La gimnasia iberoamericana conoce el podio olímpico gracias a Arthur Zanetti
Londres, EFE
Después de 112 años de historia olímpica, la gimnasia iberoamericana subió por fin hoy al podio de la mano del brasileño Arthur Nabarrete Zanetti, ganador del concurso de anillas de los Juegos Olímpicos de Londres.
La gimnasia, uno de los deportes fundacionales de los Juegos y de los que más interés despiertan cada cuatro años, no había reservado ninguna medalla para un atleta de esa región hasta hoy, cuando Zanetti, de 22 años, reventó los pronósticos y con un ejercicio brillante se colgó el oro en el que se considera el aparato más difícil.
El brasileño, debutante en los Juegos, se impuso con 15,900 puntos, por delante del chino Chen Yibing, que defendía el título (15,800), y del italiano Matteo Morandi (15,733).
Subcampeón mundial en este aparato en los Mundiales y en los Juegos Panamericanos de 2011, Zanetti ya había apuntado al podio en la ronda de clasificación al obtener en ejecución la nota más alta, 9,116. Pero la nómina de finalistas era de muchos quilates.
Chen Yibing, cuatro veces campeón mundial de anillas y defensor del título olímpico, abrió el concurso dejando claro a sus rivales que el jefe era él. Hizo un ejercicio impecable, con 6,8 de dificultad y 9 de ejecución que le supusieron 15,800 puntos. La nota parecía inalcanzable para sus rivales. El gimnasta gritó de júbilo y besó el aparato.
Tras él fueron desfilando rivales de la veteranía del italiano Matteo Morandi, subcampeón europeo, o del búlgaro Iordan Iovtchev, seis veces olímpico; e inesperados finalistas como el argentino Federico Molinari, a quien una mala salida le estropeó un gran ejercicio de fuerza (14,733), o el puertorriqueño Tommy Ramos, quien por el contrario terminó bien una rutina con elementos por pulir (15,600).
Junto a Morandi, quienes más inquietaron a Chen fueron los dos rusos en concurso, Aleksander Balandin y Denis Ablyazin, pero su lucha estaba por los últimos puestos del podio.
Cuando todo el North Greenwich daba por sentado el triunfo de Chen Yibing entró en competición Arthur Zanetti, el último finalista.
Presentó un ejercicio de tanta dificultad como el del chino (6,800), pero su ejecución fue sobresaliente: controló las anillas con seguridad en los cristos y en las planchas y apenas tuvo unos balanceos imperceptibles. Cerró con una buena salida y convenció tanto a las jueces que le dieron un 9,116. La suma de 15,900 le ponía una décima por encima de Chen Yibing. Todo un mundo en la gimnasia.
El estadio, con centenares de brasileños en las gradas, se vino abajo. Zanetti saltó de alegría y su cuerpo técnico comenzó a llorar. La fiesta continuó hasta que el gimnasta se colgó la medalla del cuello.
Tommy Ramos terminó sexto (15,600) y Federico Molinari, octavo (14,733).
Antes del comienzo de los Juegos de Londres el gimnasta iberoamericano mejor situado para conseguir la primera medalla parecía otro brasileño, Diego Hypolito. Pero falló en su ejercicio de suelo, como ya hizo en Pekín 2008, y ni siquiera entró en la final. Zanetti cubrió hoy esa ausencia con una medalla de oro que quedará para la historia.
En la final de salto se impuso el surcoreano Hak Seon Yak, que para empezar se atrevió con el que lleva su nombre y que supone 7,4 de dificultad, dos décimas por encima que la de cualquier otro finalista. Pese a que dio varios pasos en la llegada, la nota de 16,466 premió el riesgo que había asumido. El también campeón mundial redondeó con un segundo aún mejor ejecutado, 16.600, y promedió 16,533 puntos que le dieron el triunfo.
El ruso Denis Ablyazin, bronce ayer en suelo, ganó la medalla de plata (16,533) y el ucraniano Igor Radivilov la de bronce (16,316).
Radivilov, subcampeón europeo de salto, hizo un primer intento soberbio, que clavó (16,400), y un segundo más discreto que le dieron una media de 16,316 y la primera posición provisional.
Pero pronto le superó Ablyazin gracias también a un salto inicial de alto riesgo y a un segundo para asegurar (16,399).
Sólo un paso por detrás del podio acabó el chileno Tomás González (16,183), que cierra así la mejor competición de su vida, después de ser ayer igualmente cuarto en la final de suelo.
Tras el estadounidense Samuel Mikulak, quinto con 16,050, terminó el español Isaac Botella (15,866), finalista en salto por segundos Juegos Olímpicos consecutivos y que mejora en dos posiciones lo obtenido cuatro años atrás.
Es el mejor resultado de la gimnasia española en Londres, junto con la novena plaza de Fabián González en el concurso completo.
En asimétricas, la única final femenina de hoy, también hubo cambio de titular: la rusa Aliya Mustafina se proclamó campeona (16,133), por delante de la defensora del título, la china He Kexin (15,933), y de la británica Elisabeth Tweddle (15,916).
Mustafina, con un ejercicio por debajo en dificultad al de He Kexin, estuvo muy por encima de todas sus rivales en ejecución (9.133). La altura de sus sueltas, la ligereza de movimientos y la buena salida la llevaron a lo más alto del podio, ante el eterno gesto de tristeza de su compañera Victoria Komova, vigente campeona mundial de la especialidad y que fue quinta.
He Kexin, que no es la gimnasta impactante de hace cuatro años pero que en las asimétricas está entre las mejores de todos los tiempos, se quedó con la plata, mientras que Tweddle dio al país organizador su cuarta medalla en gimnasia en estos Juegos y la primera femenina.
Antes habían ganado el bronce del equipo masculino, la plata de Loius Smith en caballo con arcos y el bronce de Max Whitlock en el mismo aparato.
La sorpresa fue la estadounidense Gabrielle Douglas, campeona del concurso completo, que acabó octava y última (14,900).
Mañana concluyen las finales por aparatos de Londres 2012 con las femeninas de barra y suelo y las masculinas de barra y paralelas.
Después de 112 años de historia olímpica, la gimnasia iberoamericana subió por fin hoy al podio de la mano del brasileño Arthur Nabarrete Zanetti, ganador del concurso de anillas de los Juegos Olímpicos de Londres.
La gimnasia, uno de los deportes fundacionales de los Juegos y de los que más interés despiertan cada cuatro años, no había reservado ninguna medalla para un atleta de esa región hasta hoy, cuando Zanetti, de 22 años, reventó los pronósticos y con un ejercicio brillante se colgó el oro en el que se considera el aparato más difícil.
El brasileño, debutante en los Juegos, se impuso con 15,900 puntos, por delante del chino Chen Yibing, que defendía el título (15,800), y del italiano Matteo Morandi (15,733).
Subcampeón mundial en este aparato en los Mundiales y en los Juegos Panamericanos de 2011, Zanetti ya había apuntado al podio en la ronda de clasificación al obtener en ejecución la nota más alta, 9,116. Pero la nómina de finalistas era de muchos quilates.
Chen Yibing, cuatro veces campeón mundial de anillas y defensor del título olímpico, abrió el concurso dejando claro a sus rivales que el jefe era él. Hizo un ejercicio impecable, con 6,8 de dificultad y 9 de ejecución que le supusieron 15,800 puntos. La nota parecía inalcanzable para sus rivales. El gimnasta gritó de júbilo y besó el aparato.
Tras él fueron desfilando rivales de la veteranía del italiano Matteo Morandi, subcampeón europeo, o del búlgaro Iordan Iovtchev, seis veces olímpico; e inesperados finalistas como el argentino Federico Molinari, a quien una mala salida le estropeó un gran ejercicio de fuerza (14,733), o el puertorriqueño Tommy Ramos, quien por el contrario terminó bien una rutina con elementos por pulir (15,600).
Junto a Morandi, quienes más inquietaron a Chen fueron los dos rusos en concurso, Aleksander Balandin y Denis Ablyazin, pero su lucha estaba por los últimos puestos del podio.
Cuando todo el North Greenwich daba por sentado el triunfo de Chen Yibing entró en competición Arthur Zanetti, el último finalista.
Presentó un ejercicio de tanta dificultad como el del chino (6,800), pero su ejecución fue sobresaliente: controló las anillas con seguridad en los cristos y en las planchas y apenas tuvo unos balanceos imperceptibles. Cerró con una buena salida y convenció tanto a las jueces que le dieron un 9,116. La suma de 15,900 le ponía una décima por encima de Chen Yibing. Todo un mundo en la gimnasia.
El estadio, con centenares de brasileños en las gradas, se vino abajo. Zanetti saltó de alegría y su cuerpo técnico comenzó a llorar. La fiesta continuó hasta que el gimnasta se colgó la medalla del cuello.
Tommy Ramos terminó sexto (15,600) y Federico Molinari, octavo (14,733).
Antes del comienzo de los Juegos de Londres el gimnasta iberoamericano mejor situado para conseguir la primera medalla parecía otro brasileño, Diego Hypolito. Pero falló en su ejercicio de suelo, como ya hizo en Pekín 2008, y ni siquiera entró en la final. Zanetti cubrió hoy esa ausencia con una medalla de oro que quedará para la historia.
En la final de salto se impuso el surcoreano Hak Seon Yak, que para empezar se atrevió con el que lleva su nombre y que supone 7,4 de dificultad, dos décimas por encima que la de cualquier otro finalista. Pese a que dio varios pasos en la llegada, la nota de 16,466 premió el riesgo que había asumido. El también campeón mundial redondeó con un segundo aún mejor ejecutado, 16.600, y promedió 16,533 puntos que le dieron el triunfo.
El ruso Denis Ablyazin, bronce ayer en suelo, ganó la medalla de plata (16,533) y el ucraniano Igor Radivilov la de bronce (16,316).
Radivilov, subcampeón europeo de salto, hizo un primer intento soberbio, que clavó (16,400), y un segundo más discreto que le dieron una media de 16,316 y la primera posición provisional.
Pero pronto le superó Ablyazin gracias también a un salto inicial de alto riesgo y a un segundo para asegurar (16,399).
Sólo un paso por detrás del podio acabó el chileno Tomás González (16,183), que cierra así la mejor competición de su vida, después de ser ayer igualmente cuarto en la final de suelo.
Tras el estadounidense Samuel Mikulak, quinto con 16,050, terminó el español Isaac Botella (15,866), finalista en salto por segundos Juegos Olímpicos consecutivos y que mejora en dos posiciones lo obtenido cuatro años atrás.
Es el mejor resultado de la gimnasia española en Londres, junto con la novena plaza de Fabián González en el concurso completo.
En asimétricas, la única final femenina de hoy, también hubo cambio de titular: la rusa Aliya Mustafina se proclamó campeona (16,133), por delante de la defensora del título, la china He Kexin (15,933), y de la británica Elisabeth Tweddle (15,916).
Mustafina, con un ejercicio por debajo en dificultad al de He Kexin, estuvo muy por encima de todas sus rivales en ejecución (9.133). La altura de sus sueltas, la ligereza de movimientos y la buena salida la llevaron a lo más alto del podio, ante el eterno gesto de tristeza de su compañera Victoria Komova, vigente campeona mundial de la especialidad y que fue quinta.
He Kexin, que no es la gimnasta impactante de hace cuatro años pero que en las asimétricas está entre las mejores de todos los tiempos, se quedó con la plata, mientras que Tweddle dio al país organizador su cuarta medalla en gimnasia en estos Juegos y la primera femenina.
Antes habían ganado el bronce del equipo masculino, la plata de Loius Smith en caballo con arcos y el bronce de Max Whitlock en el mismo aparato.
La sorpresa fue la estadounidense Gabrielle Douglas, campeona del concurso completo, que acabó octava y última (14,900).
Mañana concluyen las finales por aparatos de Londres 2012 con las femeninas de barra y suelo y las masculinas de barra y paralelas.