El exmayordomo del Papa cumplirá su condena en la Gendarmería Vaticana

Roma, EP
El exmayordomo del Papa Paolo Gabriele podría cumplir su condena de reclusión por un delito de "robo con agravantes" en la celda de la Gendarmería Vaticana, según ha confirmado el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, tras publicarse la sentencia del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano sobre el proceso penal contra Gabriele, que subraya la existencia de "contradicciones en las declaraciones del imputado".


El fallo de la condena a Paolo Gabriele es de 18 meses de reclusión, pero estos comienzan a contar desde que fue recluido el pasado mes de mayo y no desde que se dicta la sentencia, con lo que le quedaría poco más de un año por cumplir.

El pasado 6 de octubre el Tribunal condenó a Gabriele a la pena de tres años de reclusión, pero se rebajó la pena a un año y seis meses porque se ha tenido en cuenta la ausencia de antecedentes penales, los resultados del estado de servicio en época antecedente a los hechos en cuestión, la convicción subjetiva --si bien errónea- indicada por el imputado como motivo de su conducta, además de su declaración sobre el haber tomado conciencia de que había traicionado la confianza del Papa.

Además de la reclusión, el tribunal le ha condenado con el pago de los gastos procesales, que según ha indicado el padre Federico Lombardi ascienden a alrededor de 1.000 euros.

SUSTRACCIÓN DE DOUMENTOS

El tribunal ha emitido la condena a Gabriele por el delito de "sustracción de documentos, sobre todo de textos originales", mientras que, según ha explicado Lombardi, "no se han considerado relevantes otros objetos como una pepita de oro, un cheque a nombre del Santo Padre o una edición renacentista de 'La Eneida', ya que existen contradicciones en la modalidad del registro durante el cual se encontraron, y no resulta la culpabilidad probada de Gabriele".

La sentencia también señala que, pese a que Paolo Gabriele ha hablado de "sugestión" por parte de terceras personas en su declaración haciendo referencia a "influencia del ambiente en su actuación", no existen pruebas de que el exmayordomo haya actuado con ayuda de cómplices.

En esta línea, la sentencia indica que el término "sugestión" de Gabriele por parte de terceras personas puede ser "interpretado también como complicidad o influencia". Sin embargo, "el imputado ha afirmado que la palabra no significaba colaboración de otras personas, sino influjo de un ambiente que le había llevado a la convicción subjetiva de actuar por el bien del Santo Padre y de la Iglesia".

Por cuanto se refiere a la cuestión de los agravantes y atenuantes, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano ha puntualizado que "a los primeros corresponde el robo con abuso de confianza y la difusión de documentos reservados; a los segundos, la ausencia de precedentes penales y la convicción moral de Gabriele".

Acerca de la imputabilidad del acusado, ha precisado que "se ha excluido, mediante pericia psiquiátrica, cualquier grave defecto psíquico que impidiese que fuera consciente de la responsabilidad de los hechos". Asimismo, el Tribunal "se ha preocupado por definir los términos jurídicos del delito de robo, es decir, la sustracción de un objeto y su posesión, sin el consenso de su propietario, con el fin de obtener beneficio".

Por lo tanto, "se trata de robo y no de apropiación indebida", pero se ha especificado que "el beneficio que Gabriele quería obtener no era de naturaleza económica sino intelectual y moral".

INHABILITACIÓN TEMPORAL

Sobre la condena, el padre Lombardi, ha recordado que "el Tribunal se ha basado en las penas previstas para este delito en el Código Penal. Así, el Promotor de Justicia había pedido para Gabriele la inhabilitación definitiva para desempeñar cargos públicos, pero, ya que la condena final es de un año y seis meses, el Código Penal no prevé esa medida. De ahí que dicha inhabilitación sea temporal. Asimismo, se ha decidido, siempre por la gravedad del delito, no aplicar la suspensión condicional de la pena.

El director de la Oficina de Prensa ha confirmado que Paolo Gabriele sigue en arresto domiciliario, ya que hasta la publicación de la sentencia, el Promotor de Justicia, ante el Tribunal de la Ciudad del Vaticano, Giovanni Giacobbe, no podía recurrir en apelación. "Si no lo hiciera, dentro del término establecido, la sentencia sería ejecutiva y el imputado tendría que cumplir la pena en la prisión del Vaticano, ya que no hay una convención con el Estado italiano en esta materia", ha indicado Lombardi.

La sentencia subraya que Paolo Gabriele comenzó ha recopilar documentos a raíz del caso del actual nuncio en EE.UU, monseñor Viganò y que, según su propio testimonio, hizo dos copias de cada documento, aunque se encontraron documentos originales y más copias en su apartamento.

Además, Lombardi ha precisado que Paolo Gabriele tiene algunos días para presentar apelación y también ha reiterado que "es posible que el Papa conceda la gracia, aunque se desconoce todavía su decisión.

JUICIO DE CLAUDIO SCIARPELLETTI

Por otro lado, el portavoz vaticano ha anunciado que el juicio contra el informático también implicado en el caso, Claudio Sciarpelletti, comenzará el próximo 5 de noviembre.

Así, el presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Dalla Torre, ha emitido el decreto que fija para el próximo 5 de noviembre, a las 9.00, "la audiencia del proceso a Claudio Sciarpelletti, imputado por complicidad".

Sciarpelletti fue imputado el pasado 13 de agosto con sentencia del juez instructor, pero cuyo proceso se separó del relativo a Paolo Gabriele con la ordenanza pronunciada durante la audiencia de debate del 29 de septiembre de 2012.

La audiencia tendrá lugar en el aula de las audiencias del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano y el colegio de jueces estará compuesto por los mismos miembros que el de Gabriele, el presidente, Giuseppe Dalla Torre, y los jueces Paolo Papanti-Pelletier y Venerando Marano. Se prevé que en la lista de personas a testificar estará el mismo exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele.

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