Quito pide a Londres garantizar que Assange no acabará como Bradley Manning
Madrid, EP
El Gobierno de Ecuador ha pedido a Reino Unido que garantice que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, no correrá la misma suerte que el principal sospechoso de filtrar los miles de cables diplomáticos estadounidenses a Wikileaks, el soldado estadounidense Bradley Manning, quien está acusado en Estados Unidos de 22 cargos, entre ellos, colaboración con el enemigo, lo que implica habitualmente la pena de muerte.
Así, el Gobierno ecuatoriano ha respondido al ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, quien ha propuesto este lunes retomar "cuanto antes" el diálogo sobre el caso de Assange, quien permanece refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres desde el pasado mes de junio.
"Si el Gobierno británico proporcionara estas garantías básicas de Derechos Humanos (a favor de Assange), entendemos que habría una rápida, justa y honorable solución al presente 'impasse'", ha dicho la Embajada de Ecuador en Londres a través de un comunicado.
"Mientras aceptamos que la Convención Europea sobre los Derechos Humanos contemple elementos que impidan la extradición de un sospechoso, si este pudiera enfrentar la pena de muerte, lo que el Gobierno británico ha sido incapaz de referirse en los últimos tres meses, y hasta hoy mismo, es al trato inhumano que el señor Assange enfrentaría si fuera extraditado a Estados Unidos", ha agregado.
En este sentido, ha puesto como ejemplo la situación a la que se enfrenta Manning en la cárcel. Manning está encerrado en una celda de 1,8 x 2,4 metros durante al menos 23 horas al día, según alegó su abogado, David Coombs, en la recusación. Además, recriminó que sus vigilantes carcelarios no le permitan tumbarse o apoyarse en la pared cuando no duerme y que le obliguen a permanecer desnudo fuera de su celda durante la inspección matutina.
Coombs denunció en el artículo trece del recurso presentado ante las autoridades estadounidenses que el recluso está siendo castigado con "degradaciones" y "humillaciones" sin que haya sido sometido a un juicio, lo que supone una "flagrante violación" de los códigos del Ejército norteamericano.
Por último, el comunicado de la Embajada ecuatoriana en Londres que Quito ha expresado en varias ocasiones su preocupación ante la posibilidad de que Assange pueda ser condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, una pena considerada por el Derecho ecuatoriano como un castigo inhumano.
Ambos países llevan meses enzarzados por el futuro del fundador de Wikileaks, buscado en Suecia por supuestos delitos sexuales y sobre quien pesa una orden de arresto en Reino Unido. Assange se refugió en la legación ecuatoriana para evitar su extradición y el país sudamericano le concedió el mes pasado "asilo diplomático".
Assange solicitó asilo político argumentando que se encuentra en un "estado de indefensión" ante la posibilidad de que, una vez en Suecia, sea extraditado a Estados Unidos, donde supuestamente se está celebrando un juicio secreto, sin que Australia lo impida.
El fundador de Wikileaks asegura que es víctima de una "persecución política" por parte de Estados Unidos por revelar cientos de miles de documentos clasificados del Departamento de Estado sobre las guerras en Irak y Afganistán y sobre las relaciones diplomáticas con otros países.
Las autoridades británicas defienden su legitimidad para arrestar a Assange --que violó la libertad condicional al refugiarse en la Embajada-- y extraditarle a Suecia. Alegan que cumplen con su obligación, pero tanto el fundador de Wikileaks como Ecuador han advertido de que no existen garantías de que Assange no vaya a ser trasladado posteriormente a un tercer país.
El Gobierno de Ecuador ha pedido a Reino Unido que garantice que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, no correrá la misma suerte que el principal sospechoso de filtrar los miles de cables diplomáticos estadounidenses a Wikileaks, el soldado estadounidense Bradley Manning, quien está acusado en Estados Unidos de 22 cargos, entre ellos, colaboración con el enemigo, lo que implica habitualmente la pena de muerte.
Así, el Gobierno ecuatoriano ha respondido al ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, quien ha propuesto este lunes retomar "cuanto antes" el diálogo sobre el caso de Assange, quien permanece refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres desde el pasado mes de junio.
"Si el Gobierno británico proporcionara estas garantías básicas de Derechos Humanos (a favor de Assange), entendemos que habría una rápida, justa y honorable solución al presente 'impasse'", ha dicho la Embajada de Ecuador en Londres a través de un comunicado.
"Mientras aceptamos que la Convención Europea sobre los Derechos Humanos contemple elementos que impidan la extradición de un sospechoso, si este pudiera enfrentar la pena de muerte, lo que el Gobierno británico ha sido incapaz de referirse en los últimos tres meses, y hasta hoy mismo, es al trato inhumano que el señor Assange enfrentaría si fuera extraditado a Estados Unidos", ha agregado.
En este sentido, ha puesto como ejemplo la situación a la que se enfrenta Manning en la cárcel. Manning está encerrado en una celda de 1,8 x 2,4 metros durante al menos 23 horas al día, según alegó su abogado, David Coombs, en la recusación. Además, recriminó que sus vigilantes carcelarios no le permitan tumbarse o apoyarse en la pared cuando no duerme y que le obliguen a permanecer desnudo fuera de su celda durante la inspección matutina.
Coombs denunció en el artículo trece del recurso presentado ante las autoridades estadounidenses que el recluso está siendo castigado con "degradaciones" y "humillaciones" sin que haya sido sometido a un juicio, lo que supone una "flagrante violación" de los códigos del Ejército norteamericano.
Por último, el comunicado de la Embajada ecuatoriana en Londres que Quito ha expresado en varias ocasiones su preocupación ante la posibilidad de que Assange pueda ser condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, una pena considerada por el Derecho ecuatoriano como un castigo inhumano.
Ambos países llevan meses enzarzados por el futuro del fundador de Wikileaks, buscado en Suecia por supuestos delitos sexuales y sobre quien pesa una orden de arresto en Reino Unido. Assange se refugió en la legación ecuatoriana para evitar su extradición y el país sudamericano le concedió el mes pasado "asilo diplomático".
Assange solicitó asilo político argumentando que se encuentra en un "estado de indefensión" ante la posibilidad de que, una vez en Suecia, sea extraditado a Estados Unidos, donde supuestamente se está celebrando un juicio secreto, sin que Australia lo impida.
El fundador de Wikileaks asegura que es víctima de una "persecución política" por parte de Estados Unidos por revelar cientos de miles de documentos clasificados del Departamento de Estado sobre las guerras en Irak y Afganistán y sobre las relaciones diplomáticas con otros países.
Las autoridades británicas defienden su legitimidad para arrestar a Assange --que violó la libertad condicional al refugiarse en la Embajada-- y extraditarle a Suecia. Alegan que cumplen con su obligación, pero tanto el fundador de Wikileaks como Ecuador han advertido de que no existen garantías de que Assange no vaya a ser trasladado posteriormente a un tercer país.