Miles de docentes, en huelga por 1era vez en 25 años en Chicago
Chicago, Reuters
Miles de docentes de escuelas públicas realizaron un piquete en Chicago el lunes, mientras los padres tenían problemas para asegurarse el cuidado de sus hijos durante la primera huelga en un cuarto de siglo en contra de reformas propuestas por el alcalde Rahm Emanuel y aprobadas por la administración Obama.
Unos 29.000 maestros y asistentes del tercer sistema escolar más grande de Estados Unidos participaban de la huelga, dejando a los padres de 350.000 estudiantes de entre jardín de infantes y secundaria en busca de una alternativa para el cuidado de sus niños.
"No hay excusa de ninguna de las partes para no llegar a un acuerdo", dijo Faith Griggs-York, madre de una estudiante de primer grado de la Escuela Elemental Agassiz, mientras dejaba a su hija en un centro comunitario a un kilómetro y medio de la escuela.
"Creo que ambas partes, por lo que le están haciendo a los padres y por lo que le están haciendo a los niños, deberían sentirse avergonzadas", dijo Griggs-York.
Iglesias, centros comunitarios y algunas escuelas y otras entidades públicas estaban listas el lunes para cuidar a miles de chicos bajo un plan de contingencia de 25 millones de dólares financiado por el distrito escolar.
Los chicos son supervisados media jornada y reciben desayuno y almuerzo, lo que a algunos padres les permite trabajar.
Las negociaciones del contrato docente, que ya llevan meses, se retomaron el lunes por la mañana.
Emanuel se encuentra entre un grupo de alcaldes de importantes ciudades estadounidenses que adoptaron reformas escolares que fueron aprobadas por la secretaria de Educación de Obama, Arne Duncan, ex titular de escuelas públicas de Chicago.
La lucha en Chicago también amenaza con complicar las relaciones entre el Partido Demócrata de Obama y los sindicatos justo antes de la elección presidencial del 6 de noviembre.
Si bien se espera que Obama gane el voto en Chicago y su estado de residencia Illinois, el enojo de los sindicatos podría esparcirse a estados vecinos como Wisconsin, Michigan y Ohio, donde la carrera con el rival republicano Mitt Romney es mucho más peleada.
Emanuel, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca para Obama, culpó al sindicato por la huelga y dijo que ambas partes habían estado cerca del acuerdo. Sindicalistas han acusado a Emanuel de desprecio y falta de respeto, cargos que el alcalde negó.
"Los niños de Chicago deben estar en las aulas", dijo Emanuel en domingo por la noche en una conferencia de prensa luego de que fracasaran las negociaciones.
Chicago ofreció a los docentes aumentos del 3 por ciento este año y otro 2 por ciento anual en los próximos tres años, lo que representa un alza promedio del 16 por ciento durante el contrato propuesto, dijo el presidente del Comité Escolar, David Vitale.
El distrito escolar de Chicago, como muchas ciudades y estados de Estados Unidos, está enfrentando una crisis financiera en la que se prevé un déficit presupuestario de 3.000 millones de dólares para los próximos tres años, además de un fuerte impacto por la carga de las pensiones prometidas a los docentes retirados.
Miles de docentes de escuelas públicas realizaron un piquete en Chicago el lunes, mientras los padres tenían problemas para asegurarse el cuidado de sus hijos durante la primera huelga en un cuarto de siglo en contra de reformas propuestas por el alcalde Rahm Emanuel y aprobadas por la administración Obama.
Unos 29.000 maestros y asistentes del tercer sistema escolar más grande de Estados Unidos participaban de la huelga, dejando a los padres de 350.000 estudiantes de entre jardín de infantes y secundaria en busca de una alternativa para el cuidado de sus niños.
"No hay excusa de ninguna de las partes para no llegar a un acuerdo", dijo Faith Griggs-York, madre de una estudiante de primer grado de la Escuela Elemental Agassiz, mientras dejaba a su hija en un centro comunitario a un kilómetro y medio de la escuela.
"Creo que ambas partes, por lo que le están haciendo a los padres y por lo que le están haciendo a los niños, deberían sentirse avergonzadas", dijo Griggs-York.
Iglesias, centros comunitarios y algunas escuelas y otras entidades públicas estaban listas el lunes para cuidar a miles de chicos bajo un plan de contingencia de 25 millones de dólares financiado por el distrito escolar.
Los chicos son supervisados media jornada y reciben desayuno y almuerzo, lo que a algunos padres les permite trabajar.
Las negociaciones del contrato docente, que ya llevan meses, se retomaron el lunes por la mañana.
Emanuel se encuentra entre un grupo de alcaldes de importantes ciudades estadounidenses que adoptaron reformas escolares que fueron aprobadas por la secretaria de Educación de Obama, Arne Duncan, ex titular de escuelas públicas de Chicago.
La lucha en Chicago también amenaza con complicar las relaciones entre el Partido Demócrata de Obama y los sindicatos justo antes de la elección presidencial del 6 de noviembre.
Si bien se espera que Obama gane el voto en Chicago y su estado de residencia Illinois, el enojo de los sindicatos podría esparcirse a estados vecinos como Wisconsin, Michigan y Ohio, donde la carrera con el rival republicano Mitt Romney es mucho más peleada.
Emanuel, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca para Obama, culpó al sindicato por la huelga y dijo que ambas partes habían estado cerca del acuerdo. Sindicalistas han acusado a Emanuel de desprecio y falta de respeto, cargos que el alcalde negó.
"Los niños de Chicago deben estar en las aulas", dijo Emanuel en domingo por la noche en una conferencia de prensa luego de que fracasaran las negociaciones.
Chicago ofreció a los docentes aumentos del 3 por ciento este año y otro 2 por ciento anual en los próximos tres años, lo que representa un alza promedio del 16 por ciento durante el contrato propuesto, dijo el presidente del Comité Escolar, David Vitale.
El distrito escolar de Chicago, como muchas ciudades y estados de Estados Unidos, está enfrentando una crisis financiera en la que se prevé un déficit presupuestario de 3.000 millones de dólares para los próximos tres años, además de un fuerte impacto por la carga de las pensiones prometidas a los docentes retirados.