Mujer mata a 12 personas en Kabul por filme antiislámico
KABUL, AFP
Doce personas, nueve de ellas extranjeras, murieron el martes en un atentado suicida con coche bomba perpetrado por una mujer en Kabul en represalia a la difusión de un filme antiislámico realizado en Estados Unidos, que desató una oleada de protestas en el mundo musulmán.
Una mujer kamikaze perpetró este ataque con coche bomba el martes por la mañana temprano en la larga avenida que lleva hasta el aeropuerto de la capital afgana, según el grupo rebelde Hezb-e-Islami, que reivindicó el atentado.
"Un kamikaze hizo explotar su coche en la carretera del aeropuerto. Nueve trabajadores extranjeros y tres afganos murieron, dos policías resultaron heridos", indicó la policía afgana en un comunicado.
Ocho de los 12 muertos son sudafricanos que trabajaban para una compañía de aviación privada, informó a la AFP Nelson Kgwete, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Sudáfrica.
Las víctimas sudafricanas "trabajaban para una compañía de aviación privada", añadió el portavoz que no precisó el nombre de esta empresa.
En el lugar del atentado, el minibús estaba completamente calcinado y rodeado de cuerpos de las víctimas, algunas de cabello rubio, según el fotógrafo de la AFP, que vio, al menos, seis restos mortales reconocibles de occidentales.
El ataque se produjo cerca de palacios de matrimonio, a los que acuden en masa los afganos para celebrar uniones religiosas.
"Eso no quiere decir que los objetivos fueran esos palacios de matrimonio, porque no había bodas a esa hora del día", señaló una fuente de seguridad. "Hacía tiempo que no se producían atentados suicidas en este barrio", añadió el responsable.
Hezb-e-Islami afirmó haber perpetrado este atentado en respuesta a la difusión de la película "Innocence of Muslims" ("La Inocencia de los Musulmanes") que, realizada en Estados Unidos, se mofa de Mahoma.
"La bomba la llevaba una mujer que se llamaba Fátima. El atentado fue en represalia por el insulto a nuestro profeta", dijo por teléfono a la AFP Zubair Sidiqi, portavoz de Hezb-i-Islam, el segundo grupo insurgente más importante de Afganistán detrás de los Talibanes.
Este martes, se produjeron nuevos enfrentamientos entre policía y cientos de estudiantes afganos que quemaron fotografías del presidente norteamericano Barack Obama y gritaron "Muerte a Estados Unidos", durante una manifestación en Kunduz (Norte), según un periodista de la AFP en el lugar.
La OTAN limita sus operaciones conjuntas. Este ataque es el segundo en Kabul en el plazo de diez días, pero el primero ligado a la difusión del filme antiislámico.
El 8 de septiembre, un adolescente se hizo estallar cerca del cuartel general de la ISAF, la fuerza de la OTAN en Afganistán, con un saldo de cinco muertos y seis heridos, entre ellos muchos niños.
Por otra parte, la OTAN decidió restringir el número de sus operaciones conjuntas con las fuerzas afganas después de que 51 de sus soldados hayan muerto este año víctimas de sus aliados, policías o soldados afganos.
Esta decisión se produce después de un fin de semana negro para la ISAF en el que policías y militares afganos mataron a seis de sus soldados y es un revés para la estrategia de la coalición occidental que forma a las fuerzas locales para que puedan encargarse de la seguridad del país tras la retirada de los soldados extranjeros a finales de 2014.
Doce personas, nueve de ellas extranjeras, murieron el martes en un atentado suicida con coche bomba perpetrado por una mujer en Kabul en represalia a la difusión de un filme antiislámico realizado en Estados Unidos, que desató una oleada de protestas en el mundo musulmán.
Una mujer kamikaze perpetró este ataque con coche bomba el martes por la mañana temprano en la larga avenida que lleva hasta el aeropuerto de la capital afgana, según el grupo rebelde Hezb-e-Islami, que reivindicó el atentado.
"Un kamikaze hizo explotar su coche en la carretera del aeropuerto. Nueve trabajadores extranjeros y tres afganos murieron, dos policías resultaron heridos", indicó la policía afgana en un comunicado.
Ocho de los 12 muertos son sudafricanos que trabajaban para una compañía de aviación privada, informó a la AFP Nelson Kgwete, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Sudáfrica.
Las víctimas sudafricanas "trabajaban para una compañía de aviación privada", añadió el portavoz que no precisó el nombre de esta empresa.
En el lugar del atentado, el minibús estaba completamente calcinado y rodeado de cuerpos de las víctimas, algunas de cabello rubio, según el fotógrafo de la AFP, que vio, al menos, seis restos mortales reconocibles de occidentales.
El ataque se produjo cerca de palacios de matrimonio, a los que acuden en masa los afganos para celebrar uniones religiosas.
"Eso no quiere decir que los objetivos fueran esos palacios de matrimonio, porque no había bodas a esa hora del día", señaló una fuente de seguridad. "Hacía tiempo que no se producían atentados suicidas en este barrio", añadió el responsable.
Hezb-e-Islami afirmó haber perpetrado este atentado en respuesta a la difusión de la película "Innocence of Muslims" ("La Inocencia de los Musulmanes") que, realizada en Estados Unidos, se mofa de Mahoma.
"La bomba la llevaba una mujer que se llamaba Fátima. El atentado fue en represalia por el insulto a nuestro profeta", dijo por teléfono a la AFP Zubair Sidiqi, portavoz de Hezb-i-Islam, el segundo grupo insurgente más importante de Afganistán detrás de los Talibanes.
Este martes, se produjeron nuevos enfrentamientos entre policía y cientos de estudiantes afganos que quemaron fotografías del presidente norteamericano Barack Obama y gritaron "Muerte a Estados Unidos", durante una manifestación en Kunduz (Norte), según un periodista de la AFP en el lugar.
La OTAN limita sus operaciones conjuntas. Este ataque es el segundo en Kabul en el plazo de diez días, pero el primero ligado a la difusión del filme antiislámico.
El 8 de septiembre, un adolescente se hizo estallar cerca del cuartel general de la ISAF, la fuerza de la OTAN en Afganistán, con un saldo de cinco muertos y seis heridos, entre ellos muchos niños.
Por otra parte, la OTAN decidió restringir el número de sus operaciones conjuntas con las fuerzas afganas después de que 51 de sus soldados hayan muerto este año víctimas de sus aliados, policías o soldados afganos.
Esta decisión se produce después de un fin de semana negro para la ISAF en el que policías y militares afganos mataron a seis de sus soldados y es un revés para la estrategia de la coalición occidental que forma a las fuerzas locales para que puedan encargarse de la seguridad del país tras la retirada de los soldados extranjeros a finales de 2014.