Fallece el veterano de guerra israelí que se inmoló a lo bonzo el lunes
Jerusalén, EP
El israelí que se inmoló a lo bonzo el 30 de julio en protesta por la situación económica que atravesaba ha fallecido este miércoles tras no poder superar la gravedad de sus heridas, según han informado fuentes médicas.
Akiva Mafi, veterano de guerra de 45 años de edad postrado en una silla de ruedas, se roció con gasolina y se prendió fuego en una estación de autobuses tras lo que sus amigos describieron como una larga batalla para conservar sus beneficios sociales.
Mafi es el segundo israelí que fallece tras inmolarse a lo bonzo tras el fallecimiento de Moshe Silman, un empresario israelí que quedó arruinado por la crisis y que se prendió fuego durante una manifestación celebrada el 14 de julio.
Silman era propietario de una pequeña empresa de transportes que quebró y perdió todo sus ahorros. La bancarrota no le permitía afrontar los pagos pendientes y se negaba a alojarse en albergues a pesar de que no tenía familia. El fallecido dejó una nota en la que acusó al Gobierno de Benjamin Netanyahu de "robar a los pobres para dárselo a los ricos".
En declaraciones concedidas el martes tras la aprobación de un controvertido paquete de medidas económicas que contempla en recorte de gastos y el aumento de impuestos, Netanyahu describió las inmolaciones como trágicas, aunque advirtió contra "sacar conclusiones sobre la población total".
El israelí que se inmoló a lo bonzo el 30 de julio en protesta por la situación económica que atravesaba ha fallecido este miércoles tras no poder superar la gravedad de sus heridas, según han informado fuentes médicas.
Akiva Mafi, veterano de guerra de 45 años de edad postrado en una silla de ruedas, se roció con gasolina y se prendió fuego en una estación de autobuses tras lo que sus amigos describieron como una larga batalla para conservar sus beneficios sociales.
Mafi es el segundo israelí que fallece tras inmolarse a lo bonzo tras el fallecimiento de Moshe Silman, un empresario israelí que quedó arruinado por la crisis y que se prendió fuego durante una manifestación celebrada el 14 de julio.
Silman era propietario de una pequeña empresa de transportes que quebró y perdió todo sus ahorros. La bancarrota no le permitía afrontar los pagos pendientes y se negaba a alojarse en albergues a pesar de que no tenía familia. El fallecido dejó una nota en la que acusó al Gobierno de Benjamin Netanyahu de "robar a los pobres para dárselo a los ricos".
En declaraciones concedidas el martes tras la aprobación de un controvertido paquete de medidas económicas que contempla en recorte de gastos y el aumento de impuestos, Netanyahu describió las inmolaciones como trágicas, aunque advirtió contra "sacar conclusiones sobre la población total".