Chicago Bulls: Un comandante en la Ciudad del Viento
La historia de los Chicago Bulls se encuentra dividida en tres grandes épocas. La primera abarca desde 1966 hasta el 19 de junio de 1984. La segunda desde esta fecha al 14 de junio de 1998. Y la tercera época, entre este 14 de junio de 1998 y donde nos encontramos. ¿Por qué hacemos esta diferenciación? Pues sencilla y llanamente, por un tal Michael Jeffrey Jordan.
Los Bulls entraron en la NBA en 1966 y seleccionaron a sus jugadores mediante la fórmula de Draft de Expansión (eligiendo jugadores del resto de equipos, salvo unos cuantos que cada franquicia protegía). El primero en ser seleccionado fue el local Jerry Sloan, algo que hizo que durante los siguientes años como jugador de la mejor liga del mundo fuera apodado como The Original Bull.
El equipo de la ciudad del viento jugó sus dos primeras temporadas en el International Amphitheatre, siendo entrenado por Johnny 'Red' Kerr. En la 68-69, los Bulls pusieron, con Dick Motta en el banquillo, rumbo al Chicago Stadium. En la década de los 70 los Bulls consiguieron meterse hasta seis veces en la postemporada, aunque el punto más destacable de la década fue la adquisición en 1976 de Artis Gilmore mediante el Draft de dispersión motivado por la fusión de la ABA. Gilmore, Hall of Famer, fue el primer gran jugador de los Bulls, equipo al que defendió hasta en cuatro ocasiones en el All Star hasta su marcha a San Antonio en 1982, coincidiendo con la primera temporada en la NBA de Orlando Woolridge, que también jugó a gran nivel en Chicago.
Dos años después, en 1984, comienza la historia de éxito de los Bulls. En la noche del 19 de junio de 1984 los de Chicago tenían la tercera elección en el Draft de la NBA que se celebraba en Nueva York. El número 1 era claro para Akeen Olajuwon, un pívot nigeriano que había dominado la NCAA en la Universidad de Houston. Para el 2, la elección de los Portland Trail Blazers, había dudas. O bien optaban por el talento de Michael Jordan, cuya posición estaba cubierta por Clyde Drexler, la estrella del equipo, o apostaban por reforzar su talón de Aquiles, el juego interior. Optaron por lo segundo y con ello dejaron a los Bulls las cosas muy claras. Con la tercera elección, los de Chicago escogieron a Michael Jordan, un escolta formado en North Carolina que tuvo un impacto inmediato. Desde su llegada al equipo (temporada 84-85) hasta su segunda retirada (1998) los Bulls no se fueron de vacaciones antes de los Playoff.
La primera temporada de Jordan fue, como se esperaba, muy buena. Elegido Rookie del año y en el segundo mejor quinteto de la Liga, MJ finalizó tercero en anotación y cuarto en robos. Con Woolridge como secundario de lujo, los Bulls fueron eliminados en primera ronda por los Bucks (3-1) La siguiente temporada, ya con John Paxson y Charles Oakley en sus filas y con Jordan disputando únicamente 18 partidos por lesión, los Bulls se tuvieron que enfrentar a los Celtics de Bird y compañía en la primera ronda de la postemporada. Cayeron 3-0 pero Jordan firmó 63 puntos en "La noche en la que Dios se disfrazó de jugador de baloncesto", como declararía el Pájaro al término del partido.
En la 86-87, ya con Doug Collins en la banqueta, el resultado en la primera ronda volvía a ser favorable a los Celtics por 3-0. Jordan seguía mejorando sus prestaciones (obtuvo su primer título de máximo anotador), pero sentía que el equipo no le acompañaba, algo que empezaría a notar en la 87-88 (MJ fue el MVP) con la elección de los rookies Scottie Pippen y Horace Grant, donde los Bulls obtuvieron su primera eliminación contra los Bad Boys (4-1) en las semifinales de conferencia. A la siguiente temporada, la 88-89, Jordan obtenía su tercer título de máximo anotador consecutivo y el equipo volvía a pinchar contra los Pistons en las finales de conferencia por un escaso 4-3.
El equipo pintaba bien. Una gran estrella, buenos secundarios y un sensacional entrenador conformaban un bloque temible, talentoso y duro en defensa. La temporada 90-91 tenía buena pinta. 'His Airness' obtenía su segundo MVP de la temporada regular, un nuevo título de máximo anotador y los Bulls el mejor récord de su historia (61-21). En los Playoff eliminaron a los Knicks (3-0), Sixers (4-1) y Pistons (4-0) antes de medirse en la final a los Lakers de Magic Johnson, a los que barrieron por un contundente 4-1. Jordan, que ganó el MVP de las finales, ya tenía su primer anillo.
Al año siguiente los Bulls mantuvieron el dominio, con Jordan como MVP y máximo anotador (la vida seguía igual), ganando aun más partidos (67-15) y derrotando en la postemporada a Miami (3-0), Nueva York (4-3), Cleveland (4-2) y a los Blazers de Clyde Drexler en la Final (4-2), con Michael Jordan como mejor jugador. Ya eran dos.
A la tercera volvió a ir la vencida. MJ fue máximo anotador, pero no MVP de la temporada regular, ya que se lo 'arrebató' el Gordo Barkley. Jordan le devolvería la moneda ganando a sus Suns en las Finales y quedándose con el premio al mejor jugador. Triplete de anillos y de MVP de las finales para Don Michael Jordan.
Cuando parecía que todo se encaminaba plácidamente para una nueva temporada triunfal, sucedió la tragedia. El padre de Jordan era secuestrado en octubre de 1993 y asesinado pocos días más tarde. Jordan se retiraba y los Bulls, con Toni Kukoc como principal novedad y Scottie Pippen como líder, hicieron un papel digno en la temporada regular y cayeron ante los Knicks (4-3) en las semifinales de conferencia.
La temporada 94-95 parecía encaminada al mismo resultado, pero Jordan decidió que su retiro ya era demasiado largo y el 18 de marzo de 1995 Jordan emitía un comunicado de prensa, tan esperado como escueto: "I'm Back". El mejor jugador de todos los tiempos volvió a ponerse la camiseta de los Bulls. Con el 45, como sabréis todos los que hayáis visto Space Jam. 'Air' anotó 19 puntos en su primer partido, contra Indiana. En el cuarto anotó un buzzer-beater contra Atlanta y en el quinto, 55 puntos en el Madison. Las cosas pintaban bien para los Bulls, pero la juventud y la potencia de los Magic de O'Neal les apearon en Semis de Conferencia.
Tras todo un verano trabajando, Jordan y los Bulls (con Pippen, Kukoc y el refuerzo de Dennis Rodman) volvieron a tope en la 95-96. Lograron la mejor temporada regular de la historia, con 72-10. Jordan obtuvo el título de máximo anotador, el MVP de la temporada Regular, el del All Star y el de las Finales, logrado ante los Sonics de Kemp y Payton.
Más leña en la 96-97. Tres victorias menos, pero igual sensación de superioridad. Washington, Atlanta y Miami cayeron antes de llegar a las finales contra los Jazz de Malone y Stockton, que hincaron la rodilla por 4-2. En la temporada siguiente, la 97-98, los Bulls (y los Jazz) acabaron la temporada regular con 62-20. Jordan ganó su sexto y último MVP de la temporada regular y, en las finales, dejó una canasta para la historia. En el sexto partido, anotando casi sobre la bocina, daba el anillo a los Bulls. Segunda retirada para Jordan, que se llevaba de regalo el MVP de las finales.
Ahí moría la época dorada de los Bulls. Con Jordan retirado y Phil Jackson, Pippen y Rodman fuera, Kukoc lideraba a los remozados Bulls. Pero ni con Brand, ni con Artest. El nuevo siglo trajo renovación. Por los Bulls pasaban unos jóvenes Jamal Crawford, Brad Miller, Tyson Chandler y Eddy Curry. En 2003 llegaba Kirk Hinrich y en el 2004 Ben Gordon, Luol Deng, Duhon y Nocioni. Los Baby-Bulls, un equipo atractivo que, con Scott Skiles llegaba por primera vez desde la retirada de Jordan a la Postemporada.
Tras darse cuenta que para dar un paso más se necesitaba un cambio, los Bulls fueron adquiriendo piezas (Noah, Tyrus Thomas, Sefolosha) hasta que llegó el hombre que cambiaría el rumbo de los de Chicago. Derrick Rose. Número 1 del Draft y Rookie del año, el genial base tuvo un impacto inminente, llevando a los Bulls de Del Negro a un duelo antológico con los Celtics en primera ronda de Playoff. El paso siguiente llegó con Carlos Boozer, que aterrizó en la Ciudad del Viento como agente libre tras acabar su idilio con los Utah Jazz, y especialmente con Tom Thibodeau. Era la temporada 2010-2011, los Bulls eran una máquina de defender y Derrick Rose se convertía en el MVP más joven de la historia. Chicago se plantaba en la final de la Conferencia, donde fueron derrotados por los Heat de LeBron, Wade y Bosh.
Las expectativas volvían a estar altas la pasada temporada, pese a que las continuas lesiones de Rose no hicieron perder a los Bulls el primer puesto de la conferencia. Pero en el primer encuentro de postemporada ante los Sixers, Rose se lesionaba en los minutos de la basura. La temporada acababa para los Bulls.
El presente año se presenta más o menos como el anterior. Los Bulls se meterán a buen seguro en la postemporada sin demasiados problemas, pero si Rose no se ha restablecido para los Playoffs, pueden aparecerse los fantasmas de la pasada primera ronda.
Aquí está el 5+1 histórico de los Chicago Bulls.
PG. Derrick Rose. 'Pooh', MVP de la temporada regular en 2011, es el primer jugador de los Bulls en acercarse (muy remotamente a mi parecer) a la sombra de Michael Jordan. Nacido en Chicago en 1988, cuando los Bulls comenzaban a presentarse en sociedad como un equipo candidato al anillo, D-Rose pronto comenzó a jugar a baloncesto y llevó a su instituto, el Simeon Career Academy, a un doble campeonato estatal. Posteriormente, Rose jugó un único año en la Univerisdad de Memphis, siendo derrotado en la final de la NCAA por los Kansas Jayhawks.
Elegido número 1 del Draft de 2008, Rose obtuvo el premio de Rookie del año. En su segundo año continuó con su proyección meteórica llegando al All Star y en su tercera temporada, la 2010-2011, se convirtió en el MVP más joven de la historia. Quién sabe si por el lockout o por otros menesteres, Rose no se encontró a gusto en la temporada pasada y se perdió gran parte de ella por diferentes lesiones. En el primer partido de la primera ronda del Playoff y con el encuentro ya ganado, Rose se lesionó en su rodilla izquierda en los últimos instantes del partido buscando el triple-doble y todo parece indicar que se perderá gran parte de la temporada que está a punto de empezar. Aunque existan dudas acerca de su total recuperación, Derrick Rose puede volver a ser ese base que penetra las zonas rivales a una velocidad endiablada, con buena lectura de juego y una gran defensa gracias a su privilegiado físico. Jugador espectacular, mejora constantemente en sus puntos débiles, como su tiro exterior. Con 3 All Star, un MVP de la temporada regular 20,5 puntos y 6,8 asistencias por partido, Rose es el mejor base de la historia de los Chicago Bulls.
SG. Michael Jordan. No pretendo abarcar al historia del mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Para eso ya hay libros muy buenos en español, como "Michael Jordan, Rey de Reyes" del redactor de Marca Jesús Sánchez, que ahondan en la figura del mito de este deporte. Pero no está de más decir que Jordan cambió el juego. Lo trasladó al siglo XXI a mediados de los 80. Jugador talentoso como ninguno, cuando consiguió engarzar su espectacular juego individual con su gran bloque, ganó 6 anillos. Jordan es el hombre que lo hacía todo bien. Anotador compulsivo, gran defensor, sabedor en todo momento de lo que había que hacer. Jordan era el jugador perfecto. Era un competidor. Su ética de trabajo ha sido insuperable y solo grandes apasionados del juego, como Drazen Petrovic, LeBron James o Ray Allen se han acercado a sus horas de entrenamiento en solitario.
Si algo destacaron sus entrenadores, en especial Phil Jackson, es que Jordan era el primero en llegar y el último en abandonar las instalaciones de entrenamiento. Experto en el trash-talking, Jordan era un ganador capaz de humillar a un compañero de equipo si percibía que no daba todo lo que tenía en su cuerpo. Fue 10 veces máximo anotador de la temporada regular de la NBA, otras tantas incluido en el mejor quinteto, 5 veces mejor jugador de la temporada regular, 6 de las finales (todas las que disputó, todas ganadas) y 9 veces incluido en el quinteto de mejor defensor y 1 vez mejor defensor de la Liga.
En octubre de 1993 el padre de Jordan fue secuestrado y asesinado. Jordan decidió retirarse para honrar la memoria de su padre jugando a béisbol, ya que comprendía que al ganar tres anillos seguidos en la NBA ya había tocado techo. Tras no conseguir entrar en las grandes ligas, Jordan continuó esperando su oportunidad. Como se muestra en el documental de la ESPN 'Jordan rides the Bus', su paso por el béisbol no fue tan malo como se muestra, ya que estuvo a punto de conseguir una plaza en la MLB, antes de volver a la NBA. Jordan volvió con el 45 a la espalda. Metió a los Bulls en Playoff, aunque los de Chicago perdieron en 6 partidos ante los Magic con una actuación agridulce del Greatest Of All Time. Pero las bromas se habían acabado, ya que condujo a sus Bulls a otro triplete, antes de retirarse nuevamente en 1999.
Tras meterse en los despachos de los Wizards, el parqué le reclamó en 2001 y jugó con el equipo capitalino durante dos temporadas, en las que promedió 20 y 22 puntos por partido, una cifra sobresaliente para cualquier jugador aunque escasa para Jordan.
Su palmarés refleja 14 elecciones para el partido de las estrellas (se perdió el de la 85-86 por lesión), 5 MVP de la temporada regular, 6 de las finales, 10 veces elegido en el mejor equipo de la liga y 1 en el segundo, 6 anillos y 2 oros olímpicos (84 y 92). Jordan tiene el promedio de anotación más alto de la historia de la NBA (30,1 puntos por partido en temporada regular y 33,4 en los Playoff) y es Hall of Famer desde 2009. Jordan es, sin discusión, el jugador He Got Game de la historia de los Chicago Bulls con unas medias de 31,5 puntos, 5,4 asistencias y 6,3 rebotes.
F. Scottie Pippen. El eterno escudero de Michael Jordan, el eterno 33 de los Bulls, supo convertirse en una estrella a la sombra del mejor jugador de todos los tiempos. Trabajador, con mucha calidad y gran defensor, Scottie fue el cemento perfecto para que el edificio de los Bulls cuajara. Drafteado por los Sonics en el número 5 del Draft del 87, rápidamente dejó su impronta en Chicago, donde estuvo hasta 1998, etapa en la que logró los 6 anillos, 7 participaciones en All Stars (MVP en 1994 incluido), un oro olímpico en 1992, 3 inclusiones en el mejor quinteto de la Liga y 8 en el mejor equipo defensivo. Scottie era capaz de defender, iniciar un contragolpe, finalizarlo, anotar desde media distancia, penetrar, rebotear... Tras el segundo Three-peat, Pippen buscó el anillo en los Rockets de Olajuwon y Barkley y, posteriormente, en los Blazers de Arvydas Sabonis, Rasheed Wallace, Steve Smith y Damon Stoudamire. En su última temporada en la NBA, la 2003-2004, jugó 23 partidos con los Bulls, antes de retirarse con 38 años. Tras dejar el baloncesto NBA, un arruinado Pippen volvió a las canchas en Finlandia y en Suecia. Pese a este amargo final, siempre recordaré a Pippen como el escudero de Jordan, el chico para todo de los Bulls de los 6 anillos. En Chicago, Pippen promedió 17,7 puntos, 5,6 asistencias y 6,7 rebotes.
PF. Dennis Rodman. El gusano, excéntrico dentro y fuera de la pista, reboteador nato con 2 metros pelados, marrullero... Todo un Bad Boy que inició su carrera en los Pistons en el 86, consiguiendo dos anillos con el equipo de la ciudad del motor. Tras su exitoso paso por Detroit, firmó en 1993 con los Spurs, donde tuvo un gran primer año y un flojo segundo (pese a ser el máximo reboteador de la liga), más polémico que productivo, por lo que los tejanos decidieron cortarle. Ése fue el momento en el que Phil Jackson se cruzó en su camino. En los Bulls, Rodman volvió a mostrar su mejor cara y, con su llamativo peinado, fue una importante pieza en el segundo triplete de los Bulls. Rodman fue el máximo reboteador de la Liga en todas y cada una de las temporadas entre 1992 y 1998 y estuvo en el mejor quinteto defensivo de la Liga entre 1988 y 1996 (salvo en 1994, que entró en el segundo). Fue el mejor defensor de la NBA en 1990 y 1991 y dos veces All Star (1990 y 1992). Rodman consiguió dos anillos con los Pistons (89 y 90) y tres con los Bulls (96, 97 y 98). Tras salir de Chicago en 1998 tuvo dos pasos fugaces por Lakers y Mavericks, donde se retiró. Después, volvió puntualmente a la chancha para 'atracar' en Méjico, Finlandia, Inglaterra... Con Chicago, Rodman promedió 5,2 puntos y 15,3 rebotes, por lo que ¿Adivina quién viene esta noche?, el apodo que le puso el mito Andrés Montes, merece un hueco en este quinteto.
C. Artis Gilmore. Uno de los mejores pívots de la ABA llegó a los Bulls en el draft de dispersión de 1976 tras haber sido MVP y campeón de la 'hermana menor' con los Kentucky Colonels. En los Bulls Gilmore fue una estrella, participando en 4 All Stars (a los que hay que añadir otros dos con la camiseta de los Spurs) y realizando numerosas grandes actuaciones. En los Spurs, Gilmore compartió vestuario con George Gervin, formando una genial dupla anotadora. Tras cinco años en San Antonio, Gilmore volvió a Chicago con 38, donde solo estuvo media temporada antes de ser traspasado a Boston, donde jugó los últimos 47 partidos de su carrera como suplente de Parish. Con Chicago, Gilmore promedió 19,3 puntos y 11 rebotes.
Sexto hombre. Toni Kukoc. El maravilloso jugador croata llegó a los Bulls con 25 años tras dominar Europa durante varios años en la Jugoplastika y en la Benetton de Treviso. Este asesino con cara de niño jugó en los Bulls entre 1993 y 2000, siendo de los pocos que se quedaron en la ciudad del viento tras el segundo three-peat. Posteriormente jugó en los Sixers, Atlanta y Milwaukee, donde se retiró en 2006. Kukoc ganó 3 anillos con los Bulls, además de un premio al mejor sexto hombre. Con la fabulosa y talentosa Yugoslavia se hizo con un Mundial (el del 90, donde fue elegido MVP) y dos Eurobasket, además de una plata en Seúl 88, a la que hay que sumar la de Barcelona 92 con la selección croata. Además, conquistó 3 Copas de Europa y fue 3 MVP de la competición. Esta leyenda del basket europeo llevó a la NBA sus enormes fundamentos, su polivalencia, su fantástico tiro exterior y sus toneladas de calidad. Por méritos propios, por promediar 14,4 puntos, 4,3 asistencias y 4,9 rebotes, Kukoc es el sexto hombre de la historia de los Bulls
Menciones
Jerry Sloan. El Bull original, Sloan es uno de los cuatro jugadores (junto a Bob Love, Michael Jordan y Scottie Pippen) con la camiseta retirada, en su caso el número 4. Sloan jugó un año en los Baltimore Bullets y 10 en los Bulls, equipo del que también fue entrenador, antes de convertirse en una leyenda de los banquillos en Salt Lake City. Sloan, que jugaba de base-escolta, promedió 14,7 puntos y 7,7 rebotes por partido.
Bob Love. El alero, con el 10 a la espalda, jugó en Chicago entre 1969 y 1977, donde fue 3 veces All Star. Love, fantástico anotador, promedió 21,3 puntos y 6,8 rebotes en los 592 partidos que jugó con la camiseta de Chicago.
Orlando Woolridge. Comenzó su dilatada carrera en los Bulls (81-86), donde se ganó la fama de un anotador especial, pero la llegada de Jordan hizo necesaria la llegada de un perfil de jugador más trabajador. Woolridge, primo de Willis Reed, pasó por numerosos equipos NBA, para acabar su etapa profesional en Italia. En Chicago promedió 17 puntos por partido.
Bill Cartwight. El pivot californiano llegó a Chicago tras ocho temporadas en los Knicks. En los Bulls jugó entre 1988 y 1994, siendo titular en sus tres primeros años y una pieza importante en los tres primeros anillos del equipo de la ciudad del viento, aportando en defensa y cuando era necesario en ataque. Sus medias con los Bulls fueron de 9,1 puntos y 5,5 rebotes.
John Paxson. Jugó dos años en los Spurs, entre 1983 y 1985, tras los cuales se fue a los Bulls, donde pasó el resto de su carrera. Paxson fue un base correcto, con el lanzamiento exterior como su punto fuerte. Importante jugador en el primer triplete, fue decisivo en el sexto partido de las Finales de 1993, cuando anotó un triple a 3,9 segundos de final, dando el anillo a los Bulls ante los Suns. En sus 645 partidos, Paxson promedió 7,7 puntos y 3,7 asistencias.
Charles Oakley. Gran reboteador, Oakley jugó sus primeros tres años en la Liga en los Bulls (85-88), donde volvió en la 2001-2002 tras pasar una década en los Knicks. En la ciudad del viento, Oakley consiguió dos títulos consecutivos de máximo reboteador y unas medias de 10,6 puntos y 10,5 rebotes.
Horace Grant. Su elección provocó el traspaso de Oakley a los Knicks ya que Grant demostró ser un enorme jugador. Su paso por Chicago (87-84) fue clave para la conquista del primer triplete, ya que con sus medias de 12,6 puntos y 8 rebotes por partido fue el apoyo perfecto para Jordan y Pippen.
Steve Kerr. Fino base tirador, ocupó en los Bulls del segundo Three-peat el puesto de John Paxon en el primero. Tras salir de los Bulls en 1998, puso rumbo a los Spurs, donde ganó otro par de anillos. En Chicago, Kerr promedió 8,2 puntos por noche.
BJ Armstrong. The Kid le fue comiendo terreno a Paxson hasta quitarle la titularidad en el tercer anillo de los Bulls y permaneció en el equipo durante la primera retirada de Jordan, llegando a ser All Star. Salió hacia los Raptors en el Draft de expansión, donde fue traspasado sin jugar y tras pasar por Warriors, Hornets y Magic, volvió a Chicago para retirarse. Sus medias son de 10,7 puntos y 3,4 asistencias por partido.
Luc Longley. El australiano, pívot titular del segundo triplete, era lo que necesitaban los Bulls: regular, constante, de perfil bajo, anotaba cuando debía (o cuando recibía la bola) y no solía cometer errores tontos. Bien valorado por Phil Jackson, Longley promedió 8,9 puntos y 5,3 rebotes.
Elton Brand. Chicago fue el primer equipo de Brand, llamado a ser clave en la recuperación de los Bulls post-Jordan pero traspasado antes de asentarse completamente en el equipo. Número 1 del Draft de 1999 y Rookie del año junto a Steve Francis, Brand estuvo dos años en Chicago en los que promedió 20,1 puntos y 10,1 rebotes.
Kirk Hinrich. Base talentoso, cerebral y con buen tiro, fue el capitán de los Baby Bulls, desde 2003 hasta que fue traspasado en 2010. Ahora vuelve a Chicago para dirigir al equipo en ausencia de Rose. Los promedios de Hinrich han sido de 13,4 puntos y 5,8 asistencias.
Ben Gordon. A mi juicio, el londinense es uno de los jugadores más infravalorados de toda la NBA. Muy anotador y con un buen tiro de media y larga distancia, Gordon se ha visto lastrado por su baja estatura y su mal ojo a la hora de escoger los contratos. Mejor sexto hombre del año en su temporada Rookie, la de 2005, con la camiseta de los Bulls Gordon promedió 19,5 puntos por partido.
Luol Deng. Jugador total, decisivo tanto en defensa como en ataque, ha sabido reconducir su rol en el equipo conforme a las circunstancias lo decidiesen. Con un buen lanzamiento exterior, Deng ha sido clave en el buen rendimiento de los Bulls en las últimas temporadas. Siempre está cuando el equipo lo requiere y suele hacer casi todo bien. Deng, el que siempre aporta, promedia 16 puntos y 6,4 rebotes en sus 8 años como jugador Bull.
Creo que no hay debate, Jordan es el mejor jugador en la historia de los Bulls, así que la pregunta, hoy doble, va a ir por otro lado. ¿Quién consideráis que ha sido el jugador que más se ha acercado a Jordan en toda la NBA? ¿Cuál creéis que va a ser el papel de los Bulls esta temporada?