Irán sitúa en 306 muertos el balance de víctimas por los terremotos
Madrid, EP
El ministro de Sanidad iraní, Marzieh Vahid-Dastjerdi, ha elevado este lunes a 306 muertos y 3.037 heridos el balance de víctimas por los dos potentes terremotos que el sábado sacudieron la provincia de Azerbaiyán Oriental, ubicada en el noroeste de Irán, según informa la cadena de televisión estatal Press TV.
Alrededor de las 14.30 horas del pasado sábado se registró un terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Tabriz y once minutos después se produjo otro de 6,3 grados 49 kilómetros al noreste de la ciudad de Varzaghan.
Irán se encuentra en una zona propensa a los terremotos debido a la presencia de varias fallas sísmicas. El más grave de los últimos años fue el registrado en la región de Bam, en el sureste del país, en diciembre de 2003, en el que murieron unas 31.000 personas.
Más grave aún fue el seísmo que en junio de 1990 acabó con la vida de unas 37.000 personas en las provincias de Gilan y Zanjan, en el noroeste del país. Este seísmo, de 7,7 grados, destruyó 27 ciudades y unos 1.870 pueblos.
El ministro de Sanidad iraní, Marzieh Vahid-Dastjerdi, ha elevado este lunes a 306 muertos y 3.037 heridos el balance de víctimas por los dos potentes terremotos que el sábado sacudieron la provincia de Azerbaiyán Oriental, ubicada en el noroeste de Irán, según informa la cadena de televisión estatal Press TV.
Alrededor de las 14.30 horas del pasado sábado se registró un terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Tabriz y once minutos después se produjo otro de 6,3 grados 49 kilómetros al noreste de la ciudad de Varzaghan.
Irán se encuentra en una zona propensa a los terremotos debido a la presencia de varias fallas sísmicas. El más grave de los últimos años fue el registrado en la región de Bam, en el sureste del país, en diciembre de 2003, en el que murieron unas 31.000 personas.
Más grave aún fue el seísmo que en junio de 1990 acabó con la vida de unas 37.000 personas en las provincias de Gilan y Zanjan, en el noroeste del país. Este seísmo, de 7,7 grados, destruyó 27 ciudades y unos 1.870 pueblos.