Ataques aéreos contra zona clave en el norte de Siria, Brahimi en El Cairo

DAMASCO, AFP
El régimen de Bashar al Asad lanzó este martes violentos ataques aéreos con el objetivo de recuperar el control de una región clave para el envío de refuerzos militares hacia el norte de Siria, un país devastado por más de un año y medio de conflicto.
Por otra parte, el llamado lanzado la víspera por el mediador internacional Lakhdar Brahimi para que se instaurase una tregua en los combates con motivo de la fiesta musulmana de la Aid Al Adha a fines de octubre no había tenido respuesta ni del gobierno sirio ni de la rebelión.

Brahimi se encuentra en El Cairo, la quinta etapa de su nueva gira regional destinada a tratar de encontrar una salida a la guerra provocada por la represión brutal de una contestación popular en marzo de 2011 y que 19 meses después ha dejado unos 33.000 muertos, según una ONG siria.

Desde hace 48 horas, las fuerzas armadas del régimen lanzaron un contraataque para recuperar posiciones clave, sobre todo en la ciudad de Maaret al Nooman, situada en la autopista entre Damasco y Alepo.

Los refuerzos militares enviados hacia la ciudad del norte deben pasar necesariamente por esa vía, pues las regiones rurales circundantes están bajo control de la rebelión.

Al tomar el control de Maaret al Nooman, en la provincia de Idlib, el 9 de octubre, los rebeldes cortaron esta ruta internacional y desde entonces pueden atacar sistemáticamente a todos los refuerzos que circulan por ella, declaró a la AFP el presidente del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

'El ejército del régimen trata de concentrar sus fuerzas para recuperar Maaret al Nooman, pero no consigue enviar refuerzos', afirmó Rahman.

Más al norte, en la región de Alepo, donde desde hace tres meses se libra una batalla crucial, había violentos combates en varios barrios.

Más al sur, en Homs (centro), los barrios de Jaldiye y Talbisse eran bombardeados.

En la provincia de Damasco, las fuerzas del régimen bombardeaban la ciudad de Duma y el barrio insurgente de Jobar, en el este de la capital.

Estas violencias se producen un día después de una nueva jornada sangrienta en toda Siria en la que murieron 151 personas -78 civiles, 46 soldados y 27 rebeldes-, según el OSDH, una organización no gubernamental con sede en Londres que cuenta con una amplia red de informantes en Siria.

El conflicto no ha dejado indemne al patrimonio histórico. La Gran Mezquita de los Omeyas y el Soco antiguo de Alepo han sufrido importantes daños debido a los combates.

Frente al bloqueo de los esfuerzos internacionales y a la escalada de los combates, Brahimi llamó a un cese del fuego simbólico con motivo de la celebración de al Adha, la gran fiesta musulmana celebrada este año del 26 al 28 de octubre, destacando la 'urgencia de poner fin al derramamiento de sangre'.

Pero ninguno de los beligerantes respondió al llamado.

Brahimi debe permanecer varios días en El Cairo, donde se reunirá entre otros con el jefe de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.

El 10 de octubre, las autoridades de Damasco había rechazado un llamado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a decretar un cese del fuego unilateral.

El conflicto en Siria ha generado una crisis con la vecina Turquía -que apoya a la rebelión y ha recibido a más de 100.000 refugiados sirios- desde la muerte el 3 de octubre de cinco civiles turcos por un obús sirio cerca de la frontera.

Después de que Turquía interceptó la semana pasada un avión de línea sirio que viajaba entre Moscú y Damasco y que transportaba material militar, según Ankara, Estados Unidos pidió a los países vecinos de Siria que vigilaran su espacio aéreo.

La subsecretaria de Estado interino para el control de armamentos y de la seguridad internacional, Rose Gottemoeller, debía reunirse este martes con responsables turcos, en particular del sector de la Defensa.

'Proseguimos nuestras consultas con nuestros aliados sobre diversos temas, incluyendo a la situación en Siria', dijo a la AFP T. J. Grubisha, portavoz de la embajada estadounidense en Ankara.

Además de la crisis siria, el desarme y la no proliferación en la región estarán en la agenda de las entrevistas, agregó.

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