OTAN suspende colaboración Afganistán tras ataques
Kabul, Reuters
La OTAN ordenó el martes la suspensión de sus operaciones con las fuerzas de Afganistán ante el incremento de los ataques de infiltrados a sus tropas, pero dijo que la medida era temporal y que no alteraría el traspaso del control de la seguridad a los militares de la nación asiática en el 2014.
La orden de suspender las operaciones fue emitida por el segundo al mando de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el teniente general James Terry, y se aplica para todas las misiones en el frente que involucren a unidades menores a 800 efectivos.
Pero el portavoz de la OTAN, el coronel estadounidense Tom Collins, dijo que la orden sólo era "una respuesta temporal y prudente" ante los ataques de infiltrados y debido a los disturbios desatados en la última semana en el mundo musulmán por un filme que denosta al profeta Mahoma.
"Se aplicará sólo hasta que el elemento de amenaza regrese a un nivel tolerable", dijo Collins, quien agregó que las misiones de entrenamiento no se verían afectadas y que la medida involucraría a grupos pequeños de tropas de combate.
Las misiones de habilitación, como el respaldo con helicópteros de la OTAN a tropas afganas y evacuaciones por razones médicas, tampoco serían alteradas, dijo Collins a Reuters.
Sin embargo, un recorte limitado es de todas maneras un evento relevante para una misión de la OTAN con un rol crucial en la capacitación de 350.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, las cuales tendrán que lidiar ahora con un apoyo restringido de los efectivos de la alianza militar en medio de la campaña contra los insurgentes talibanes.
La Casa Blanca dijo que los tiempos dados a conocer por el presidente Barack Obama para entregar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas y eventualmente retirar las fuerzas estadounidenses no han cambiado.
"No afecta lo planeado", dijo a periodistas el portavoz Jay Carney.
ESTRATEGIA, SIN CAMBIOS
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, negó que la decisión muestre que los insurgentes talibanes están controlando los eventos en Afganistán y agregó que la estrategia de la alianza de entregar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas de forma gradual no ha cambiado.
"Hemos dicho que tomaremos cada paso necesario para minimizar los riesgos para nuestras fuerzas y eso es lo que estamos haciendo", destacó Rasmussen a periodistas en las oficinas centrales de la OTAN en Bruselas.
Al menos 51 miembros de la fuerza de la OTAN han perdido la vida este año en ataques en los que estuvieron involucrados miembros de la policía o soldados de Afganistán.
La cifra representa un aumento de más del 40 por ciento en incidentes similares en relación al año previo.
La orden, que pareció tomar por sorpresa a miembros de la coalición que incluyen a Gran Bretaña y Australia, fue emitida tras atentados durante el fin de semana por parte de policías afganos en el sur, una zona en la que los talibanes tienen mayor respaldo y donde murieron seis soldados extranjeros.
Los ataques ya han llevado a varios miembros de la alianza, incluyendo a Francia, a agilizar o revisar sus planes de retiro de tropas de cara al plazo del 2014 para la mayoría de las tropas de combate, tal como fue acordado previamente por los gobiernos de los aliados occidentales.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo el martes en Pekín que Washington estaba preocupado por los ataques de efectivos afganos pero que el plan de traspasar el control de la seguridad a las tropas locales para el 2014 permanecería sin cambios.
La OTAN ordenó el martes la suspensión de sus operaciones con las fuerzas de Afganistán ante el incremento de los ataques de infiltrados a sus tropas, pero dijo que la medida era temporal y que no alteraría el traspaso del control de la seguridad a los militares de la nación asiática en el 2014.
La orden de suspender las operaciones fue emitida por el segundo al mando de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el teniente general James Terry, y se aplica para todas las misiones en el frente que involucren a unidades menores a 800 efectivos.
Pero el portavoz de la OTAN, el coronel estadounidense Tom Collins, dijo que la orden sólo era "una respuesta temporal y prudente" ante los ataques de infiltrados y debido a los disturbios desatados en la última semana en el mundo musulmán por un filme que denosta al profeta Mahoma.
"Se aplicará sólo hasta que el elemento de amenaza regrese a un nivel tolerable", dijo Collins, quien agregó que las misiones de entrenamiento no se verían afectadas y que la medida involucraría a grupos pequeños de tropas de combate.
Las misiones de habilitación, como el respaldo con helicópteros de la OTAN a tropas afganas y evacuaciones por razones médicas, tampoco serían alteradas, dijo Collins a Reuters.
Sin embargo, un recorte limitado es de todas maneras un evento relevante para una misión de la OTAN con un rol crucial en la capacitación de 350.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, las cuales tendrán que lidiar ahora con un apoyo restringido de los efectivos de la alianza militar en medio de la campaña contra los insurgentes talibanes.
La Casa Blanca dijo que los tiempos dados a conocer por el presidente Barack Obama para entregar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas y eventualmente retirar las fuerzas estadounidenses no han cambiado.
"No afecta lo planeado", dijo a periodistas el portavoz Jay Carney.
ESTRATEGIA, SIN CAMBIOS
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, negó que la decisión muestre que los insurgentes talibanes están controlando los eventos en Afganistán y agregó que la estrategia de la alianza de entregar la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas de forma gradual no ha cambiado.
"Hemos dicho que tomaremos cada paso necesario para minimizar los riesgos para nuestras fuerzas y eso es lo que estamos haciendo", destacó Rasmussen a periodistas en las oficinas centrales de la OTAN en Bruselas.
Al menos 51 miembros de la fuerza de la OTAN han perdido la vida este año en ataques en los que estuvieron involucrados miembros de la policía o soldados de Afganistán.
La cifra representa un aumento de más del 40 por ciento en incidentes similares en relación al año previo.
La orden, que pareció tomar por sorpresa a miembros de la coalición que incluyen a Gran Bretaña y Australia, fue emitida tras atentados durante el fin de semana por parte de policías afganos en el sur, una zona en la que los talibanes tienen mayor respaldo y donde murieron seis soldados extranjeros.
Los ataques ya han llevado a varios miembros de la alianza, incluyendo a Francia, a agilizar o revisar sus planes de retiro de tropas de cara al plazo del 2014 para la mayoría de las tropas de combate, tal como fue acordado previamente por los gobiernos de los aliados occidentales.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo el martes en Pekín que Washington estaba preocupado por los ataques de efectivos afganos pero que el plan de traspasar el control de la seguridad a las tropas locales para el 2014 permanecería sin cambios.