Francés Sarkozy pide acción internacional en Siria
París, Reuters
El ex presidente francés Nicolas Sarkozy pidió el miércoles una rápida intervención internacional en Siria, y comparó el conflicto que asola al país con los primeros días de la guerra civil en Libia, en la que impulsó una operación encabezada por la OTAN que ayudó a los rebeldes a derrocar a Muammar Gaddafi.
Rompiendo un largo silencio desde que perdió las elecciones presidenciales de mayo con el socialista Francois Hollande, Sarkozy dijo que había hablado con el líder opositor sirio Abdulbaset Sieda esta semana y que coincidieron en la necesidad de una intervención extranjera en el levantamiento popular contra el presidente Bashar al-Assad.
"Señalaron una convergencia total en sus puntos de vista sobre la gravedad de la crisis siria, así como la necesidad de una rápida acción de la comunidad internacional para evitar masacres", según un comunicado conjunto firmado por Sarkozy y Sieda, quien es presidente del Consejo Nacional Sirio, con sede en Estambul.
"Coincidieron en que hay grandes similitudes con la crisis libia", agregó la comunicación.
Luego de tres meses alejado de la atención pública, la conversación telefónica de 40 minutos de Sarkozy con Sieda parecía tener el objetivo de aumentar la presión sobre Hollande para comprometerse más públicamente con grupos opositores sirios.
Las declaraciones de Sarkozy se dieron días después de que el intelectual francés Bernard-Henri Levy, quien alentó al presidente a ayudar a los rebeldes libios el año pasado y se convirtió en su asesor no oficial en la crisis, criticó la posición de Hollande sobre Siria en una entrevista.
El miércoles, Levy dijo que los gobiernos europeos y Estados Unidos deberían unirse a los países árabes y Turquía en un nuevo enfoque de la crisis siria, comenzando con una amenaza de zona de exclusión aérea.
"Necesitamos que (el primer ministro británico David) Cameron y Hollande dejen de lado esta cautela y cobardía y eviten una inminente masacre. Lo que se avecina en Aleppo será una desgracia que, si no hacemos nada, nos pesará en nuestra conciencia por mucho tiempo", dijo Levy a Reuters.
Aleppo es asolada por los enfrentamientos entre tropas leales a Assad y rebeldes de la oposición que han tomado el control de partes del territorio en los 17 meses que lleva el conflicto.
Hollande, quien se encuentra de vacaciones en el sur de Francia, ha limitado su intervención en asuntos extranjeros.
Mientras que el canciller Laurent Fabius ha tenido contacto frecuente con líderes opositores sirios, el presidente sólo se reunió brevemente con Sieda durante un encuentro del grupo "Amigos de Siria" en París.
Francia, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU durante agosto, encabezará una reunión ministerial con miembros del Consejo el 30 de agosto enfocada en la crisis humanitaria en Siria.
Las potencias occidentales han instado a Assad a renunciar, pero Rusia y China vetaron resoluciones del Consejo de Seguridad que habrían condenado su Gobierno y allanado el camino para sanciones de la ONU.
A diferencia de la crisis en Libia, Occidente se muestra precavido sobre una intervención en Siria debido a las alianzas de Damasco con Rusia e Irán, y la posición del país en el centro de divisiones sectarias que se extienden por todo Oriente Medio.
El ex presidente francés Nicolas Sarkozy pidió el miércoles una rápida intervención internacional en Siria, y comparó el conflicto que asola al país con los primeros días de la guerra civil en Libia, en la que impulsó una operación encabezada por la OTAN que ayudó a los rebeldes a derrocar a Muammar Gaddafi.
Rompiendo un largo silencio desde que perdió las elecciones presidenciales de mayo con el socialista Francois Hollande, Sarkozy dijo que había hablado con el líder opositor sirio Abdulbaset Sieda esta semana y que coincidieron en la necesidad de una intervención extranjera en el levantamiento popular contra el presidente Bashar al-Assad.
"Señalaron una convergencia total en sus puntos de vista sobre la gravedad de la crisis siria, así como la necesidad de una rápida acción de la comunidad internacional para evitar masacres", según un comunicado conjunto firmado por Sarkozy y Sieda, quien es presidente del Consejo Nacional Sirio, con sede en Estambul.
"Coincidieron en que hay grandes similitudes con la crisis libia", agregó la comunicación.
Luego de tres meses alejado de la atención pública, la conversación telefónica de 40 minutos de Sarkozy con Sieda parecía tener el objetivo de aumentar la presión sobre Hollande para comprometerse más públicamente con grupos opositores sirios.
Las declaraciones de Sarkozy se dieron días después de que el intelectual francés Bernard-Henri Levy, quien alentó al presidente a ayudar a los rebeldes libios el año pasado y se convirtió en su asesor no oficial en la crisis, criticó la posición de Hollande sobre Siria en una entrevista.
El miércoles, Levy dijo que los gobiernos europeos y Estados Unidos deberían unirse a los países árabes y Turquía en un nuevo enfoque de la crisis siria, comenzando con una amenaza de zona de exclusión aérea.
"Necesitamos que (el primer ministro británico David) Cameron y Hollande dejen de lado esta cautela y cobardía y eviten una inminente masacre. Lo que se avecina en Aleppo será una desgracia que, si no hacemos nada, nos pesará en nuestra conciencia por mucho tiempo", dijo Levy a Reuters.
Aleppo es asolada por los enfrentamientos entre tropas leales a Assad y rebeldes de la oposición que han tomado el control de partes del territorio en los 17 meses que lleva el conflicto.
Hollande, quien se encuentra de vacaciones en el sur de Francia, ha limitado su intervención en asuntos extranjeros.
Mientras que el canciller Laurent Fabius ha tenido contacto frecuente con líderes opositores sirios, el presidente sólo se reunió brevemente con Sieda durante un encuentro del grupo "Amigos de Siria" en París.
Francia, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU durante agosto, encabezará una reunión ministerial con miembros del Consejo el 30 de agosto enfocada en la crisis humanitaria en Siria.
Las potencias occidentales han instado a Assad a renunciar, pero Rusia y China vetaron resoluciones del Consejo de Seguridad que habrían condenado su Gobierno y allanado el camino para sanciones de la ONU.
A diferencia de la crisis en Libia, Occidente se muestra precavido sobre una intervención en Siria debido a las alianzas de Damasco con Rusia e Irán, y la posición del país en el centro de divisiones sectarias que se extienden por todo Oriente Medio.