El Valencia impuso su juego dirigido por Fernando Gago
Valencia, EFE
El Valencia ganó al Zaragoza por 2-0 en un encuentro en el que impuso, con el argentino Fernando Gago al frente, su juego tanto durante la primera hora de partido como en la última media, en la que estuvo con un hombre menos tras la expulsión de Feghouli.
El Zaragoza se dejó ver en los minutos finales del primer tiempo y se hizo con el balón cuando tenía un hombre más, pero nunca dio la sensación de poder sumar ante un rival que le hizo un gol en cada tiempo, que dispuso de varias ocasiones para ganar con más amplitud y que por primera vez este año acabó con la portería a cero. Desde el principio la mejor noticia para el Valencia fue la presencia de Gago. El jugador argentino dio al equipo el equilibrio que le había faltado en los últimos partidos.
La mejoría del Valencia, unida al gol de Feghouli antes del cuarto de hora, dieron aplomo al equipo local y crearon dificultades al Zaragoza, al que le costaba hilvanar su juego. Sus llegadas a la meta de Guaita se producían casi siempre en jugadas a balón parado y con poco peligro. Pasado el minuto 30 y tras una acción en la que los jugadores locales reclamaron penalti por un derribo a Joao Pereira, el partido cambió y el Zaragoza asumió el protagonismo que hasta entonces había sido del equipo local.
Sus jugadores del centro del campo se hicieron con el balón y sus delanteros dispusieron de alguna ocasión en la lanzamientos lejanos de Montañés o Postiga, en una fase del partido en el que suya fue la iniciativa. Así se llegó al descanso tras una primera parte de superioridad local, pero que concluyó con el mejor juego hasta ese momento del conjunto aragonés.
El inicio de la segunda parte estuvo marcada por la ocasión más clara del Zaragoza hasta ese momento, en un balón de Víctor al larguero, poco antes de que el valencianista Joao Pereira se viera obligado a retirarse lesionado. La réplica a la oportunidad de Víctor fue un balón de Jonas al poste (m.55) en una fase del partido más abierta y de ida y vuelta que la primera parte, con opciones ante ambas porterías. Tan cerca estaba el 2-0 como el 1-1, pero llegó el segundo gol local.
Una penetración de Soldado y Barragán propició el 2-0 marcado por Viera, pero la inmediata expulsión de Feghouli, con casi media hora de juego por delante, hizo el que partido continuara abierto. El Valencia pasó a jugar con un 4-4-1, con Soldado sólo en punta, y a tratar de dormir el partido, mientras que el Zaragoza quiso adueñarse del balón y meterse en el encuentro con un gol. Con la intención de conseguirlo, su técnico, Manolo Jiménez, dio entrada a Movilla y Edu Oriol.
El Zaragoza hizo notar su superioridad más en la posesión de la pelota que en la creación de peligro, pero el Valencia dispuso de sus opciones a la contra y cerca estuvo de lograr el tercer gol y redondear el marcado de un partido en el que sufrió, pero en el que, en términos generales, fue mejor que el conjunto aragonés. Al final, el Valencia manejó el ritmo del partido con mucha solidaridad defensiva y al Zaragoza le faltaron argumentos para poner nervioso al equipo local.
El Valencia ganó al Zaragoza por 2-0 en un encuentro en el que impuso, con el argentino Fernando Gago al frente, su juego tanto durante la primera hora de partido como en la última media, en la que estuvo con un hombre menos tras la expulsión de Feghouli.
El Zaragoza se dejó ver en los minutos finales del primer tiempo y se hizo con el balón cuando tenía un hombre más, pero nunca dio la sensación de poder sumar ante un rival que le hizo un gol en cada tiempo, que dispuso de varias ocasiones para ganar con más amplitud y que por primera vez este año acabó con la portería a cero. Desde el principio la mejor noticia para el Valencia fue la presencia de Gago. El jugador argentino dio al equipo el equilibrio que le había faltado en los últimos partidos.
La mejoría del Valencia, unida al gol de Feghouli antes del cuarto de hora, dieron aplomo al equipo local y crearon dificultades al Zaragoza, al que le costaba hilvanar su juego. Sus llegadas a la meta de Guaita se producían casi siempre en jugadas a balón parado y con poco peligro. Pasado el minuto 30 y tras una acción en la que los jugadores locales reclamaron penalti por un derribo a Joao Pereira, el partido cambió y el Zaragoza asumió el protagonismo que hasta entonces había sido del equipo local.
Sus jugadores del centro del campo se hicieron con el balón y sus delanteros dispusieron de alguna ocasión en la lanzamientos lejanos de Montañés o Postiga, en una fase del partido en el que suya fue la iniciativa. Así se llegó al descanso tras una primera parte de superioridad local, pero que concluyó con el mejor juego hasta ese momento del conjunto aragonés.
El inicio de la segunda parte estuvo marcada por la ocasión más clara del Zaragoza hasta ese momento, en un balón de Víctor al larguero, poco antes de que el valencianista Joao Pereira se viera obligado a retirarse lesionado. La réplica a la oportunidad de Víctor fue un balón de Jonas al poste (m.55) en una fase del partido más abierta y de ida y vuelta que la primera parte, con opciones ante ambas porterías. Tan cerca estaba el 2-0 como el 1-1, pero llegó el segundo gol local.
Una penetración de Soldado y Barragán propició el 2-0 marcado por Viera, pero la inmediata expulsión de Feghouli, con casi media hora de juego por delante, hizo el que partido continuara abierto. El Valencia pasó a jugar con un 4-4-1, con Soldado sólo en punta, y a tratar de dormir el partido, mientras que el Zaragoza quiso adueñarse del balón y meterse en el encuentro con un gol. Con la intención de conseguirlo, su técnico, Manolo Jiménez, dio entrada a Movilla y Edu Oriol.
El Zaragoza hizo notar su superioridad más en la posesión de la pelota que en la creación de peligro, pero el Valencia dispuso de sus opciones a la contra y cerca estuvo de lograr el tercer gol y redondear el marcado de un partido en el que sufrió, pero en el que, en términos generales, fue mejor que el conjunto aragonés. Al final, el Valencia manejó el ritmo del partido con mucha solidaridad defensiva y al Zaragoza le faltaron argumentos para poner nervioso al equipo local.