Uribe: "Este diálogo empieza con un Estado debilitado"
BBC Mundo
Cuando el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que se realizarán diálogos formales entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, una voz importante se levantó en señal de reprobación: la de Álvaro Uribe Vélez, el antecesor y exaliado de Santos.
Desde su cuenta en Twitter, en los medios de comunicación y a través de sus asesores, Uribe se ha convertido en la figura de oposición más importante a los diálogos que comenzarán en octubre en Noruega y que él calificó como una "bofetada a la democracia".
El rechazo de Uribe es relevante no sólo por su condición de exmandatario sino sobre todo porque su propio gobierno (entre 2002 y 2010) estuvo basado en la promesa de la victoria militar contra la guerrilla. Promesa de la que Santos fue clave por ser ministro de Defensa.
BBC Mundo contactó al expresidente para conocer de primera mano a qué se debe su rechazo.
¿Por qué se opone a los diálogos de paz?
En el gobierno que yo presidí, Colombia iba ganando la paz. La primera dificultad que yo veo es que este diálogo empieza con la seguridad debilitada, un Estado debilitado y un terrorismo recrudecido.
La segunda dificultad es que el gobierno no le exigió al grupo terrorista de las FARC un cese de actividades criminales como condición para avanzar en el diálogo.
La tercera dificultad es la voluntad del gobierno de negociar temas de país con un grupo terrorista.
¿Entonces qué se debería estar haciendo ahora?
Nosotros veníamos trabajando la seguridad con valores democráticos, acompañada de la inversión y de la política social. No habíamos resuelto los problemas del país pero veníamos por buen camino.
Lo nuestro era la seguridad, con autoridad seria, al mismo tiempo una reinserción generosa pero sin impunidad.
Se reinsertaron 53.000 personas en ese gobierno, 35.000 paramilitares y 18.000 guerrilleros, y hubo una política social eficaz que evitaba que los jóvenes fueran reclutados por el terrorismo.
Ese era un camino bueno para el país, el país iba avanzando.
Este martes, el expresidente Andrés Pastrana le dijo a BBC Mundo que "el único colombiano que nunca le ha dado la oportunidad a la paz a Colombia se llama Álvaro Uribe". ¿Cuál es su reacción?
Amigo, eso no. Si tiene una pregunta diferente, con mucho gusto.
Santos dijo que la hoja de ruta se origina en unos canales establecidos por el gobierno anterior. ¿Es esta una continuación de lo que usted hizo como presidente?
No, no es exacto. Al presidente Santos se le eligió en nombre de nuestra política, por eso ganó las elecciones, y él la ha abandonado.
Usted criticó que Venezuela sea acompañante del proceso y dijo que el diálogo favorece la reelección del presidente Hugo Chávez. ¿En qué se basa para afirmar esto?
Colombia tiene centenares de pruebas de la complicidad de Hugo Chávez con los grupos terroristas de Colombia.
Es una tristeza que el presidente Santos, que fue el latinoamericano más radical contra la dictadura de Chávez, ahora diga que Chávez es el factor de estabilidad de Venezuela y de la región.
Y que ahora pongan al gobierno de Chávez, que es el cómplice de las FARC, a ser el mediador. Eso le ayuda electoralmente porque ahora se va a lavar la cara. Va a decir 'yo no soy el cómplice de las FARC, yo soy el mediador de un problema de Colombia'.
Usted se opone a la eventual participación política de los guerrilleros. Pero tanto en Colombia como en otros países de la región hay políticos que antes dejaron las armas. ¿Por qué no puede pasar lo mismo con las FARC?
En otros países latinoamericanos hubo procesos de paz con estas características. Las guerrillas aceptaron la paz porque estaban militarmente agotadas. Acá hace dos años las teníamos al borde de la derrota, pero en estos dos años el gobierno de Santos ha permitido el recrudecimiento del terrorismo.
En otros países las guerrillas aceptaron la paz porque no les llegaba ya dinero de otros países. En Colombia estos grupos son narcotraficantes.
En otros países las guerrillas aceptaron la paz porque los gobiernos dictatoriales concedieron oportunidades democráticas. En Colombia tenemos una democracia respetable.
Si en un proceso de desmovilización hay personas que solo están acusadas de delitos políticos, pues que las elijan y que participen en política. Pero no creo que sea sano para la democracia que un guerrillero o paramilitar, que ha estado en el narcotráfico, en la extorsión o en el secuestro, reciba como premio la posibilidad de la elegibilidad política.
En su reciente alocución, el presidente dice que no se dejará "amedrentar por los saboteadores" que suelen aparecer en estos momentos. ¿A quién cree usted que se refería Santos?
Amigo, muchas gracias. Ya le dije lo fundamental.
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