La UE lamenta que la oposición siria "no es una alternativa real al régimen"

Estrasburgo, EP
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha advertido de que la crisis en Siria ha llegado a una situación de estancamiento "muy peligrosa", ha recordado la postura unánime de los Veintisiete de que el presidente sirio, Bashar al Assad "debe dimitir" y de que hay que ver "avanzar" el proceso de transición política, pero ha lamentado que hoy por hoy la oposición actual "no es una alternativa real al régimen" por la fragmentación de los grupos.

Ashton ha insistido, no obstante, en que la UE "necesita apoyar a la oposición" para que se unan "en un Gobierno de transición listo para avanzar", en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo sobre la crisis siria.

"Esperar no es una opción. El pueblo sirio ha esperado demasiado tiempo. Tenemos que estar preparados para el momento post-conflicto", ha explicado, tras advertir de que si el actual estancamiento se prolonga mucho tiempo habrá efectos devastadores no sólo para Siria sino para el conjunto de la región. "Tenemos que cambiar nuestro enfoque", ha recalcado.

La jefa de la diplomacia europea ha explicado que ya han comenzado a "planificar" la transición, "preparando una serie de acciones a nivel de la UE en la que podamos aportar un valor añadido desde el día uno" en coordinación con los Estados miembros y las organizaciones internacionales.

"Esto incluye garantizar que la UE tiene la capacidad para aumentar su presencia en Siria lo antes posible, en cuanto la situación lo permita. Significa liderar y trabajar para mecanismos de coordinación de los donantes eficaces y comenzar a preparar una evaluación muy rápida de las necesidades post-conflicto. Todo esto ya se está haciendo", ha explicado, insistiendo en que la UE debe "reservar fondos" y "buscar recursos" para apoyar la transición.

También ha evocado la amenaza seria que plantean las armas químicas en Siria y ha confiado en que todavía se pueda encontrar "una solución política" a la crisis que sea apoyada por "todos" los actores clave. En este sentido, ha subrayado que espera que la semana de la Asamblea General de la ONU sea una oportunidad para "encontrar una base común" para apoyar los esfuerzos del nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi.

La alta representante ha avanzado que en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, se reunirá con Brahimi, así como con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, entre otros.

En su turno de réplica, Ashton ha rechazado las críticas de varios eurodiputados por la inacción de la UE en la crisis siria, sobre todo a la hora de apoyar la creación de una zona de exclusión aérea, zonas seguras y corredores humanitarios sobre el terreno.

"Tenemos que encontrar soluciones que sepamos que van a funcionar", ha zanjado, insistiendo en que la UE busca "una solución política" que evite "una escalada" del conflicto.

"Cada idea que han presentado la hemos evaluado y muchas más", ha asegurado, recalcando en que una zona de exclusión aérea "se hace usando medios militares". "Hay que reconocer el tamaño y escala de lo que se pide", ha advertido.

NUEVAS SANCIONES, SIN DILACIÓN

Ashton ha recordado el acuerdo de los Veintisiete para imponer nuevas sanciones contra el régimen "sin dilación". "El trabajo ya ha comenzado para ver qué más podemos hacer", ha explicado, insistiendo en que "hay que mantener la presión económica" sobre Damasco, al tiempo que ha defendido la necesidad de garantizar que los crímenes de lesa humanidad cometidos en Siria no queden impunes. "Estas atrocidades no pueden quedarse sin castigo", ha asegurado.

Asimismo, ha subrayado la urgencia humanitaria sobre el terreno y ha avanzado que la UE ofrecerá financiación "adicional" más allá de los 50 millones de euros extra aprobados la semana pasada para Siria y para apoyar a los países vecinos que acogen a más de 200.000 refugiados sirios. Bruselas y los Estados miembros han destinado ya alrededor de 240 millones para Siria.