Rebeldes sirios determinados a derrocar el régimen de Al Asad
Damasco, AFP
Los rebeldes sirios reafirmaron su voluntad de derrocar el régimen del presidente Bashar al Asad, y se mostraron pesimistas respecto a la reciente misión del mediador internacional, Lakhdar Brahimi, que este lunes debe presentar un informe ante la Liga Árabe.
Al cabo de una misión de cuatro días en Damasco que consideró "extremadamente difícil", el mediador rendirá cuentas este lunes ante el organismo panárabe de sus entrevistas con el presidente Asad y los líderes de la rebelión.
El diplomático argelino participará también en El Cairo en la primera reunión del "Grupo de contacto" cuatripartito sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudita).
De momento, los insurgentes dijeron que la misión de Brahimi estaba condenada al fracaso dada la violencia incesante y el bloqueo en el Consejo de Seguridad de la ONU, dividido e incapaz de adaptar una resolución contra el régimen de Damasco.
Ante el aumento en "número, ritmo e intensidad" de los abusos en Siria, el presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre ese país, Sergio Paulo Pinheiro, recomendó que el Consejo de Seguridad de la ONU tome "medidas apropiadas".
En un informe presentado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el experto brasileño destacó "la gravedad de las violaciones, abusos y crímenes perpetrados por las fuerzas gubernamentales y los (milicianos) Shabiha, y por grupos antigubernamentales".
Francia consideró que este informe es "abrumador" para el régimen y "reúne suficientes elementos para establecer que el régimen sirio o sus milicias han cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra a gran escala".
Según expertos de la ONU, se ha establecido ya una lista confidencial de responsables, lo que sería la primera etapa antes de la apertura de eventuales procesos internacionales.
En el terreno, la espiral de violencia continuaba. En el centro de Alepo las tropas gubernamentales controlaban el barrio estratégico de Midán, escenario de cruentos combates durante una semana, constató un corresponsal de la AFP.
El ejército aconsejaba sin embargo a los habitantes que evitaran una parte del barrio en donde podría haber francotiradores. El corresponsal de la AFP en el lugar vio una decenas de cuerpos de rebeldes que yacían en el suelo cerca de esta zona.
El periódico Al Watan, cercano al poder, anunció que Midán fue "purificado", precisando que la mayoría de hombres armados que combatían allí eran "salafistas árabes y extranjeros". "Purificar Midán abrirá la puerta a la limpieza" de otros barrios rebeldes, según el periódico.
Este lunes murieron al menos 64 personas -36 civiles, 15 soldados, 13 rebeldes- según un balance provisorio del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
A pesar de que el conflicto destruyera o dañara más de 2.000 escuelas según UNICEF, el reinicio de clases tuvo lugar el domingo.
En la ciudad de Azaz, desfigurada por los ataques de la aviación, los opositores improvisaron escuelas para "formar la generación de la libertad y de la dignidad que representará a la Siria moderna" de la era post Asad.
El primer ministro sirio, Wael al Halaqi, afirmó que la "crisis avanza hacia su última etapa" y que las autoridades "trabajan sobre los ejes de seguridad, político, social y económico para poner fin a la violencia", según consignó a la agencia oficial Sana.
El domingo, un dirigente rebelde descartó toda posibilidad de diálogo con el gobierno, diciendo a la AFP que la misión del mediador Brahimi estaba condenada a fracasar y que un régimen que "dirige el país por la fuerza (...) sólo puede ser derrocado por la fuerza".
El jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Martin Dempsey, habló este lunes del conflicto sirio con los responsables militares turcos en Ankara, después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, criticara la inacción de Washington frente a esta crisis que se desarrolla a las puertas de Turquía.
Por otro lado, Irán, aliado de Damasco, desmintió la presencia en Siria de miembros de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen. Teherán aseguró que las declaraciones de un alto mando militar sobre esa presencia habían sido sacadas de contexto por los medios de prensa que las publicaron.
Unos estudiantes sirios regresan a casa después de haber acudido a clase en un improvisado colegio en Azaz, en la frontera con Turquía, este lunes 17 de septiembre.
El enviado internacional para Siria, Lakhdar Brahimi (drcha), y el secretario de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, miran el reloj después de una rueda de prensa en El Cairo el 10 de septiembre.
Síntesis de los combates de este lunes 17 de septiembre en Siria entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes. El Consejo de Seguridad de la ONU examinará un informe "demoledor" para el régimen de Bashar Al Asad.
Unos rebeldes sirios combaten el domingo 16 de septiembre en Alepo. Los rebeldes sirios reafirmaron su voluntad de derrocar el régimen del presidente Bashar Al Asad y se mostraron pesimistas respecto a la reciente misión del mediador internacional, Lakhdar Brahimi, que este lunes debe presentar un informe ante la Liga Árabe.
Los rebeldes sirios reafirmaron su voluntad de derrocar el régimen del presidente Bashar al Asad, y se mostraron pesimistas respecto a la reciente misión del mediador internacional, Lakhdar Brahimi, que este lunes debe presentar un informe ante la Liga Árabe.
Al cabo de una misión de cuatro días en Damasco que consideró "extremadamente difícil", el mediador rendirá cuentas este lunes ante el organismo panárabe de sus entrevistas con el presidente Asad y los líderes de la rebelión.
El diplomático argelino participará también en El Cairo en la primera reunión del "Grupo de contacto" cuatripartito sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudita).
De momento, los insurgentes dijeron que la misión de Brahimi estaba condenada al fracaso dada la violencia incesante y el bloqueo en el Consejo de Seguridad de la ONU, dividido e incapaz de adaptar una resolución contra el régimen de Damasco.
Ante el aumento en "número, ritmo e intensidad" de los abusos en Siria, el presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre ese país, Sergio Paulo Pinheiro, recomendó que el Consejo de Seguridad de la ONU tome "medidas apropiadas".
En un informe presentado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el experto brasileño destacó "la gravedad de las violaciones, abusos y crímenes perpetrados por las fuerzas gubernamentales y los (milicianos) Shabiha, y por grupos antigubernamentales".
Francia consideró que este informe es "abrumador" para el régimen y "reúne suficientes elementos para establecer que el régimen sirio o sus milicias han cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra a gran escala".
Según expertos de la ONU, se ha establecido ya una lista confidencial de responsables, lo que sería la primera etapa antes de la apertura de eventuales procesos internacionales.
En el terreno, la espiral de violencia continuaba. En el centro de Alepo las tropas gubernamentales controlaban el barrio estratégico de Midán, escenario de cruentos combates durante una semana, constató un corresponsal de la AFP.
El ejército aconsejaba sin embargo a los habitantes que evitaran una parte del barrio en donde podría haber francotiradores. El corresponsal de la AFP en el lugar vio una decenas de cuerpos de rebeldes que yacían en el suelo cerca de esta zona.
El periódico Al Watan, cercano al poder, anunció que Midán fue "purificado", precisando que la mayoría de hombres armados que combatían allí eran "salafistas árabes y extranjeros". "Purificar Midán abrirá la puerta a la limpieza" de otros barrios rebeldes, según el periódico.
Este lunes murieron al menos 64 personas -36 civiles, 15 soldados, 13 rebeldes- según un balance provisorio del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
A pesar de que el conflicto destruyera o dañara más de 2.000 escuelas según UNICEF, el reinicio de clases tuvo lugar el domingo.
En la ciudad de Azaz, desfigurada por los ataques de la aviación, los opositores improvisaron escuelas para "formar la generación de la libertad y de la dignidad que representará a la Siria moderna" de la era post Asad.
El primer ministro sirio, Wael al Halaqi, afirmó que la "crisis avanza hacia su última etapa" y que las autoridades "trabajan sobre los ejes de seguridad, político, social y económico para poner fin a la violencia", según consignó a la agencia oficial Sana.
El domingo, un dirigente rebelde descartó toda posibilidad de diálogo con el gobierno, diciendo a la AFP que la misión del mediador Brahimi estaba condenada a fracasar y que un régimen que "dirige el país por la fuerza (...) sólo puede ser derrocado por la fuerza".
El jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Martin Dempsey, habló este lunes del conflicto sirio con los responsables militares turcos en Ankara, después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, criticara la inacción de Washington frente a esta crisis que se desarrolla a las puertas de Turquía.
Por otro lado, Irán, aliado de Damasco, desmintió la presencia en Siria de miembros de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen. Teherán aseguró que las declaraciones de un alto mando militar sobre esa presencia habían sido sacadas de contexto por los medios de prensa que las publicaron.
Unos estudiantes sirios regresan a casa después de haber acudido a clase en un improvisado colegio en Azaz, en la frontera con Turquía, este lunes 17 de septiembre.
El enviado internacional para Siria, Lakhdar Brahimi (drcha), y el secretario de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, miran el reloj después de una rueda de prensa en El Cairo el 10 de septiembre.
Síntesis de los combates de este lunes 17 de septiembre en Siria entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes. El Consejo de Seguridad de la ONU examinará un informe "demoledor" para el régimen de Bashar Al Asad.
Unos rebeldes sirios combaten el domingo 16 de septiembre en Alepo. Los rebeldes sirios reafirmaron su voluntad de derrocar el régimen del presidente Bashar Al Asad y se mostraron pesimistas respecto a la reciente misión del mediador internacional, Lakhdar Brahimi, que este lunes debe presentar un informe ante la Liga Árabe.