El Papa pide el cese de la exportación de armas a Siria
Beirut, EP
Benedicto XVI ha asegurado este viernes que debe cesar el envío de armas a Siria ya que "sin armas la guerra no podría continuar" al tiempo que ha remarcado que en lugar del envío de armas, que es "un pecado grave", se deberían remitir "ideas, la paz, la creatividad, aceptar a los otros en la diversidad".
"Es necesario promover todos los gestos posibles, también materiales, para favorecer el fin de la guerra y de la violencia, de modo que todos puedan reconstruir el país", ha asegurado a los periodistas que le acompañaban en el avión en su viaje a Beirut.
En este sentido, ha resaltado la necesidad de "rezar por Oriente Próximo, por los cristianos y musulmanes mostrando la posibilidad de diálogo y de soluciones". Así, ha señalado la importancia de "difundir siempre el mensaje de la paz, aclarar que la violencia no resuelve nunca un problema y reforzar las fuerzas de la paz".
DIÁLOGO Y PAZ
En su opinión, los periodistas "pueden ayudar mucho mostrando como la violencia destruye, no construye, no es útil para nadie", según informa Radio Vaticana.
En todo caso, ha asegurado que nadie le ha aconsejado renunciar a este viaje ni que él tampoco ha contemplado esta hipótesis, porque sabe que "cuando la situación se hace más complicada es aún más necesario ofrecer un signo de fraternidad, de ánimo y de solidaridad". Por ello, ha destacado que el objetivo de su viaje es "invitar al diálogo, invitar a la paz contra la violencia, trabajar juntos para encontrar soluciones a los problemas".
Además, ha remarcado que "el fundamentalismo es siempre una falsificación de la religión y va contra el sentido de la religión. Benedicto XVI ha invitado a difundir la paz de Dios en el mundo". "El compromiso de la Iglesia y de las religiones es aquel de cumplir una purificación de estas tentaciones, iluminar las conciencias y hacer de tal manera que cada uno tenga una imagen clara de Dios ya que debemos respetarnos unos a los otros", ha añadido.
En este sentido, el Papa ha apuntado que "el mensaje fundamental de la religión debe estar contra la violencia, que es una falsificación como el fundamentalismo, debe ser la educación, la iluminación y la purificación de las conciencias, para favorecer el dialogo, la reconciliación y la paz".
También ha señalado que "la primavera árabe es una cosa positiva" en el sentido de poseer "un deseo de mayor democracia, mayor libertad, mayor cooperación y de una renovada identidad árabe. A su juicio, este "grito de la libertad" que viene de una juventud más formada cultural y profesionalmente, que desea una mayor participación en la vida política y social es un progreso, "una cosa muy positiva y que esta bien acogida también por los cristianos".
TOLERANCIA HACIA EL OTRO
Sin embargo, ha advertido el riesgo de "olvidar un aspecto, una dimensión fundamental de la libertad, que es la tolerancia hacia el otro, el hecho de que la libertad humana es siempre una libertad compartida, y que solo puede crecer en la solidaridad, en el vivir juntos con determinadas reglas".
En esta línea, Benedicto XVI ha insistido que se tiene que "hacer todo lo posible para que el concepto de libertad, el deseo de libertad vaya en la justa libertad y no olvide la tolerancia, la reconciliación que son elementos fundamentales de la libertad". De esta manera, ha agregado que "también la Primavera Árabe, necesita una renovación de la historia milenaria" porque "los cristianos y los árabes han construido estas tierras y han de vivir juntos".
Al finalizar, el Papa ha destacado el importante papel de los medios de comunicación para "influir en la opinión pública" y ha invitado a "los políticos a comprometerse realmente con todas las fuerzas y con todas las posibilidades, a trabajar con creatividad por la paz y contra la violencia".
Además, ha indicado que las organizaciones caritativas "deberían ayudar también de manera material". "Tenemos organizaciones como los Caballeros del Santo Sepulcro, sólo para Tierra Santa, pero podrían ayudar otras organizaciones material, política y humanamente en estos países", ha sugerido.
Benedicto XVI ha asegurado este viernes que debe cesar el envío de armas a Siria ya que "sin armas la guerra no podría continuar" al tiempo que ha remarcado que en lugar del envío de armas, que es "un pecado grave", se deberían remitir "ideas, la paz, la creatividad, aceptar a los otros en la diversidad".
"Es necesario promover todos los gestos posibles, también materiales, para favorecer el fin de la guerra y de la violencia, de modo que todos puedan reconstruir el país", ha asegurado a los periodistas que le acompañaban en el avión en su viaje a Beirut.
En este sentido, ha resaltado la necesidad de "rezar por Oriente Próximo, por los cristianos y musulmanes mostrando la posibilidad de diálogo y de soluciones". Así, ha señalado la importancia de "difundir siempre el mensaje de la paz, aclarar que la violencia no resuelve nunca un problema y reforzar las fuerzas de la paz".
DIÁLOGO Y PAZ
En su opinión, los periodistas "pueden ayudar mucho mostrando como la violencia destruye, no construye, no es útil para nadie", según informa Radio Vaticana.
En todo caso, ha asegurado que nadie le ha aconsejado renunciar a este viaje ni que él tampoco ha contemplado esta hipótesis, porque sabe que "cuando la situación se hace más complicada es aún más necesario ofrecer un signo de fraternidad, de ánimo y de solidaridad". Por ello, ha destacado que el objetivo de su viaje es "invitar al diálogo, invitar a la paz contra la violencia, trabajar juntos para encontrar soluciones a los problemas".
Además, ha remarcado que "el fundamentalismo es siempre una falsificación de la religión y va contra el sentido de la religión. Benedicto XVI ha invitado a difundir la paz de Dios en el mundo". "El compromiso de la Iglesia y de las religiones es aquel de cumplir una purificación de estas tentaciones, iluminar las conciencias y hacer de tal manera que cada uno tenga una imagen clara de Dios ya que debemos respetarnos unos a los otros", ha añadido.
En este sentido, el Papa ha apuntado que "el mensaje fundamental de la religión debe estar contra la violencia, que es una falsificación como el fundamentalismo, debe ser la educación, la iluminación y la purificación de las conciencias, para favorecer el dialogo, la reconciliación y la paz".
También ha señalado que "la primavera árabe es una cosa positiva" en el sentido de poseer "un deseo de mayor democracia, mayor libertad, mayor cooperación y de una renovada identidad árabe. A su juicio, este "grito de la libertad" que viene de una juventud más formada cultural y profesionalmente, que desea una mayor participación en la vida política y social es un progreso, "una cosa muy positiva y que esta bien acogida también por los cristianos".
TOLERANCIA HACIA EL OTRO
Sin embargo, ha advertido el riesgo de "olvidar un aspecto, una dimensión fundamental de la libertad, que es la tolerancia hacia el otro, el hecho de que la libertad humana es siempre una libertad compartida, y que solo puede crecer en la solidaridad, en el vivir juntos con determinadas reglas".
En esta línea, Benedicto XVI ha insistido que se tiene que "hacer todo lo posible para que el concepto de libertad, el deseo de libertad vaya en la justa libertad y no olvide la tolerancia, la reconciliación que son elementos fundamentales de la libertad". De esta manera, ha agregado que "también la Primavera Árabe, necesita una renovación de la historia milenaria" porque "los cristianos y los árabes han construido estas tierras y han de vivir juntos".
Al finalizar, el Papa ha destacado el importante papel de los medios de comunicación para "influir en la opinión pública" y ha invitado a "los políticos a comprometerse realmente con todas las fuerzas y con todas las posibilidades, a trabajar con creatividad por la paz y contra la violencia".
Además, ha indicado que las organizaciones caritativas "deberían ayudar también de manera material". "Tenemos organizaciones como los Caballeros del Santo Sepulcro, sólo para Tierra Santa, pero podrían ayudar otras organizaciones material, política y humanamente en estos países", ha sugerido.