Nueva York prohíbe la venta de refrescos azucarados de más de medio litro

-El Comité de Salud de la ciudad aprueba la iniciativa del alcalde Michael Bloomberg
-La norma entrará en vigor el próximo 12 de marzo

Carolina García
Washington, El País

El Comité de Salud del Ejecutivo local de la ciudad de Nueva York ha respaldado este jueves la iniciativa de Michael Bloomberg, alcalde de la ciudad, de prohibir los refrescos azucarados de gran tamaño en restaurantes, cines y otros establecimientos. "La decisión ha sido histórica y unánime, con ocho votos a cero", según ha explicado en un comunicado el doctor Thomas Farley, presidente del consejo. Bloomberg logra así luz verde a un proyecto al que ha dedicado un gran empeño personal, con el que pretende combatir la obesidad, y que ha mantenido en jaque a las grandes industrias de refrescos estadounidenses desde hace meses.

"La obesidad mató a más personas el año pasado que el hambre", aseguraba Bloomberg minutos antes de la resolución en la cadena de televisión NBC. "El Gobierno no tiene autoridad para decirle lo que usted puede o no hacer. Lo que sí puede hacer es explicarle lo que es bueno o malo para su salud. La última palabra, por supuesto, la tiene el consumidor. Esta nueva regulación es un control de las porciones", añadía.

A partir del 12 de marzo de 2013 estará prohibida en la ciudad la venta de bebidas azucaradas en vasos de más de medio litro en restaurantes, cines, estadios, entre otros establecimientos. El Ayuntamiento empezará a multar a quien no cumpla la ley a mediados de junio, lo que otorga a los establecimientos unos tres meses para aplicarla adecuadamente. Las amonestaciones podrán llegar a los 200 dólares (unos 161 euros).

Estas bebidas son muy comunes en restaurantes de comida rápida como Burger King o McDonald's, a los que se permitirá vender un tamaño máximo de 16 onzas de estos productos, poco menos de medio litro. La nueva regulación afecta a todos los refrescos que contengan un valor nutricional de 25 calorías por cada ocho onzas, 0,23 litros, por lo que se excluyen las bebidas light y todos los productos que cuenten con al menos un 50% de contenido lácteo.

"Existen evidencias de que la obesidad es un problema grave en esta ciudad y en toda la nación. No puedo imaginar otra respuesta por parte de este Comité, la respaldo totalmente", ha asegurado Joel Forman, miembro del consejo. "Espero que la prohibición de estos productos se amplíe a todo el país", ha añadido. Según datos de la alcaldía, el 58% de los neoyorquinos sufre sobrepeso u obesidad, y el 40% de los estudiantes de hasta 14 años también padece estos problemas.

La medida ha puesto en pie de guerra a fabricantes y distribuidores, que decidieron luchar contra la nueva norma desde que Bloomberg anunció el proyecto, llegando a constituir la asociación New Yorkers for Beverage Choices, a la que pertenecen grandes compañías como Coca Cola. Ya han anunciado que están explorando vías legales para evitar la prohibición y piensan incluso en llegar hasta los tribunales. Encuestas recientes aseguran que la mayoría de los votantes de la ciudad de Nueva York se oponen a la medida. "Este no es el final, seguiremos luchando", ha asegurado un representante de la organización tras conocer su aprobación.

Prohibir la venta de bebidas de gran tamaño es la última de una larga lista de iniciativas planteadas por Bloomberg, un hombre que ha hecho de la salud su cruzada durante los más de 11 años que lleva al cargo de una de las ciudades más pobladas del mundo. Fue, por ejemplo, el propulsor de prohibir fumar en restaurantes y bares en el año 2002, medida que después han imitado muchos de los Estados que conforman el país.

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