La Policía francesa desmantela un campamento con 200 gitanos cerca de Lille
París, EP
La Policía francesa ha desmantelado este jueves un campamento gitano cercano a la ciudad de Lille, en el norte del país, donde vivían unas 200 personas. La medida ha reavivado la polémica en Francia en torno a este tipo de acciones, impulsadas durante el mandato del anterior presidente, Nicolas Sarkozy.
Decenas de agentes de las fuerzas de seguridad han participado en el desmantelamiento, realizado este jueves por la mañana y que ha afectado a unas 30 familias, según las estimaciones recogidas por los medios de comunicación locales. Los gitanos vivían en caravanas aparcadas cerca de una autopista, en terrenos propiedad del Estado.
Sarkozy promovió este tipo de operaciones a partir de enero de 2010 y el actual presidente, el socialista François Hollande, no ha dado muestra de renunciar a ellas. El ministro del Interior, Manuel Valls, ha defendido las evacuaciones como una forma de atajar problemas sanitarios y resolver un conflicto de "convivencia".
El Gobierno de Sarkozy repatrió a Europa del Este a cientos de gitanos mediante un sistema de expulsiones que contemplaba la entrega de 300 euros a cada una de las personas afectadas. Sin embargo, muchos de ellos han vuelto a Francia aprovechándose de las porosas fronteras de la Unión Europea y las autoridades calculan que entre 15.000 y 20.000 romaníes viven en territorio galo.
El padre Arthur, un religioso que se ha erigido en defensor de los gitanos, se ha preguntado "qué pasará con las familias" expulsadas este jueves y ha tachado de "atentado contra los Derechos Humanos" el desmantelamiento.
La Policía francesa ha desmantelado este jueves un campamento gitano cercano a la ciudad de Lille, en el norte del país, donde vivían unas 200 personas. La medida ha reavivado la polémica en Francia en torno a este tipo de acciones, impulsadas durante el mandato del anterior presidente, Nicolas Sarkozy.
Decenas de agentes de las fuerzas de seguridad han participado en el desmantelamiento, realizado este jueves por la mañana y que ha afectado a unas 30 familias, según las estimaciones recogidas por los medios de comunicación locales. Los gitanos vivían en caravanas aparcadas cerca de una autopista, en terrenos propiedad del Estado.
Sarkozy promovió este tipo de operaciones a partir de enero de 2010 y el actual presidente, el socialista François Hollande, no ha dado muestra de renunciar a ellas. El ministro del Interior, Manuel Valls, ha defendido las evacuaciones como una forma de atajar problemas sanitarios y resolver un conflicto de "convivencia".
El Gobierno de Sarkozy repatrió a Europa del Este a cientos de gitanos mediante un sistema de expulsiones que contemplaba la entrega de 300 euros a cada una de las personas afectadas. Sin embargo, muchos de ellos han vuelto a Francia aprovechándose de las porosas fronteras de la Unión Europea y las autoridades calculan que entre 15.000 y 20.000 romaníes viven en territorio galo.
El padre Arthur, un religioso que se ha erigido en defensor de los gitanos, se ha preguntado "qué pasará con las familias" expulsadas este jueves y ha tachado de "atentado contra los Derechos Humanos" el desmantelamiento.