Los palestinos quieren renegociar protocolo de acuerdo económico con Israel
Ramala, AFP
La Autoridad Palestina pidió renegociar a Israel el protocolo de París que regula las relaciones económicas entre ambas partes, para poder responder al descontento social en los territorios, declaró este domingo a la AFP un ministro palestino.
"Transmití al Gobierno israelí, a través de su Ministerio de Defensa, la solicitud oficial de la Autoridad Palestina de reabrir el protocolo de París, que es incompatible con la situación económica actual", afirmó el ministro de Asuntos Civiles, Husein Al Sheij.
El ministro precisó que actuó por sugerencia del presidente palestino, Mahmud Abas, coincidiendo con que miles de manifestantes desfilaron estos últimos días en las grandes ciudades de Cisjordania para protestar contra las recientes subidas de la gasolina y los alimentos.
"El presidente me pidió, en tanto que jefe de los Asuntos Civiles, que dirija a los israelíes una solicitud oficial con el fin de reexaminar, ajustar y modificar cuanto antes el Protocolo de París", explicó Al Cheij.
El ministro de Asuntos Civiles explicó que las enmiendas reclamadas buscan ayudar a los palestinos "en una situación económica complicada".
"Esperamos la respuesta de los israelíes y si aprueban (la petición), el departamento de negociaciones (de la OLP) y otros grupos especializados formarán un comité para iniciar discusiones sobre las enmiendas", explicó el domingo el ministro de Asuntos Civiles.
El Ministerio israelí de Defensa, encargado de la coordinación con la Autoridad Palestina, no ha hecho ningún comentario.
Firmado el 29 de abril de 1994 en París, después de los acuerdos de autonomía de Oslo (1993), este "protocolo económico sobre las relaciones económicas entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)" otorga una libertad económica limitada a los palestinos.
En septiembre de 2011, el presidente Abas había dicho que quería enmendar el protocolo de París, que calificó de "injusto" porque "contiene restricciones que afectan a la economía palestina e impide su desarrollo".
Este acuerdo prevé sobre todo la retrocesión por Israel de las tasas adeudadas a la Autoridad Palestina, que representan dos tercios de los ingresos presupuestarios de la Autoridad.
El Gobierno de Benjamin Netanyahu se sirve a intervalos regulares de esta cláusula como amenaza para presionar a las Autoridad Palestina.
La ola de protestas sociales en Cisjordania, según ciertos analistas palestinos, evoca una réplica palestina de la "Primavera árabe".
El domingo, unos sesenta camiones bloquearon más de una hora el acceso al centro de Ramalá para protestar contra la subida de la gasolina, constató la AFP.
Los sindicatos del transporte planean una huelga general este lunes.
En Naplusa, capital del norte de Cisjordania, unos 200 manifestantes pidieron la renuncia del primer ministro Salam Fayad, al grito de "la invasión (israelí) no nos dejó hambrientos, Fayad sí".
Miembros del Gobierno Fayad se reunió la noche del domingo por espacio de cuatro horas con un centenar de representantes del sector privado y de la sociedad civil, sobre todo sindicalistas y docentes, para discutir de la crisis financiera de la Autoridad Palestina.
Los participantes recomendaron sobre todo una bajada de precios de ciertos productos y el pago a tiempo de los salarios. Estas recomendaciones serán sometidas el martes al Gabinete palestino en su reunión semanal.
La Autoridad Palestina vive según varios ministros "su peor crisis financiera" desde su creación en 1994, a causa del mantenimiento de las restricciones israelíes y de la reducción de la ayuda internacional, en particular la de países árabes.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, con gesto pensativo durante la inauguración de un hospital en la localidad cisjordana de Yenín, el pasado 28 de julio.
La Autoridad Palestina pidió renegociar a Israel el protocolo de París que regula las relaciones económicas entre ambas partes, para poder responder al descontento social en los territorios, declaró este domingo a la AFP un ministro palestino.
"Transmití al Gobierno israelí, a través de su Ministerio de Defensa, la solicitud oficial de la Autoridad Palestina de reabrir el protocolo de París, que es incompatible con la situación económica actual", afirmó el ministro de Asuntos Civiles, Husein Al Sheij.
El ministro precisó que actuó por sugerencia del presidente palestino, Mahmud Abas, coincidiendo con que miles de manifestantes desfilaron estos últimos días en las grandes ciudades de Cisjordania para protestar contra las recientes subidas de la gasolina y los alimentos.
"El presidente me pidió, en tanto que jefe de los Asuntos Civiles, que dirija a los israelíes una solicitud oficial con el fin de reexaminar, ajustar y modificar cuanto antes el Protocolo de París", explicó Al Cheij.
El ministro de Asuntos Civiles explicó que las enmiendas reclamadas buscan ayudar a los palestinos "en una situación económica complicada".
"Esperamos la respuesta de los israelíes y si aprueban (la petición), el departamento de negociaciones (de la OLP) y otros grupos especializados formarán un comité para iniciar discusiones sobre las enmiendas", explicó el domingo el ministro de Asuntos Civiles.
El Ministerio israelí de Defensa, encargado de la coordinación con la Autoridad Palestina, no ha hecho ningún comentario.
Firmado el 29 de abril de 1994 en París, después de los acuerdos de autonomía de Oslo (1993), este "protocolo económico sobre las relaciones económicas entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)" otorga una libertad económica limitada a los palestinos.
En septiembre de 2011, el presidente Abas había dicho que quería enmendar el protocolo de París, que calificó de "injusto" porque "contiene restricciones que afectan a la economía palestina e impide su desarrollo".
Este acuerdo prevé sobre todo la retrocesión por Israel de las tasas adeudadas a la Autoridad Palestina, que representan dos tercios de los ingresos presupuestarios de la Autoridad.
El Gobierno de Benjamin Netanyahu se sirve a intervalos regulares de esta cláusula como amenaza para presionar a las Autoridad Palestina.
La ola de protestas sociales en Cisjordania, según ciertos analistas palestinos, evoca una réplica palestina de la "Primavera árabe".
El domingo, unos sesenta camiones bloquearon más de una hora el acceso al centro de Ramalá para protestar contra la subida de la gasolina, constató la AFP.
Los sindicatos del transporte planean una huelga general este lunes.
En Naplusa, capital del norte de Cisjordania, unos 200 manifestantes pidieron la renuncia del primer ministro Salam Fayad, al grito de "la invasión (israelí) no nos dejó hambrientos, Fayad sí".
Miembros del Gobierno Fayad se reunió la noche del domingo por espacio de cuatro horas con un centenar de representantes del sector privado y de la sociedad civil, sobre todo sindicalistas y docentes, para discutir de la crisis financiera de la Autoridad Palestina.
Los participantes recomendaron sobre todo una bajada de precios de ciertos productos y el pago a tiempo de los salarios. Estas recomendaciones serán sometidas el martes al Gabinete palestino en su reunión semanal.
La Autoridad Palestina vive según varios ministros "su peor crisis financiera" desde su creación en 1994, a causa del mantenimiento de las restricciones israelíes y de la reducción de la ayuda internacional, en particular la de países árabes.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, con gesto pensativo durante la inauguración de un hospital en la localidad cisjordana de Yenín, el pasado 28 de julio.