La policía griega recrudece la operación de acoso a los inmigrantes sin papeles
Los agentes arremeten contra burdeles de las áreas más degradadas de la ciudad con un balance es de 10 establecimientos intervenidos y medio centenar de prostitutas detenidas
María Antonia Sánchez-Vallejo
María Antonia Sánchez-Vallejo
Madrid, El País
La Operación Zeus Xenios de la policía griega, que desde el pasado fin de semana lleva a cabo una limpieza de inmigrantes indocumentados en el centro de Atenas (6.000 arrestados; 1.400 órdenes de expulsión, un centenar de asiáticos ya repatriados), arremetió ayer contra burdeles y prostitutas de las áreas más degradadas de la ciudad. Según el diario Kathimerini, el balance es de 10 establecimientos intervenidos, una veintena de detenciones por la reapertura de prostíbulos clausurados y medio centenar de prostitutas callejeras arrestadas; cinco de ellas, portadoras del virus del sida.
Nada nuevo bajo el sol: lo mismo que en la ofensiva desencadenada en mayo, en vísperas electorales, que provocó una sonora polémica al difundir la policía fotografías y datos personales de una veintena de meretrices infectadas por VIH. Parte del centro de Atenas se ha convertido en un gueto insalubre en el que 5.000 sin papeles se hacinan en 500 edificios abandonados, sin contar unos 2.000 pisos patera con mínimas condiciones de habitabilidad, según estimaciones de varias ONG.
El acoso al extranjero no cesa en Grecia, por razones políticas —contrarrestar la pujanza de partidos extremistas como el neonazi Aurora Dorada (18 diputados)— y de orden público. El detonante de la operación en curso fue la brutal agresión sexual sufrida hace dos semanas por una chica de 15 años en la isla de Paros a manos de un paquistaní. Mientras la adolescente se recupera en un hospital de Atenas, el presunto agresor arguye que solo intentó robar su móvil, aunque acabó golpeándola salvajemente y abusando de ella. El hombre, de 21 años e indocumentado, trabajaba como jardinero en un hotel y huyó a Atenas tras cometer la agresión. Fue detenido el sábado por la mañana, tras de lo cual se desencadenó la ofensiva policial. A diferencia de otras agresiones perpetradas por extranjeros, mucho menos publicitadas, el suceso de Paros toca directamente la línea de flotación del turismo: la adolescente se hallaba de vacaciones con su familia en la isla. El turismo supuso en 2011 el 16% del PIB griego.
Las autoridades atribuyen el incremento de los delitos (un 125% en la región del Ática en 2011, según la policía) a la creciente presencia de extranjeros: en torno al 70% de los actos violentos han sido cometidos por estos, según las mismas fuentes.
La operación puede dar al traste con el plan de retorno voluntario del Gobierno y la rama griega de la Organización Internacional de las Migraciones para favorecer el retorno voluntario de unos 7.000 extranjeros
Días antes de las elecciones de mayo, se abrió en Amygdaleza, cerca de Atenas, el primer centro de internamiento de extranjeros de los 30 previstos. Pero con un flujo de alrededor de 130.000 entradas de indocumentados al año por la frontera con Turquía (el 80% de los inmigrantes que entran ilegalmente en la Unión Europea lo hacen por esa vía), los centros no parecen ser la solución deseable.
La Operación Zeus Xenios, además, puede dar al traste con el plan de retorno voluntario del Gobierno y la rama griega de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). El programa consiste en favorecer en un año el retorno voluntario de unos 7.000 extranjeros; 3.500 ya han vuelto a sus países de origen en el primer semestre de 2012. La iniciativa, cofinanciada por la UE, registra medio centenar de solicitudes al día, según sus responsables, que en declaraciones al diario Kathimerini han mostrado su temor a que la ofensiva policial retraiga a los indocumentados de presentarse y proporcionar sus datos.
Nada nuevo bajo el sol: lo mismo que en la ofensiva desencadenada en mayo, en vísperas electorales, que provocó una sonora polémica al difundir la policía fotografías y datos personales de una veintena de meretrices infectadas por VIH. Parte del centro de Atenas se ha convertido en un gueto insalubre en el que 5.000 sin papeles se hacinan en 500 edificios abandonados, sin contar unos 2.000 pisos patera con mínimas condiciones de habitabilidad, según estimaciones de varias ONG.
El acoso al extranjero no cesa en Grecia, por razones políticas —contrarrestar la pujanza de partidos extremistas como el neonazi Aurora Dorada (18 diputados)— y de orden público. El detonante de la operación en curso fue la brutal agresión sexual sufrida hace dos semanas por una chica de 15 años en la isla de Paros a manos de un paquistaní. Mientras la adolescente se recupera en un hospital de Atenas, el presunto agresor arguye que solo intentó robar su móvil, aunque acabó golpeándola salvajemente y abusando de ella. El hombre, de 21 años e indocumentado, trabajaba como jardinero en un hotel y huyó a Atenas tras cometer la agresión. Fue detenido el sábado por la mañana, tras de lo cual se desencadenó la ofensiva policial. A diferencia de otras agresiones perpetradas por extranjeros, mucho menos publicitadas, el suceso de Paros toca directamente la línea de flotación del turismo: la adolescente se hallaba de vacaciones con su familia en la isla. El turismo supuso en 2011 el 16% del PIB griego.
Las autoridades atribuyen el incremento de los delitos (un 125% en la región del Ática en 2011, según la policía) a la creciente presencia de extranjeros: en torno al 70% de los actos violentos han sido cometidos por estos, según las mismas fuentes.
La operación puede dar al traste con el plan de retorno voluntario del Gobierno y la rama griega de la Organización Internacional de las Migraciones para favorecer el retorno voluntario de unos 7.000 extranjeros
Días antes de las elecciones de mayo, se abrió en Amygdaleza, cerca de Atenas, el primer centro de internamiento de extranjeros de los 30 previstos. Pero con un flujo de alrededor de 130.000 entradas de indocumentados al año por la frontera con Turquía (el 80% de los inmigrantes que entran ilegalmente en la Unión Europea lo hacen por esa vía), los centros no parecen ser la solución deseable.
La Operación Zeus Xenios, además, puede dar al traste con el plan de retorno voluntario del Gobierno y la rama griega de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). El programa consiste en favorecer en un año el retorno voluntario de unos 7.000 extranjeros; 3.500 ya han vuelto a sus países de origen en el primer semestre de 2012. La iniciativa, cofinanciada por la UE, registra medio centenar de solicitudes al día, según sus responsables, que en declaraciones al diario Kathimerini han mostrado su temor a que la ofensiva policial retraiga a los indocumentados de presentarse y proporcionar sus datos.