La Liga española enferma: menos público y menos dinero
Luis Nieto, As
El fútbol necesita un rescate o, al menos, rescatarse a sí mismo". José María Gay de Liébana, profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Barcelona, añadió este pronóstico a la visión apocalíptica sobre el fútbol español que presentó el jueves. Y todos los indicativos ponen música a su pesimismo documentado.
En las cuatro primeras jornadas de Liga han acudido 1.002.983 espectadores (falta por disputarse el aplazado Betis-Atlético) a los estadios de Primera, 136.000 menos (12%) que hace un año y 144.000 menos que hace tres. El Getafe, que ya recibió a Madrid y Barça, vio como el Coliséum se quedaba en media entrada en ambos choques. Los precios (entre 50 y 60 euros la entrada más barata y 120 la más cara) se volvieron en su contra. El Madrid no fue capaz de llenar el Sánchez Pizjuán y el Barça también dejó cemento en Pamplona.
Tampoco han ayudado en el inicio el calendario y los horarios. El pistoletazo de la Liga a mediados de agosto ha penalizado la asistencia. Los partidos a las 23:00 horas, también. En la primera jornada, los choques que se jugaron en esa franja tan poco infantil registraron un 52,93% de asientos vacíos.
Los expertos opinan que el duopolio Madrid-Barça es un factor que acentúa la depresión de la Liga. En la campaña 2007-2008, sus presupuestos suponían el 43,38% de toda la categoría. En esta superan el 53%. Su previsiones siguen creciendo mientras el presupuesto global cae por primera vez en los últimos cinco años (un 6%). El Barça recibirá hoy al Granada, cuyos ingresos son veinte veces inferiores. El Madrid, en términos económicos, es treinta veces el Rayo Vallecano, su rival de mañana. "El futuro pasa por la venta conjunta de los derechos de televisión. La Liga ingresa entre 600 y 640 millones anuales y podría llegar, con esa fórmula, a 900, ofreciendo paquetes a los mercados nacional, europeo, norteamericano, latino y asiático", defiende Gay de Liébana. "De aquí a tres años no quedará ninguna estrella en la Liga, salvo las de Madrid y Barça", aventuró Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid. "En la Premier League, la relación entre el peor y el mejor pagado es de 1 a 1,5. Aquí, dos cobran 140 millones y el siguiente, 40", explica.
Al fútbol le cuesta encontrar créditos y eso se traduce en la fuga de futbolistas. Manuel Llorente, presidente del Valencia, admitió ayer mismo que tendrá que seguir vendiendo a sus estrellas tras conocer que Bankia se apeaba del proyecto del nuevo Mestalla. De hecho, la Liga ha pasado de ser el segundo campeonato más inversor en fichajes en 2009 al sexto, por detrás de Inglaterra, Italia, Alemania, Francia y la emergente Rusia. Este verano sólo gastó 128 millones, un 65% menos que el año anterior. Cinco clubes (Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla y Granada) acapararon el 82% de esa cifra. Otros cinco se reforzaron a coste cero, con jugadores prestados o libres, y ocho más gastaron tres millones o menos.
El Estado, obligado a recortes, le ha impuesto al fútbol un exigente plan de pago de sus deudas con Hacienda y ya le anuncia un recorte en el porcentaje que recibe de las quinielas (10%). "El fútbol padece dos crisis: la general y la que él mismo ha generado viviendo por encima de sus posibilidades", concluye Gil de Liébana. La economía de guerra ha tomado la Liga.
El fútbol necesita un rescate o, al menos, rescatarse a sí mismo". José María Gay de Liébana, profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Barcelona, añadió este pronóstico a la visión apocalíptica sobre el fútbol español que presentó el jueves. Y todos los indicativos ponen música a su pesimismo documentado.
En las cuatro primeras jornadas de Liga han acudido 1.002.983 espectadores (falta por disputarse el aplazado Betis-Atlético) a los estadios de Primera, 136.000 menos (12%) que hace un año y 144.000 menos que hace tres. El Getafe, que ya recibió a Madrid y Barça, vio como el Coliséum se quedaba en media entrada en ambos choques. Los precios (entre 50 y 60 euros la entrada más barata y 120 la más cara) se volvieron en su contra. El Madrid no fue capaz de llenar el Sánchez Pizjuán y el Barça también dejó cemento en Pamplona.
Tampoco han ayudado en el inicio el calendario y los horarios. El pistoletazo de la Liga a mediados de agosto ha penalizado la asistencia. Los partidos a las 23:00 horas, también. En la primera jornada, los choques que se jugaron en esa franja tan poco infantil registraron un 52,93% de asientos vacíos.
Los expertos opinan que el duopolio Madrid-Barça es un factor que acentúa la depresión de la Liga. En la campaña 2007-2008, sus presupuestos suponían el 43,38% de toda la categoría. En esta superan el 53%. Su previsiones siguen creciendo mientras el presupuesto global cae por primera vez en los últimos cinco años (un 6%). El Barça recibirá hoy al Granada, cuyos ingresos son veinte veces inferiores. El Madrid, en términos económicos, es treinta veces el Rayo Vallecano, su rival de mañana. "El futuro pasa por la venta conjunta de los derechos de televisión. La Liga ingresa entre 600 y 640 millones anuales y podría llegar, con esa fórmula, a 900, ofreciendo paquetes a los mercados nacional, europeo, norteamericano, latino y asiático", defiende Gay de Liébana. "De aquí a tres años no quedará ninguna estrella en la Liga, salvo las de Madrid y Barça", aventuró Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid. "En la Premier League, la relación entre el peor y el mejor pagado es de 1 a 1,5. Aquí, dos cobran 140 millones y el siguiente, 40", explica.
Al fútbol le cuesta encontrar créditos y eso se traduce en la fuga de futbolistas. Manuel Llorente, presidente del Valencia, admitió ayer mismo que tendrá que seguir vendiendo a sus estrellas tras conocer que Bankia se apeaba del proyecto del nuevo Mestalla. De hecho, la Liga ha pasado de ser el segundo campeonato más inversor en fichajes en 2009 al sexto, por detrás de Inglaterra, Italia, Alemania, Francia y la emergente Rusia. Este verano sólo gastó 128 millones, un 65% menos que el año anterior. Cinco clubes (Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla y Granada) acapararon el 82% de esa cifra. Otros cinco se reforzaron a coste cero, con jugadores prestados o libres, y ocho más gastaron tres millones o menos.
El Estado, obligado a recortes, le ha impuesto al fútbol un exigente plan de pago de sus deudas con Hacienda y ya le anuncia un recorte en el porcentaje que recibe de las quinielas (10%). "El fútbol padece dos crisis: la general y la que él mismo ha generado viviendo por encima de sus posibilidades", concluye Gil de Liébana. La economía de guerra ha tomado la Liga.