Mujica: "Despenalizar los abortos puede reducirlos"

Vladimir Hernández y Gerardo Lissardy
BBC Mundo, enviados especiales a Montevideo
El mandatario dice ser conciente de que el del aborto es un asunto que desgarra a la sociedad.
En las radios, diarios y televisoras de Uruguay actualmente hay un tema que acapara la agenda de noticias: la posible despenalización del aborto.
A tempranas horas de este miércoles, los diputados del oficialista Frente Amplio, junto al Partido Independiente, aprobaron por apenas un voto un proyecto de ley que permitirá a las mujeres, hasta la semana 12 de gestación, interrumpir voluntariamente el embarazo.

La propuesta legislativa se dirige ahora al Senado uruguayo, donde se espera su aprobación ya que el oficialismo contaría con los votos necesarios.
Con ello, Uruguay se uniría a Cuba como los únicos dos países latinoamericanos que despenalizan el aborto voluntario. Aunque en el caso del país del Cono Sur, el hecho ocurre en medio de una fuerte controversia dentro de su sociedad.
El presidente de Uruguay, José Mujica, no es ajeno a las profundas divisiones y posiciones encontradas que genera este tema.
"Legalizando e interviniendo, se puede lograr que muchas mujeres retrocedan en su decisión, sobre todo aquellas en los sectores más humildes o quienes están solas"
Presidente José Mujica
Así lo reconoció al recibir a BBC Mundo en su residencia en las afueras de Montevideo.
Sin embargo, según Mujica una despenalización podría no sólo evitar muertes en interrupciones de embarazos de manera clandestina sino que ademas podría ocasionar una reducción en el número de abortos.
"Todo el mundo está contra el aborto. Pero si se le brinda apoyo a una mujer sola que toma esta decisión, hay quienes pensamos que muchas retrocederían", señaló a BBC Mundo.
"Por esa vía salvaríamos más vidas", agregó.
Organizaciones no gubernamentales uruguayas que respaldan la despenalización de este procedimiento quirúrgico calculan que pueden darse unos 30.000 abortos clandestinos cada año. Sin embargo, el carácter secreto de estas operaciones vuelve difícil cotejar su veracidad.

Divisiones

Marcha en contra de la despenalización
Los opositores a la ley esperan que sea sometida a referendo en 2013.
"Sé que este es un tema que desgarra a todos los partidos, donde hay además visiones religiosas", afirma Mujica.
"Pero creo que es un hecho real que existe en todas las sociedades y es medio hipócrita seguirlo tapando", afirmó.
De acuerdo con algunos analistas de estudios de opinión en Uruguay, habría un rechazo silente en las encuestas a la despenalización del aborto.
También hay figuras del ruedo político local que manifiestan tajantemente su opinión. Uno de ellos es el expresidente Luis Alberto Lacalle, quien gobernó al país a principios de los años 90.
"Soy contrario por razones filosóficos, religiosas y científicas", aseveró.
"Yo recomiendo más bien leer el veto que escribió el (ex) presidente (Tabaré) Vázquez, cuando impidió que un proyecto similar aprobado por el parlamento se convirtiese en ley", indicó.
Vázquez, quien es médico, vetó en 2008 una propuesta legislativa que despenalizaba el aborto en ciertas circunstancias, alegando -entre otras- varias razones científicas que ahora son esgrimidas por la oposición uruguaya.
Pero Mujica descartó de antemano a BBC Mundo que pudiese ejercer el veto presidencial a este proyecto de ley que aguarda por la aprobación del Senado, que se da por descontado en las próximas semanas.
"Recomiendo leer el veto que escribió el (ex) presidente (Tabaré) Vázquez, cuando impidió que un proyecto similar se convirtiese en ley"
Ex presidente Luis Alberto Lacalle
"Legalizando e interviniendo, se puede lograr que muchas mujeres retrocedan en su decisión, sobre todo aquellas en los sectores más humildes o quienes están solas", dijo Mujica.
Según el texto adoptado, se despenalizará el aborto hasta la semana 12 de gestación, sin límite en caso de que haya riesgos para la salud de la madre, y siempre que las intervenciones se realicen en centros de salud y bajo supervisión de las autoridades.
La mujer que quiera someterse al procedimiento bajo esta ley deberá pedirlo a su médico. El facultativo enviará entonces a la mujer ante un comité formado por ginecólogos, psicólogos y trabajadores sociales para que le informen todas las posibilidades que tiene y se le dejarán cinco días para reflexionar.
Luego de dicho lapso, si decide seguir adelante, la nueva ley lo permitiría.

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