Jubilarse antes para vivir más, un mito
BBC
Si una frase con cierta pretensión estadística se repite lo suficiente, suele ser aceptada como una verdad universal, aunque no haya una base científica para sostenerla.
Existe la idea generalizada de que el 93% de la comunicación es no verbal o que hoy en día hay más gente viva que nunca. Ambas son falsas.
Una variación de esta teoría es aquella que dice que determinados trabajos generan una menor expectativa de vida en aquellos que los ejercen. Según este "hecho", maestros, policías penitenciarios y cirujanos deberían morir en los tres años posteriores a su jubilación.Aquí va otra: mientras más tarde se retire uno del trabajo, más pronto uno morirá.
La implicación es que estas personas, en estas profesiones demandantes, están cavando su propia tumba. ¿Pero existe alguna evidencia?
Algunos datos parecen, a primera vista, justificar la primera frase, la que pregona que la gente que más trabaja muere más joven que aquellos que se retiran de la vida productiva antes.
Un documento atribuido a la fábrica de aviones Boeing indica que los empleados que se retiraron a los 55 años vivieron, en promedio, hasta los 83. Pero aquellos que se jubilaron a los 65 solo vivieron, de media, otros tres años.
El "estudio Boeing" ha sido citado en diarios, revistas e incluso por expertos. Ha circulado por internet durante años. El problema es que la misma Boeing dice que es falso.
¿Dejando Boeing a un lado, existe otra evidencia que apoye esta idea? Sorprendentemente, la verdad puede ser precisamente la opuesta: mientras más tarde uno se retira, más vive.
Trampas estadísticas
Epidemiólogos de la firma petrolera Shell realizaron una investigación sobre sus exempleados en EE.UU., en la que encontraron que la mortalidad era un poco superior, en promedio, entre aquellos que se habían retirado a los 55 años, que entre los que habían continuado trabajando hasta los 65.
Pero el actuario Dave Grimshaw dice que se debe ser muy cuidadoso con las conclusiones que se sacan del trabajo de Shell. Las aguas de las estadísticas, opina, se enturbian por el hecho de que la gente se retira a distinta edad por distintas razones.
"Uno encontrará a un grupo que se vio obligado a retirarse (antes) por tener problemas de salud y eso puede impactar en la expectativa de vida", explica Grimshaw.
Y añade: "Por el contrario, habrá otro grupo que eligió retirarse a los 55 años por una decisión más vinculada al estilo de vida. Ellos pueden ser incluso personas que cuentan con buenos recursos. Y probablemente también cuenten con buena salud".
Aquellos que se jubilan más temprano por estar seriamente enfermos harán que, en las estadísticas, la expectativa de vida de todos los que se retiran antes parezca menor.
Otra trampa estadística es la siguiente: algunos de los que se retiren a los 55 morirán antes de alcanzar los 65, pero -obviamente- lo contrario no es posible. Eso también distorsiona los datos.
Entonces, aunque parezca que la gente que se retira antes, en promedio, muere antes -lo opuesto a la frase que siempre se repite-, uno no puede deducir que la jubilación en sí es la razón. Probablemente no exista ninguna conexión entre ambos hechos.
Maestros resignados
Pero sí hay algo de verdad en la idea de que los que ejercen algunas profesiones pueden morir antes que otros.
Esto, quizás, no es muy sorprendente. Algunos trabajos exigen un esfuerzo físico mayor a otros y esto puede tener un impacto en la salud. Pero según la información de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) de Reino Unido, esta diferencia -al menos en este país- no es tan marcada.
"Abogados, contadores y otros similares forman un grupo (en la información de la ONS) llamado 'altos administradores y profesionales'. Los hombres tendrán a los 65 una expectativa de vida cercana a otros 19 años. En el otro extremo de la escala, los obreros y los limpiadores, tienen a los 65 años una expectativa cercana a otros 15", explica Grimshaw.
Pero nuevamente, las razones detrás de las distintas expectativas de vida en distintos tipos de trabajos pueden no ser tan transparentes.
Grimshaw dice que la diferencia puede tener más que ver con diferencias socioeconómicas -obreros y limpiadores suelen venir de orígenes más pobres que abogados y contadores- que con la naturaleza del trabajo en sí.
Buscando ejemplos de aquellas profesiones que, supuestamente, tienen una expectativa de vida posterior al retiro de solo tres años, encontramos que los maestros suelen ser los que más han alentado esta idea.
"No entiendo por qué los maestros deberían tener una menor expectativa de vida. Ellos están por encima del promedio en lo que a grupos económicos respecta. La información de la ONS sugerirá que tanto ellos como otros profesionales (en el caso de los hombres) tienen otros 18 años de vida tras retirarse a los 65".
Incluso esta información está subestimada, debido a estar basada en cifras de mortalidad actuales, cuando en realidad la expectativa de vida aumenta todo el tiempo. Grimshaw dice que los maestros y otros profesionales pueden llegar a vivir 25 años, o incluso 30, una vez que se jubilan a los 65.
Por eso, la próxima vez que un maestro les diga, resignado, que trabajan tan duro que solo vivirán 18 meses luego de la jubilación, respondan que ese pesimismo está basado en un mito.
Pero si quiere hablar de lo malo de sus pensiones, ése es otro tema.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones