Incendio estabilizado en oeste de España, pero complicado en Canarias

España, AFP
El viento atizaba este domingo el incendio de la isla de la Gomera y otro foco seguía activo en la isla de la Palma, ambas en el archipiélago canario, mientras que el fuego que se declaró en Extremadura el viernes y causó un muerto, estaba controlado, según las autoridades.
En La Gomera se confirmó que el fuego 'ha entrado en el parque nacional de Garajonay', clasificado Patrimonio Mundial de la Unesco, indicó a la AFP una portavoz del servicio de Emergencias 112, Carmina Lorenzo.

'Hay muy fuertes vientos que están complicando en exceso la actuación de los operativos en esta zona', explicó el domingo el presidente de la isla, Casimiro Curbelo, a Radio Nacional de España.
La orografía y el viento en la zona afectada por el fuego desde el sábado hacen que los equipos de extinción 'encuentren más dificultades en La Gomera que en La Palma', donde el incendio también se declaró el sábado, informó el gobierno regional en un comunicado.
Las autoridades no han dado aún cifras sobre el número de hectáreas afectadas por las llamas en La Gomera, donde han sido evacuadas unas 600 personas.
En cambio, en La Palma, donde han sido evacuadas 70 personas, el fuego ha consumido unas 1.000 hectáreas, según el comunicado.
En los flancos este y oeste, el incendio de La Palma está 'prácticamente' controlado, pero persisten 'los principales problemas' en el frente y en la cola del incendio, precisa el comunicado.
En esta isla, los habitantes evacuados de los alrededores de Mazo pasaron el sábado una tensa noche, por la preocupación sobre la suerte de las propiedades y animales que tuvieron que abandonar, según una fotógrafa de la AFP.
Dos hidroaviones, destinados cada uno a una de las dos islas, deben llegar el domingo a reforzar a los efectivos en el lugar, entre ellos cuatro helicópteros en La Gomera y el mismo número en la Palma.
Otro hidroavión se iba a incorporar más tarde, según el gobierno regional.
De otra parte, el fuego que se había declarado el viernes en la región de Extremadura, cerca de la frontera portuguesa, y que causó un muerto y tres heridos, estaba estabilizado este domingo.
Los bomberos trataban de dar 'definitivamente por controlado y extinguido el incendio declarado en la noche del viernes', según un comunicado del gobierno regional.
El riesgo de incendios es muy alto este verano en España, tras un invierno casi sin lluvias, que ha dejado la peor sequía en 70 años.
El 22 de julio, un virulento fuego se declaró en Cataluña, en el noreste del país, en la frontera con Francia, y atizado por un viento fortísimo devastó casi 14.000 hectáreas. Cuatro personas, tres de ellas de nacionalidad francesa, murieron en el incendio.
El más devastador de los fuegos forestales registrados hasta ahora en España destruyó a inicios de julio unas 50.000 hectáreas de vegetación en la región de Valencia (este).