Estados Unidos reina en el triple salto de los Juegos
Londres, EFE
Christian Taylor y Will Claye regalaron a Estados Unidos un doblete en la final olímpica de triple salto al final de un duelo que se resolvió por 19 centímetros y en el que el nuevo campeón corrió serio peligro de quedar eliminado.
Taylor, campeón del mundo, obtuvo el título olímpico con su mejor salto del año (17.81), seguido de Claye -bronce en longitud-, que con una marca de 17,62 se convierte en el primero en 76 años que consigue medallas en triple y longitud en unos mismos Juegos. El japonés Naoto Tajima lo hizo en Berlín 1936 (oro en triple, bronce en longitud).
El nuevo campeón había manifestado su deseo, no sólo de colgarse la medalla de oro, sino de hacerlo con un nuevo récord mundial, precisamente en la patria del actual plusmarquista, Jonathan Edwards, que conserva el récord (18,29) desde hace diecisiete años. El año pasado Taylor logró el título mundial en Daegu con un salto de 17,96 metros, y la eliminación del británico Phillips Idowu en la calificación reforzaba su condición de favorito.
El italiano Fabrizio Donato, reciente campeón de Europa con 35 años, fue el primero en superar los 17 metros: 17,38 en su primer intento, que le ponían en cabeza. Luego mejoró diez centímetros y se colgó la medalla de bronce. Taylor había empezado con un nulo y volvió a fallar en el segundo intento.
Tuvo que jugársela en el tercero, pero sobrevivió con un salto de 17,15. Claye, que también había hecho nulo en su primer esfuerzo, encareció el concurso con los 17,54 de la segunda ronda pero en la cuarta topó con la mejor versión de Taylor, que voló hasta los 17,81 metros para tomar el mando de la prueba, ya hasta el final. El concurso permaneció diez minutos interrumpido por la lesión del bahamés Leevan Sands, que hubo de ser retirado del foso de arena en camilla tras ejecutar su cuarto salto. Iba quinto con 17.19.
Christian Taylor y Will Claye regalaron a Estados Unidos un doblete en la final olímpica de triple salto al final de un duelo que se resolvió por 19 centímetros y en el que el nuevo campeón corrió serio peligro de quedar eliminado.
Taylor, campeón del mundo, obtuvo el título olímpico con su mejor salto del año (17.81), seguido de Claye -bronce en longitud-, que con una marca de 17,62 se convierte en el primero en 76 años que consigue medallas en triple y longitud en unos mismos Juegos. El japonés Naoto Tajima lo hizo en Berlín 1936 (oro en triple, bronce en longitud).
El nuevo campeón había manifestado su deseo, no sólo de colgarse la medalla de oro, sino de hacerlo con un nuevo récord mundial, precisamente en la patria del actual plusmarquista, Jonathan Edwards, que conserva el récord (18,29) desde hace diecisiete años. El año pasado Taylor logró el título mundial en Daegu con un salto de 17,96 metros, y la eliminación del británico Phillips Idowu en la calificación reforzaba su condición de favorito.
El italiano Fabrizio Donato, reciente campeón de Europa con 35 años, fue el primero en superar los 17 metros: 17,38 en su primer intento, que le ponían en cabeza. Luego mejoró diez centímetros y se colgó la medalla de bronce. Taylor había empezado con un nulo y volvió a fallar en el segundo intento.
Tuvo que jugársela en el tercero, pero sobrevivió con un salto de 17,15. Claye, que también había hecho nulo en su primer esfuerzo, encareció el concurso con los 17,54 de la segunda ronda pero en la cuarta topó con la mejor versión de Taylor, que voló hasta los 17,81 metros para tomar el mando de la prueba, ya hasta el final. El concurso permaneció diez minutos interrumpido por la lesión del bahamés Leevan Sands, que hubo de ser retirado del foso de arena en camilla tras ejecutar su cuarto salto. Iba quinto con 17.19.