Londres y Berlín encabezan el bloqueo al presupuesto europeo hasta 2020
La propuesta de la presidencia chipriota amenaza con dejar sin fondos de ayuda regionales a Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia
Luis Doncel
Bruselas, El País
La madre de todas las batallas europeas acaba de empezar. Los líderes llevan meses empeñados en dejar para el final el punto más espinoso de cualquier negociación: el dinero. Pero el momento ya ha llegado; y el bloque de países que aportan a las arcas comunitarias más de lo que reciben —encabezados por Reino Unido y por Alemania— han dejado claro que no piensan tolerar un aumento del Presupuesto de la UE para los próximos siete años. La presidencia chipriota —que había propuesto dejar fuera de las ayudas regionales a Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia— ve cómo se aleja su objetivo de cerrar la negociación en la cumbre del 22 y 23 de noviembre.
Londres y sus aliados exigen recortes en el Presupuestos para el periodo 2014-2020. Los receptores netos de ayudas —grupo en el que está España, aunque todo apunta a que este año será el primero en el que aporte más dinero del que reciba— argumentan que precisamente en un periodo de crisis es cuando más falta hacen las políticas de cohesión y solidaridad.
El combate entre partidarios de la austeridad y de las políticas de crecimiento tuvo varios portavoces. “El nivel de gasto total propuesto por la Comisión debe ajustarse a la baja. Los recortes deben afectar a todas las partidas y en particular al gasto administrativo, reduciendo por ejemplo el número de funcionarios”, dijo el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Alexander Stubb. Apoyan estas palabras los representantes de los países del norte: Reino Unido, Alemania, Holanda, Austria, Italia, Suecia y Dinamarca, además de Chipre, país que ostenta la presidencia de turno. “Una congelación es ya una oferta generosa. Cualquier otra cosa será inaceptable en el actual clima nacional de recortes y ahorros”, dijo el representante británico, David Lidignton.
En el otro lado del ring, están los defensores de la cohesión. “No hay margen para más reducciones”, resumió el portavoz de Eslovaquia. Le apoyan en sus pretensiones España, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía y Eslovenia. “Hay que tener en cuenta la crisis y ayudar a los países que están en peor situación”, abundó el secretario de Estado español para la UE, Íñigo Méndez de Vigo.
La última propuesta de los chipriotas, aún sin cifras concretas, reclama recortes en todas las partidas sobre el proyecto enviado por la Comisión, que preveía un gasto de 971.000 millones de euros, un 5% más que en las actuales perspectivas financieras.
La última propuesta de los chipriotas, aún sin cifras concretas, reclama recortes en todas las partidas sobre el proyecto enviado por la Comisión
En España preocupa especialmente la posibilidad de que las regiones en transición (las que tienen un nivel de riqueza por habitante de entre el 75% y el 90% de la media de la UE) se queden sin ayudas. De triunfar esta iniciativa, solo Extremadura seguiría recibiendo los fondos. Los planes de Chipre impactarían con dureza en Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia, comunidades que con la propuesta comunitaria sí que mantendrían buena parte de las ayudas.
Estas escaramuzas suponen tan solo el comienzo de las negociaciones que, según los planes de la Comisión, deberían culminar este año con el diseño de las líneas generales del presupuesto plurianual. A lo largo de 2013, los Gobiernos se dedicarían a concretar cuánto dinero se destinará a cada partida durante los próximos siete años. Pero si incluso los pasos preliminares llegan con retraso, todo el proceso amenaza con estancarse.
Las disputas entre países ricos y pobres se convierten en otro elemento más de división en una UE que ya ha presentado puntos de vista contradictorios en asuntos tan importantes como la unión bancaria o las recetas necesarias para sacar al euro del callejón sin salida en el que lleva tres años.
Luis Doncel
Bruselas, El País
La madre de todas las batallas europeas acaba de empezar. Los líderes llevan meses empeñados en dejar para el final el punto más espinoso de cualquier negociación: el dinero. Pero el momento ya ha llegado; y el bloque de países que aportan a las arcas comunitarias más de lo que reciben —encabezados por Reino Unido y por Alemania— han dejado claro que no piensan tolerar un aumento del Presupuesto de la UE para los próximos siete años. La presidencia chipriota —que había propuesto dejar fuera de las ayudas regionales a Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia— ve cómo se aleja su objetivo de cerrar la negociación en la cumbre del 22 y 23 de noviembre.
Londres y sus aliados exigen recortes en el Presupuestos para el periodo 2014-2020. Los receptores netos de ayudas —grupo en el que está España, aunque todo apunta a que este año será el primero en el que aporte más dinero del que reciba— argumentan que precisamente en un periodo de crisis es cuando más falta hacen las políticas de cohesión y solidaridad.
El combate entre partidarios de la austeridad y de las políticas de crecimiento tuvo varios portavoces. “El nivel de gasto total propuesto por la Comisión debe ajustarse a la baja. Los recortes deben afectar a todas las partidas y en particular al gasto administrativo, reduciendo por ejemplo el número de funcionarios”, dijo el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Alexander Stubb. Apoyan estas palabras los representantes de los países del norte: Reino Unido, Alemania, Holanda, Austria, Italia, Suecia y Dinamarca, además de Chipre, país que ostenta la presidencia de turno. “Una congelación es ya una oferta generosa. Cualquier otra cosa será inaceptable en el actual clima nacional de recortes y ahorros”, dijo el representante británico, David Lidignton.
En el otro lado del ring, están los defensores de la cohesión. “No hay margen para más reducciones”, resumió el portavoz de Eslovaquia. Le apoyan en sus pretensiones España, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía y Eslovenia. “Hay que tener en cuenta la crisis y ayudar a los países que están en peor situación”, abundó el secretario de Estado español para la UE, Íñigo Méndez de Vigo.
La última propuesta de los chipriotas, aún sin cifras concretas, reclama recortes en todas las partidas sobre el proyecto enviado por la Comisión, que preveía un gasto de 971.000 millones de euros, un 5% más que en las actuales perspectivas financieras.
La última propuesta de los chipriotas, aún sin cifras concretas, reclama recortes en todas las partidas sobre el proyecto enviado por la Comisión
En España preocupa especialmente la posibilidad de que las regiones en transición (las que tienen un nivel de riqueza por habitante de entre el 75% y el 90% de la media de la UE) se queden sin ayudas. De triunfar esta iniciativa, solo Extremadura seguiría recibiendo los fondos. Los planes de Chipre impactarían con dureza en Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia, comunidades que con la propuesta comunitaria sí que mantendrían buena parte de las ayudas.
Estas escaramuzas suponen tan solo el comienzo de las negociaciones que, según los planes de la Comisión, deberían culminar este año con el diseño de las líneas generales del presupuesto plurianual. A lo largo de 2013, los Gobiernos se dedicarían a concretar cuánto dinero se destinará a cada partida durante los próximos siete años. Pero si incluso los pasos preliminares llegan con retraso, todo el proceso amenaza con estancarse.
Las disputas entre países ricos y pobres se convierten en otro elemento más de división en una UE que ya ha presentado puntos de vista contradictorios en asuntos tan importantes como la unión bancaria o las recetas necesarias para sacar al euro del callejón sin salida en el que lleva tres años.