Fed ve economía EEUU más débil, no anuncia medidas
Washington, Reuters
La Reserva Federal dijo el miércoles que la recuperación de la economía estadounidense perdió fuerza este año, pero se abstuvo de lanzar un nuevo estímulo monetario pese a señalar que no descartaba comprar más bonos en el futuro.
Los funcionarios de la Fed afirmaron en el comunicado posterior a su reunión mensual que la economía se había "desacelerado en alguna medida" y reiteraron su decepción con la lenta baja de la tasa de desempleo, actualmente en el 8,2 por ciento.
Pese a no anunciar medidas concretas, la Fed dijo que estaba preparada para hacer más con miras a apuntalar a la economía.
Algunos en el mercado podrían verse decepcionados porque la Fed no extendió más allá de fines del 2014 su promesa de mantener bajas las tasas de interés.
"El comité seguirá de cerca la información sobre los acontecimientos económicos y financieros y proveerá una expansión (monetaria) adicional de ser necesario", dijo la Fed en su comunicado, con un cambio respecto del lenguaje que había usado en la reunión de junio.
El presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, volvió a expresar su disenso ante el cronograma de fines del 2014.
El crecimiento de Estados Unidos se desaceleró a un 1,5 por ciento en el segundo trimestre por la debilidad del gasto de los consumidores. Además, el desempleo permanece demasiado alto para la tranquilidad de un banco central que tiene el doble mandato de mantener baja la inflación y una tasa de empleo elevada.
La creación de empleo se desaceleró marcadamente en el segundo trimestre del año a 75.000 puestos por mes desde los 226.000 trabajos generados en el periodo previo.
El miércoles, la firma ADP informó que el sector privado del país creó 163.000 empleos en julio, más de lo esperado por el mercado.
No obstante, ese sondeo -el reporte nacional del empleo ADP-, no tiene tanta influencia como el informe mensual oficial del empleo que divulga el Gobierno el viernes, que incluye tanto al trabajo privado como al público.
Aparte, datos manufactureros del Instituto de Gerencia y Abastecimiento apuntaron a un segundo mes de contracción.
La Fed se reúne un día antes de un encuentro clave del Banco Central Europeo, después de que su presidente, Mario Draghi, desatara las especulaciones sobre nuevas compras de bonos españoles e italianos por parte del BCE al decir que haría "todo lo posible por preservar el euro".
Los inversores culpan a la crisis europea por al menos parte de la desaceleración estadounidense, ya que el comercio entre los dos gigantes económicos se frena y los temores a una nueva turbulencia financiera mantienen a la defensiva a empresas y consumidores por igual.
Contra ese contexto oscuro, muchos creen que el presidente de la Fed Ben Bernanke podría usar su discurso en el encuentro del banco central en Jackson Hole, Wyoming, en agosto, para enviar un mensaje fuerte a los mercados.
El funcionario usó ese foro en el 2010 para comunicar la intención de la Fed de impulsar una segunda ronda de flexibilización cuantitativa, o QE2.
Una tercera versión de la QE probablemente involucraría algún componente de deuda inmobiliaria mientras la Fed intenta reavivar un sector de bienes raíces que finalmente da algunas señales de curación.
Entre las herramientas que ha indicado Bernanke que están en consideración está el bajar la tasa de interés que paga la Fed a los bancos por estacionar sus reservas en el organismo monetario, actualmente en 0,25 por ciento, lo que los podría llevar a prestar más.
Otra medida podría ser el impulso de un programa de ´financiamiento para crédito´ como el que recientemente implementó el Banco de Inglaterra, con el que la Fed podría ofrecer créditos baratos de corto plazo a los bancos a cambio de garantías de que los bancos reanudarán el crédito a los individuos y las firmas.
La última opción aún requiere algo de estudio, dijo Bernanke en su última conferencia de prensa, de junio.
La Reserva Federal dijo el miércoles que la recuperación de la economía estadounidense perdió fuerza este año, pero se abstuvo de lanzar un nuevo estímulo monetario pese a señalar que no descartaba comprar más bonos en el futuro.
Los funcionarios de la Fed afirmaron en el comunicado posterior a su reunión mensual que la economía se había "desacelerado en alguna medida" y reiteraron su decepción con la lenta baja de la tasa de desempleo, actualmente en el 8,2 por ciento.
Pese a no anunciar medidas concretas, la Fed dijo que estaba preparada para hacer más con miras a apuntalar a la economía.
Algunos en el mercado podrían verse decepcionados porque la Fed no extendió más allá de fines del 2014 su promesa de mantener bajas las tasas de interés.
"El comité seguirá de cerca la información sobre los acontecimientos económicos y financieros y proveerá una expansión (monetaria) adicional de ser necesario", dijo la Fed en su comunicado, con un cambio respecto del lenguaje que había usado en la reunión de junio.
El presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, volvió a expresar su disenso ante el cronograma de fines del 2014.
El crecimiento de Estados Unidos se desaceleró a un 1,5 por ciento en el segundo trimestre por la debilidad del gasto de los consumidores. Además, el desempleo permanece demasiado alto para la tranquilidad de un banco central que tiene el doble mandato de mantener baja la inflación y una tasa de empleo elevada.
La creación de empleo se desaceleró marcadamente en el segundo trimestre del año a 75.000 puestos por mes desde los 226.000 trabajos generados en el periodo previo.
El miércoles, la firma ADP informó que el sector privado del país creó 163.000 empleos en julio, más de lo esperado por el mercado.
No obstante, ese sondeo -el reporte nacional del empleo ADP-, no tiene tanta influencia como el informe mensual oficial del empleo que divulga el Gobierno el viernes, que incluye tanto al trabajo privado como al público.
Aparte, datos manufactureros del Instituto de Gerencia y Abastecimiento apuntaron a un segundo mes de contracción.
La Fed se reúne un día antes de un encuentro clave del Banco Central Europeo, después de que su presidente, Mario Draghi, desatara las especulaciones sobre nuevas compras de bonos españoles e italianos por parte del BCE al decir que haría "todo lo posible por preservar el euro".
Los inversores culpan a la crisis europea por al menos parte de la desaceleración estadounidense, ya que el comercio entre los dos gigantes económicos se frena y los temores a una nueva turbulencia financiera mantienen a la defensiva a empresas y consumidores por igual.
Contra ese contexto oscuro, muchos creen que el presidente de la Fed Ben Bernanke podría usar su discurso en el encuentro del banco central en Jackson Hole, Wyoming, en agosto, para enviar un mensaje fuerte a los mercados.
El funcionario usó ese foro en el 2010 para comunicar la intención de la Fed de impulsar una segunda ronda de flexibilización cuantitativa, o QE2.
Una tercera versión de la QE probablemente involucraría algún componente de deuda inmobiliaria mientras la Fed intenta reavivar un sector de bienes raíces que finalmente da algunas señales de curación.
Entre las herramientas que ha indicado Bernanke que están en consideración está el bajar la tasa de interés que paga la Fed a los bancos por estacionar sus reservas en el organismo monetario, actualmente en 0,25 por ciento, lo que los podría llevar a prestar más.
Otra medida podría ser el impulso de un programa de ´financiamiento para crédito´ como el que recientemente implementó el Banco de Inglaterra, con el que la Fed podría ofrecer créditos baratos de corto plazo a los bancos a cambio de garantías de que los bancos reanudarán el crédito a los individuos y las firmas.
La última opción aún requiere algo de estudio, dijo Bernanke en su última conferencia de prensa, de junio.