Políticos y analistas minimizan advertencia del FMI a Argentina

BUENOS AIRES, AFP
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no llegará al extremo de sacarle "tarjeta roja" a Argentina, como advirtió su titular Christine Lagarde si el gobierno de Cristina Kirchner mantiene sus cuestionadas estadísticas de inflación y crecimiento, opinaron analistas y políticos argentinos este martes.
"La idea del FMI es patalear (protestar) y decir que no está de acuerdo (en) cómo Argentina lleva adelante sus estadísticas, pero de ahí a la expulsión no es el momento" en un contexto de crisis internacional, dijo a la AFP Carlos Cúneo, analista de la consultora Maxinver.
Cúneo sostuvo que los mercados tampoco evalúan un decisión extrema del FMI, cuya directora gerente comunicó que el organismo dio plazo hasta diciembre a Argentina para resolver este conflicto, señalando que el país tiene "la tarjeta amarilla y tres meses para evitar la tarjeta roja".
"El mercado no observa una reacción tan drástica como la expulsión: el riesgo país baja y los bonos suben como nunca", señaló el experto, quien sostuvo que una medida contra el país sudamericano implicaría "un recaudo más que tomarán los inversores".
El estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que está intervenido desde 2007, estimó que en 2011 la inflación en Argentina fue de 9,5%, pero las consultoras privadas consideran que el costo de vida creció 22,8%.
Este mes expiró el plazo de 180 días que el FMI le dio a Argentina para resolver el problema, aunque ningún país ha sido sancionado en los 68 años del organismo a causa de la calidad de sus cifras.
El gobierno argentino no realizó comentarios sobre los dichos de Lagarde.
En cambio desde la oposición, el economista y diputado Claudio Lozano dijo que "si el FMI fuera serio, hace rato que debería haberle sacado tarjeta roja a las estadísticas del Indec", pero señaló que el organismo financiero "se está haciendo el tonto" ante las "mentiras" del gobierno para que Argentina pague a sus acreedores.
El legislador estimó que el gobierno "está mintiendo (sobre) la tasa de crecimiento de este año", señaló que el FMI lo sabe pero no cuestiona lo suficiente los datos porque espera que el país pague a los acreedores "4.000 millones dólares que no debería pagarle".
El gobierno de Kirchner estima una tasa de crecimiento de 3,4% para este año y para 2013 el cálculo es de 4,4%, según el proyecto de ley de presupuesto.
"Si avanza en esta discusión, el FMI puede llegar a sancionar a Argentina, pero sería una equivocación pensar que tenemos que hacer las cosas porque el Fondo las pide. Argentina necesita tener soberanía en política económica", dijo el expresidente del Banco Central Martín Redrado, quien sostuvo que "la inflación se come la capacidad del salario".
Argentina no acepta revisiones de su economía desde que en enero de 2006 el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007), esposo y antecesor de Cristina Kirchner, saldó en un pago la deuda de 9.500 millones de dólares con la entidad multilateral.
No obstante, luego aceptó que una misión técnica del FMI colabrara con Argentina para la elaboración de estadísticas confiables.

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