¿Y si al final no hay petición de rescate?
Hay algún país que sostiene que no es necesario solicitar la ayuda
CLAUDI PÉREZ
Nicosia, El País
Francia e Italia encabezan el grupo de países que pretenden que España pida el rescate de inmediato para aprovechar el viento a favor en los mercados, con el indisimulado objetivo de que Madrid se convierta en un parteaguas en la crisis de la deuda. Alemania viaja en el vagón de los indecisos: su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, es partidario de que Madrid no se retrase, pero los medios alemanes aseguran que la canciller Angela Merkel prefiere ganar algo de tiempo para no verse obligada a pasar, una vez más, por el Bundestag (el Parlamento). Pero la prueba de que está en juego una negociación sin concesiones es que hay incluso algún país que sostiene que no es necesario solicitar la ayuda; según esa versión, muy peligrosa tras la constatación de que la crisis de deuda va y viene a oleadas, la crisis del euro empieza a vislumbrar el final del túnel y eso hace innecesario reabrir la chequera.
Esa posibilidad apareció ayer en Nicosia: “La reestructuración bancaria está en camino, el BCE ha conseguido rebajar las primas de riesgo con rapidez; tal vez lo mejor sea esperar y ver, y descartar el rescate si no sucede ningún accidente”, indicó una fuente presente en el Eurogrupo. Incluso el Gobierno español enarbola esa posibilidad para evitar, por un lado, el coste político de un rescate, y por otro un calendario de condiciones (y alguna medida adicional) que pueda resultar muy exigente para una economía que va camino de una recesión profunda y duradera.
El Ejecutivo, fiel al carácter de su presidente, baraja varias hipótesis: la más probable es ese segundo rescate en las condiciones más favorables, pero no se descarta que al final esa petición no se produzca. Si la cifra definitiva del rescate a la banca deja algo de margen —se habla de unos 60.000 millones de un máximo de 100.000— y no hay sorpresas, España podría usar el dinero sobrante para avalar deuda en el mercado primario (es decir, en las emisiones del Tesoro), según las condiciones del memorando aprobado con el rescate a la banca. En ese caso no habría condiciones adicionales. La duda es si el BCE accedería entonces a disparar en el mercado de deuda de segunda mano. “Esa es una posibilidad entre otras”, admitieron ayer fuentes del Ejecutivo.
CLAUDI PÉREZ
Nicosia, El País
Francia e Italia encabezan el grupo de países que pretenden que España pida el rescate de inmediato para aprovechar el viento a favor en los mercados, con el indisimulado objetivo de que Madrid se convierta en un parteaguas en la crisis de la deuda. Alemania viaja en el vagón de los indecisos: su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, es partidario de que Madrid no se retrase, pero los medios alemanes aseguran que la canciller Angela Merkel prefiere ganar algo de tiempo para no verse obligada a pasar, una vez más, por el Bundestag (el Parlamento). Pero la prueba de que está en juego una negociación sin concesiones es que hay incluso algún país que sostiene que no es necesario solicitar la ayuda; según esa versión, muy peligrosa tras la constatación de que la crisis de deuda va y viene a oleadas, la crisis del euro empieza a vislumbrar el final del túnel y eso hace innecesario reabrir la chequera.
Esa posibilidad apareció ayer en Nicosia: “La reestructuración bancaria está en camino, el BCE ha conseguido rebajar las primas de riesgo con rapidez; tal vez lo mejor sea esperar y ver, y descartar el rescate si no sucede ningún accidente”, indicó una fuente presente en el Eurogrupo. Incluso el Gobierno español enarbola esa posibilidad para evitar, por un lado, el coste político de un rescate, y por otro un calendario de condiciones (y alguna medida adicional) que pueda resultar muy exigente para una economía que va camino de una recesión profunda y duradera.
El Ejecutivo, fiel al carácter de su presidente, baraja varias hipótesis: la más probable es ese segundo rescate en las condiciones más favorables, pero no se descarta que al final esa petición no se produzca. Si la cifra definitiva del rescate a la banca deja algo de margen —se habla de unos 60.000 millones de un máximo de 100.000— y no hay sorpresas, España podría usar el dinero sobrante para avalar deuda en el mercado primario (es decir, en las emisiones del Tesoro), según las condiciones del memorando aprobado con el rescate a la banca. En ese caso no habría condiciones adicionales. La duda es si el BCE accedería entonces a disparar en el mercado de deuda de segunda mano. “Esa es una posibilidad entre otras”, admitieron ayer fuentes del Ejecutivo.