Mohamed Magarief, elegido presidente del Congreso Nacional libio
Trípoli, EP
El Congreso Nacional libio ha nombrado al líder del Frente Nacional, Mohamed Magarief, como presidente del organismo, apenas un día después de que el Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT) traspasara sus poderes al Congreso, elegido en las elecciones legislativas celebradas el 7 de julio, durante una ceremonia en Trípoli, en lo que supuso la primera transición pacífica de poder en el país en su historia moderna.
En el conteo de la votación, televisado en directo, Magarief se ha hecho con 113 votos, frente a los 85 conseguidos por el candidato independiente Alí Zidan. Así, Magarief estará al frente del organismo y tendrá entre sus funciones elegir un Gobierno que esté en el poder hasta la celebración de elecciones parlamentarias en 2013 tras la aprobación de la nueva Constitución del país.
A pesar de que la Declaración Constitucional del 3 de agosto de 2011 estipula el nombramiento del presidente del Congreso Nacional, y le hace responsable del nombramiento de un nuevo Gobierno, no hace mención al tipo de Ejecutivo que deberá ser formado ni a la relación del mismo con el Congreso Nacional.
El Frente Nacional, que se hizo con tres escaños en los comicios legislativos, es una escisión del Frente Nacional para la Salvación de Libia, un movimiento opositor al exlíder libio Muamar Gadafi creado en 1981.
En las elecciones legislativas se hizo con la victoria la Alianza de Fuerzas Nacionales (NFA), el partido político del ex primer ministro Mahmoud Jibril con 39 escaños, por delante del Partido Justicia y Construcción (PJC), de Hermanos Musulmanes, que se hizo con 17. Por detrás quedaron el Partido Unión para la Patria, la Concentración Wadi al Hayat y la Corriente Central Nacional, con dos cada uno. Además, hay un total de quince formaciones con un solo escaño.
En cualquier caso, alrededor de 120 escaños están en manos de candidatos independientes. Las decisiones de mayor calado necesitarán la aprobación de dos tercios de la Cámara, por lo que el la NFA y el PJC están intentando conseguir respaldos suficientes para sacar adelante sus programas.
El Congreso Nacional libio ha nombrado al líder del Frente Nacional, Mohamed Magarief, como presidente del organismo, apenas un día después de que el Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT) traspasara sus poderes al Congreso, elegido en las elecciones legislativas celebradas el 7 de julio, durante una ceremonia en Trípoli, en lo que supuso la primera transición pacífica de poder en el país en su historia moderna.
En el conteo de la votación, televisado en directo, Magarief se ha hecho con 113 votos, frente a los 85 conseguidos por el candidato independiente Alí Zidan. Así, Magarief estará al frente del organismo y tendrá entre sus funciones elegir un Gobierno que esté en el poder hasta la celebración de elecciones parlamentarias en 2013 tras la aprobación de la nueva Constitución del país.
A pesar de que la Declaración Constitucional del 3 de agosto de 2011 estipula el nombramiento del presidente del Congreso Nacional, y le hace responsable del nombramiento de un nuevo Gobierno, no hace mención al tipo de Ejecutivo que deberá ser formado ni a la relación del mismo con el Congreso Nacional.
El Frente Nacional, que se hizo con tres escaños en los comicios legislativos, es una escisión del Frente Nacional para la Salvación de Libia, un movimiento opositor al exlíder libio Muamar Gadafi creado en 1981.
En las elecciones legislativas se hizo con la victoria la Alianza de Fuerzas Nacionales (NFA), el partido político del ex primer ministro Mahmoud Jibril con 39 escaños, por delante del Partido Justicia y Construcción (PJC), de Hermanos Musulmanes, que se hizo con 17. Por detrás quedaron el Partido Unión para la Patria, la Concentración Wadi al Hayat y la Corriente Central Nacional, con dos cada uno. Además, hay un total de quince formaciones con un solo escaño.
En cualquier caso, alrededor de 120 escaños están en manos de candidatos independientes. Las decisiones de mayor calado necesitarán la aprobación de dos tercios de la Cámara, por lo que el la NFA y el PJC están intentando conseguir respaldos suficientes para sacar adelante sus programas.