Liga de Campeones: Las imprecisiones condenan al Valencia en Múnich
Munich, As
Pescar en Múnich era algo prácticamente impensable para muchos valencianistas cuando salieron emparejados junto al BATE y Lille. Por historia, por juego e incluso por recursos económicos. Pero pocos valencianistas pronosticabas un partido como el que se vio esta noche en Allianz Arena. Un partido que el Valencia perdió por sus propios errores. Fueron numerosos y nocivos para un equipo bien plantado atrás pero incapaz de salir con el balón jugado. En defensa del Valencia y de Pellegrino hay que recordar que la medular sigue infectada por el mal de las lesiones. El técnico argentino se vio obligado a tejer una telaraña en el centro del campo con Parejo, Tino Costa y la ayuda de Jonas para combatir el poderío físico alemán y en cierta manera lo consiguieron, pero fue a la hora de salir con el balón jugado cuando el Valencia sucumbió. Los dos goles del Bayern, Schweinsteiger y Kroos, llegaron por errores en el centro del campo (Jonas en el primero y Feghouli en el segundo). Al final del partido Valdez, el mejor del Valencia, puso algo de emoción a un partido que también sirvió para ver el debut de Javi Martínez como titular del equipo bávaro. El español tuvo 70 minutos para demostrar que no desentona en el centro del campo junto a Schweinsteiger. Se ofreció en todo momento como vía de escape al juego alemás y además se atrevió a buscar a Alves en una ocasión.
De antemano el pistoletazo de salida del Valencia no se iba a producir en un lugar idílico, pero la Liga de Campeones se alimenta de sueños e ilusión. Y el Valencia tiene una nueva oportunidad de regresar a la senda triunfal de hace una década, cuando disputó dos finales consecutivas en la máxima competición continental. Precisamente una de ellas, la del 2001, fue un 'all-in' resuelto en los penaltis ante el rival de esta noche. Lo perdió y desde entonces las actuaciones valencianistas en este torneo no han ido tan lejos.
Al contrario que el Bayern de Múnich que lleva dos años mirando de reojo a la 'orejona' pero sin llegar a palparla. Los bávaros no cejan en su empeño y este año han roto la hucha por un Javi Martínez que esta noche vivió su primera titularidad. Justo al revés que el Valencia que año tras año se cose los descosidos como buenamente puede. Pellegrino, el sastre del traje de esta temporada y protagonista de aquella fatídica tanda de penaltis, no se achantó y buscó venganza sin abandonar los ideales del Valencia. Soldado y Jonas en ataque y Dani Parejo y Tino Costa en el centro para gripar la maquinaria alemana. Aunque el brasileño estuvo más concentrado en tapar y achicar que en buscar la puerta de Neuer. Porque el Bayern de Múnich acaparó todo el protagonismo desde el inicio. Tampoco sorprendió. El equipo de Heynckes mimó el cuero desde el inicio incrementando el voltaje cuando el balón caía en los pies de Ribéry y Robben. Cuando las descargas desde las alas no fructificaban, las alternativas alemanas pasaban por los disparos lejanos y ahí Toni Kroos emergía desde la frontal para comprobar la fiabilidad de Diego Alves.
El impecable trabajo de contención hizo que el Valencia apenas tuviera tiempo para pensar en atacar. Lo intentó en alguna ocasión pero el balón apenas le duraba bien por la presión del Bayern o por la imprecisión en los pases de los valencianistas. Lo avisaba Pellegrino en la previa: "El error sería un excesivo respeto. Debemos cometer los menores errores posibles". Y no andaba mal encaminado cuando se trataba de Tino Costa y Dani Parejo. Es fácil disparar contra los únicos centrocampistas de garantías ahora mismo disponibles en el Valencia pero lo cierto es que desde la medular no salió nada potable en la primera parte y lo que es peor, a veces contaminaban al equipo con pérdidas. Y el Bayern, que saliva como un San Bernardo ante estos premios, no tardó en aprovecharse. Una pérdida de Jonas puso en funcionamiento la veloz máquina del contragolpe para llegar en pocos segundos al área del Valencia por donde apareció Schweinsteiger para soltar un latigazo que tocó en Cissokho antes de batir a Alves.
Mejor cara tras el descanso pero mismas dolencias
El Valencia se sacudió los nervios en la segunda parte e incluso probó al fin a Neuer con dos disparos de Tino Costa aunque sin ocasionar peligro. Con Valdez ya sobre el césped de Múnich (entró por Jonas) el equipo de Pellegrino ganó en precisión, velocidad y agresividad. De sus botas nació la ocasión más clara al meter un balón al espacio por donde llegó como un tiro Feghouli pero su disparo no vio puerta. Pero el Bayern no tembló ante el avance de líneas valencianistas porque confiaban en otro despiste para clavar el estoque final. Y el deseo fue concedido por Feghouli a falta de quince minutos para final y Toni Kroos recogió el guante con un derechazo seco que se coló por la escuadra de Alves. Tanta insistencia desde la frontal del joven de Greifswald tuvo su merecido premio.
Puesto a recibir premios a la insistencia, Valdez también se llevó el suyo. En el descuento acortó distancias al elevarse sobre la defensa y cabecear a las mallas para poner algo de emoción. Quedaban 120 segundos para buscar la proeza pero se invirtieron en la expulsión de Rami por un agarrón dentro del área que sobredimensionó Robben y en el lanzamiento que erró Manndzukic ante el 'parapenaltis' Alves.
Pescar en Múnich era algo prácticamente impensable para muchos valencianistas cuando salieron emparejados junto al BATE y Lille. Por historia, por juego e incluso por recursos económicos. Pero pocos valencianistas pronosticabas un partido como el que se vio esta noche en Allianz Arena. Un partido que el Valencia perdió por sus propios errores. Fueron numerosos y nocivos para un equipo bien plantado atrás pero incapaz de salir con el balón jugado. En defensa del Valencia y de Pellegrino hay que recordar que la medular sigue infectada por el mal de las lesiones. El técnico argentino se vio obligado a tejer una telaraña en el centro del campo con Parejo, Tino Costa y la ayuda de Jonas para combatir el poderío físico alemán y en cierta manera lo consiguieron, pero fue a la hora de salir con el balón jugado cuando el Valencia sucumbió. Los dos goles del Bayern, Schweinsteiger y Kroos, llegaron por errores en el centro del campo (Jonas en el primero y Feghouli en el segundo). Al final del partido Valdez, el mejor del Valencia, puso algo de emoción a un partido que también sirvió para ver el debut de Javi Martínez como titular del equipo bávaro. El español tuvo 70 minutos para demostrar que no desentona en el centro del campo junto a Schweinsteiger. Se ofreció en todo momento como vía de escape al juego alemás y además se atrevió a buscar a Alves en una ocasión.
De antemano el pistoletazo de salida del Valencia no se iba a producir en un lugar idílico, pero la Liga de Campeones se alimenta de sueños e ilusión. Y el Valencia tiene una nueva oportunidad de regresar a la senda triunfal de hace una década, cuando disputó dos finales consecutivas en la máxima competición continental. Precisamente una de ellas, la del 2001, fue un 'all-in' resuelto en los penaltis ante el rival de esta noche. Lo perdió y desde entonces las actuaciones valencianistas en este torneo no han ido tan lejos.
Al contrario que el Bayern de Múnich que lleva dos años mirando de reojo a la 'orejona' pero sin llegar a palparla. Los bávaros no cejan en su empeño y este año han roto la hucha por un Javi Martínez que esta noche vivió su primera titularidad. Justo al revés que el Valencia que año tras año se cose los descosidos como buenamente puede. Pellegrino, el sastre del traje de esta temporada y protagonista de aquella fatídica tanda de penaltis, no se achantó y buscó venganza sin abandonar los ideales del Valencia. Soldado y Jonas en ataque y Dani Parejo y Tino Costa en el centro para gripar la maquinaria alemana. Aunque el brasileño estuvo más concentrado en tapar y achicar que en buscar la puerta de Neuer. Porque el Bayern de Múnich acaparó todo el protagonismo desde el inicio. Tampoco sorprendió. El equipo de Heynckes mimó el cuero desde el inicio incrementando el voltaje cuando el balón caía en los pies de Ribéry y Robben. Cuando las descargas desde las alas no fructificaban, las alternativas alemanas pasaban por los disparos lejanos y ahí Toni Kroos emergía desde la frontal para comprobar la fiabilidad de Diego Alves.
El impecable trabajo de contención hizo que el Valencia apenas tuviera tiempo para pensar en atacar. Lo intentó en alguna ocasión pero el balón apenas le duraba bien por la presión del Bayern o por la imprecisión en los pases de los valencianistas. Lo avisaba Pellegrino en la previa: "El error sería un excesivo respeto. Debemos cometer los menores errores posibles". Y no andaba mal encaminado cuando se trataba de Tino Costa y Dani Parejo. Es fácil disparar contra los únicos centrocampistas de garantías ahora mismo disponibles en el Valencia pero lo cierto es que desde la medular no salió nada potable en la primera parte y lo que es peor, a veces contaminaban al equipo con pérdidas. Y el Bayern, que saliva como un San Bernardo ante estos premios, no tardó en aprovecharse. Una pérdida de Jonas puso en funcionamiento la veloz máquina del contragolpe para llegar en pocos segundos al área del Valencia por donde apareció Schweinsteiger para soltar un latigazo que tocó en Cissokho antes de batir a Alves.
Mejor cara tras el descanso pero mismas dolencias
El Valencia se sacudió los nervios en la segunda parte e incluso probó al fin a Neuer con dos disparos de Tino Costa aunque sin ocasionar peligro. Con Valdez ya sobre el césped de Múnich (entró por Jonas) el equipo de Pellegrino ganó en precisión, velocidad y agresividad. De sus botas nació la ocasión más clara al meter un balón al espacio por donde llegó como un tiro Feghouli pero su disparo no vio puerta. Pero el Bayern no tembló ante el avance de líneas valencianistas porque confiaban en otro despiste para clavar el estoque final. Y el deseo fue concedido por Feghouli a falta de quince minutos para final y Toni Kroos recogió el guante con un derechazo seco que se coló por la escuadra de Alves. Tanta insistencia desde la frontal del joven de Greifswald tuvo su merecido premio.
Puesto a recibir premios a la insistencia, Valdez también se llevó el suyo. En el descuento acortó distancias al elevarse sobre la defensa y cabecear a las mallas para poner algo de emoción. Quedaban 120 segundos para buscar la proeza pero se invirtieron en la expulsión de Rami por un agarrón dentro del área que sobredimensionó Robben y en el lanzamiento que erró Manndzukic ante el 'parapenaltis' Alves.