encargará de desmontar los dos puestos avanzados de combate (Ludina y Moqur), entre enero y abril de 2013, pero será a la Agrupación Canarias a la que tocará ejecutar el grueso del repliegue (más del 50%) a partir de mayo próximo.

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