El Gobierno portugués planea despedir a la mitad de los interinos
Unas 50.000 personas contratadas por el Estado perderán sus empleos a lo largo de 2013
Antonio Jiménez Barca
Lisboa, El País
El Gobierno portugués planea despedir, a lo largo del año que viene, a la mitad de todos los interinos contratados por el Estado. Según varios periódicos portugueses, la cifra asciende a cerca de 50.000 personas. Pero Luis Montenegro, portavoz parlamentario del conservador Partido Social Demócrata (PSD), formación del primer ministro Pedro Passos Coelho, “estos números no se corresponden a ningún cálculo real”. De cualquier manera, Montenegro no fue muy claro después y se limitó a añadir: “La cifra será inferior a lo que ha sido avanzado”.
De lo que no hay duda es del texto-propuesta que el Gobierno ha remitido ya a los sindicatos, perteneciente a una de las clausulas para el presupuesto del año que viene, el más restrictivo de la historia moderna de Portugal. “Antes del 31 de diciembre de 2013 los servicios y organismos de las administraciones del Estado, autonómicas y municipales reducirán, como mínimo en un 50%, el número de interinos”. Sólo la Administración central empleaba, según el diario Público, cerca de 85.000 interinos, incluidos los trabajadores de los hospitales y del Ministerio de Defensa.
La medida se incluye, pues, dentro de la línea de más austeridad seguida por el Gobierno de Passos Coelho, que, debido a la presión social, retiró hace unas semanas la polémica bajada general de sueldos a todos los asalariados pero que, en contrapartida, prometió más recortes a fin de cumplir con el déficit acordado con la troika. Así, el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, la semana pasada, anunció una enorme (según sus propias palabras) subida de impuestos a la vez que prometía menos gasto por ministerio.
El secretario general de una de las dos principales centrales sindicales portuguesas, la CGTP, Arménio Carlos, simplemente, calificó la propuesta como el “mayor despido colectivo del que se tiene noticia”. Esta central sindical ha convocado una huelga general para el próximo 14 de noviembre a fin de protestar contra la política de ajustes del Gobierno portugués.
El despido de todos estas decenas de miles de trabajadores incidirá, sin duda, en el galopante paro portugués, que ya roza el 16% y que llegará, a lo largo de 2013, al 16,4%, según datos del Instituto Nacional de Estadística portugués. Las previsiones económicas no permiten tampoco mirar con optimismo el futuro cada vez más oscuro del país. Este año la recesión alcanza el 3% y, para el año que viene, en contra de un crecimiento del 0,3% previsto hace meses por el FMI, la economía, según las revisiones de este mismo organismo, reculará un 1% como mínimo.
Otra medida que acarreará el nuevo presupuesto es la subida de la edad de jubilación para los funcionarios, que pasará de los 63 a los 65 años a partir de 2013.
La buena noticia es la devolución de una de las dos pagas extras retiradas por el Gobierno hace un año para todos los empleados públicos que cobran más de 1.100 euros. El Tribunal Constitucional, en julio, declaró ilegal la retirada de estas dos pagas y el Gobierno se vio obligado a repensársela. Ahora bien: esta paga extra recuperada no se les devolverá a los empleados públicos de una sóla vez, según adelanta el diario Público , sino prorrateada en doce meses.
Antonio Jiménez Barca
Lisboa, El País
El Gobierno portugués planea despedir, a lo largo del año que viene, a la mitad de todos los interinos contratados por el Estado. Según varios periódicos portugueses, la cifra asciende a cerca de 50.000 personas. Pero Luis Montenegro, portavoz parlamentario del conservador Partido Social Demócrata (PSD), formación del primer ministro Pedro Passos Coelho, “estos números no se corresponden a ningún cálculo real”. De cualquier manera, Montenegro no fue muy claro después y se limitó a añadir: “La cifra será inferior a lo que ha sido avanzado”.
De lo que no hay duda es del texto-propuesta que el Gobierno ha remitido ya a los sindicatos, perteneciente a una de las clausulas para el presupuesto del año que viene, el más restrictivo de la historia moderna de Portugal. “Antes del 31 de diciembre de 2013 los servicios y organismos de las administraciones del Estado, autonómicas y municipales reducirán, como mínimo en un 50%, el número de interinos”. Sólo la Administración central empleaba, según el diario Público, cerca de 85.000 interinos, incluidos los trabajadores de los hospitales y del Ministerio de Defensa.
La medida se incluye, pues, dentro de la línea de más austeridad seguida por el Gobierno de Passos Coelho, que, debido a la presión social, retiró hace unas semanas la polémica bajada general de sueldos a todos los asalariados pero que, en contrapartida, prometió más recortes a fin de cumplir con el déficit acordado con la troika. Así, el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, la semana pasada, anunció una enorme (según sus propias palabras) subida de impuestos a la vez que prometía menos gasto por ministerio.
El secretario general de una de las dos principales centrales sindicales portuguesas, la CGTP, Arménio Carlos, simplemente, calificó la propuesta como el “mayor despido colectivo del que se tiene noticia”. Esta central sindical ha convocado una huelga general para el próximo 14 de noviembre a fin de protestar contra la política de ajustes del Gobierno portugués.
El despido de todos estas decenas de miles de trabajadores incidirá, sin duda, en el galopante paro portugués, que ya roza el 16% y que llegará, a lo largo de 2013, al 16,4%, según datos del Instituto Nacional de Estadística portugués. Las previsiones económicas no permiten tampoco mirar con optimismo el futuro cada vez más oscuro del país. Este año la recesión alcanza el 3% y, para el año que viene, en contra de un crecimiento del 0,3% previsto hace meses por el FMI, la economía, según las revisiones de este mismo organismo, reculará un 1% como mínimo.
Otra medida que acarreará el nuevo presupuesto es la subida de la edad de jubilación para los funcionarios, que pasará de los 63 a los 65 años a partir de 2013.
La buena noticia es la devolución de una de las dos pagas extras retiradas por el Gobierno hace un año para todos los empleados públicos que cobran más de 1.100 euros. El Tribunal Constitucional, en julio, declaró ilegal la retirada de estas dos pagas y el Gobierno se vio obligado a repensársela. Ahora bien: esta paga extra recuperada no se les devolverá a los empleados públicos de una sóla vez, según adelanta el diario Público , sino prorrateada en doce meses.