Usain Bolt y Yohan Blake se pasean bajo la lluvia de Zúrich
Zurich, As
Bajo la lluvia. En una pista mojada. Un paseo. Dejemos las cosas claras: un paseo para ellos, que son los únicos capaces de ganar tranquilamente en esas marcas. Y un paseo en los tiempos en los que estamos, en que se corre más rápido que nunca en la historia. Cosas de jamaicanos. Fueron las grandes estrellas, porque el keniano David Rudisha fue derrotado en los 800 metros por el etíope Mohammed Amán, de 18 años.
Blake se vio librado de su contrincante más poderoso cuando el estadounidense Tyson Gay hizo una salida nula que le privó de disputar la carrera y allanó el camino del chico de Saint James. La Bestia venció con mucha facilidad, pero otros dos hombres bajaron de los diez segundos, barrera descomunal en otros tiempo y casi simbólica en la actualidad: el jamaicano Nesta Carter fue segundo con 9.95 y el estadounidense Ryan Bailey tercero con 9.97.
Bolt corrió una curva en conserva, porque la pista estaba mojada y no era cosa de exponerse a una caída. No llegó primero a la recta, pero ahí abrió su zancada, descomunal, y se fue de todos con facilidad extrema. Ni siquiera apuró en los metros finales. Se dejó ir consciente de su superioridad y de que ayer no se podían batir récords en Zúrich. Le secundó su compatriota Nickel Ashmeade, con 19.85, un atleta con gran futuro, aunque taponado, por el momento, por las grandes estrellas del sprint de la antigua isla de los piratas.
Rudisha, el hombre que batió el récord mundial de 800 metros en los Juegos de Londres, sucumbió en la recta final ante el empuje del joven Mohammed Aman, que hizo un tiempo de 1:42.53, por 1:42.81 del plusmarquista mundial, impotente en la recta final. Era la primera derrota de Rudisha en 2012. La última, en 2011 (18 de septiembre) la sufrió en Milán, también con lluvia... y también ante Aman.
Bajo la lluvia. En una pista mojada. Un paseo. Dejemos las cosas claras: un paseo para ellos, que son los únicos capaces de ganar tranquilamente en esas marcas. Y un paseo en los tiempos en los que estamos, en que se corre más rápido que nunca en la historia. Cosas de jamaicanos. Fueron las grandes estrellas, porque el keniano David Rudisha fue derrotado en los 800 metros por el etíope Mohammed Amán, de 18 años.
Blake se vio librado de su contrincante más poderoso cuando el estadounidense Tyson Gay hizo una salida nula que le privó de disputar la carrera y allanó el camino del chico de Saint James. La Bestia venció con mucha facilidad, pero otros dos hombres bajaron de los diez segundos, barrera descomunal en otros tiempo y casi simbólica en la actualidad: el jamaicano Nesta Carter fue segundo con 9.95 y el estadounidense Ryan Bailey tercero con 9.97.
Bolt corrió una curva en conserva, porque la pista estaba mojada y no era cosa de exponerse a una caída. No llegó primero a la recta, pero ahí abrió su zancada, descomunal, y se fue de todos con facilidad extrema. Ni siquiera apuró en los metros finales. Se dejó ir consciente de su superioridad y de que ayer no se podían batir récords en Zúrich. Le secundó su compatriota Nickel Ashmeade, con 19.85, un atleta con gran futuro, aunque taponado, por el momento, por las grandes estrellas del sprint de la antigua isla de los piratas.
Rudisha, el hombre que batió el récord mundial de 800 metros en los Juegos de Londres, sucumbió en la recta final ante el empuje del joven Mohammed Aman, que hizo un tiempo de 1:42.53, por 1:42.81 del plusmarquista mundial, impotente en la recta final. Era la primera derrota de Rudisha en 2012. La última, en 2011 (18 de septiembre) la sufrió en Milán, también con lluvia... y también ante Aman.