Cuando Ursula Andress salió del mar con sus curvas resplandecientes y una daga atada a su bikini en la película “El satánico Dr. No” de 1962 convirtió a la chica Bond en un ícono instantáneo.
Siempre glamorosas y sofisticadas, aunque susceptibles a los coqueteos del agente 007, las chicas Bond se han convertido en algo tan atractivo como el agente, y no sólo por cómo se ven en traje de baño.
“Al principio las chicas Bond eran parte de la estética de la serie. Tenían papeles más pasajeros”, dijo Karen Tongson, profesora de inglés y estudios de género en la Universidad del Sur de California. “Especialmente en los últimos 15 o 20 años, ha habido un cambio marcado y se involucran más en la acción de la historia y también en las motivaciones de Bond, en especial en el Bond de Daniel Craig”.
El mayor cambio en el papel de las mujeres en la historia de Bond, dice Tongson, es que la jefa del agente es M, una mujer.
“El hecho de que Bond responda a un poder superior, que es esa mujer digna interpretada por Judi Dench, sugiere que la relación que tiene con esas otras figuras (femeninas) no es solo de sexo casual sino algo mucho más complejo“, dijo.
El tipo de mujer que califica como chica Bond también ha cambiado a lo largo de los años. Las rubias de ojos azules y bustos grandes han dado paso a damas más diversas, incluyendo a Michelle Yeoh (“El mañana nunca muere”) y Halle Berry (“Otro día para morir”). Las chicas Bond modernas también se resisten más al seductor agente.
“Reflejan algunos de los cambios en la perspectiva posfeminista: son mujeres que usan su presentación y sus artimañas para engañar a Bond“, dijo Tongson.
Lo único que no ha cambiado es que, sin importar el papel que tienen las chicas Bond, deben ser indiscutiblemente hermosas como lo muestran sus fotos.
