El Real Madrid apremiado
BARCELONA, AP
El Real Madrid afronta hoy un duro reto: remontar la final de la Supercopa de España en el partido de vuelta, en casa, contra el Barcelona, y así ganar su primer título de la temporada.
El resultado favorable al Barça por 3-2 en el choque de ida no se antoja el único obstáculo del vigente campeón de liga, pues el Madrid arrastra el peso de un mal inicio de campaña, donde aún no conoce la victoria en sus tres partidos disputados.
Tras ceder un empate de local en el estreno liguero ante el Valencia, perder en el Camp Nou por la Supercopa y repetir derrota en el campeonato el domingo contra el Getafe, el equipo blanco siente la necesidad de dar un vuelco inmediato a su mala dinámica.
“Tengo una prioridad y mi prioridad es saber si la actitud que hemos tenido ante el Getafe fue una situación ocasional o si es una situación como consecuencia de un perfil psicológico, que el equipo ha construido”, señaló el técnico madridista José Mourinho el martes en rueda de prensa. “Puedo perder la Supercopa y el partido, pero lo que es fundamental es saber qué jugadores tengo, qué perfil psicológico tengo, y si mañana [hoy] vamos a repetir lo mismo”.
Su presidente, Florentino Pérez, logró desviar algo la atención el lunes con el esperado fichaje del croata Luka Modric, ex jugador del Tottenham inglés. El traspaso, tasado en unos 42 millones de euros, consiguió el doble objetivo de reforzar un plantel que el curso pasado consiguió el récord de puntos de la liga, así como ilusionar a la frustrada afición de cara a llenar el estadio Santiago Bernabéu para recibir al Barça, campeón de la Copa del Rey.
Queda por ver si considera oportuno su debut Mourinho, para quien la Supercopa seguramente haya incrementado su valor, después de declarar hace una semana que era el trofeo menos importante de la temporada.
Es por ello que el portugués volverá seguramente a contar con su compatriota Pepe, conmocionado por un choque ante el Valencia, para el eje de una defensa que concedió tres goles en su último cruce con el Barça. De hecho, a Mourinho le apremia también una victoria contra el odiado rival en el coloso blanco, donde sigue sin vencer a los azulgranas.
“Es un partido imprevisible. Entre dos clubes, con los mejores jugadores, está todo abierto”, expresó el timonel portugués. “Tenemos que intentar defender bien y tenemos que atacar sin preocupación desde el momento que tengamos la pelota”.
El Real Madrid afronta hoy un duro reto: remontar la final de la Supercopa de España en el partido de vuelta, en casa, contra el Barcelona, y así ganar su primer título de la temporada.
El resultado favorable al Barça por 3-2 en el choque de ida no se antoja el único obstáculo del vigente campeón de liga, pues el Madrid arrastra el peso de un mal inicio de campaña, donde aún no conoce la victoria en sus tres partidos disputados.
Tras ceder un empate de local en el estreno liguero ante el Valencia, perder en el Camp Nou por la Supercopa y repetir derrota en el campeonato el domingo contra el Getafe, el equipo blanco siente la necesidad de dar un vuelco inmediato a su mala dinámica.
“Tengo una prioridad y mi prioridad es saber si la actitud que hemos tenido ante el Getafe fue una situación ocasional o si es una situación como consecuencia de un perfil psicológico, que el equipo ha construido”, señaló el técnico madridista José Mourinho el martes en rueda de prensa. “Puedo perder la Supercopa y el partido, pero lo que es fundamental es saber qué jugadores tengo, qué perfil psicológico tengo, y si mañana [hoy] vamos a repetir lo mismo”.
Su presidente, Florentino Pérez, logró desviar algo la atención el lunes con el esperado fichaje del croata Luka Modric, ex jugador del Tottenham inglés. El traspaso, tasado en unos 42 millones de euros, consiguió el doble objetivo de reforzar un plantel que el curso pasado consiguió el récord de puntos de la liga, así como ilusionar a la frustrada afición de cara a llenar el estadio Santiago Bernabéu para recibir al Barça, campeón de la Copa del Rey.
Queda por ver si considera oportuno su debut Mourinho, para quien la Supercopa seguramente haya incrementado su valor, después de declarar hace una semana que era el trofeo menos importante de la temporada.
Es por ello que el portugués volverá seguramente a contar con su compatriota Pepe, conmocionado por un choque ante el Valencia, para el eje de una defensa que concedió tres goles en su último cruce con el Barça. De hecho, a Mourinho le apremia también una victoria contra el odiado rival en el coloso blanco, donde sigue sin vencer a los azulgranas.
“Es un partido imprevisible. Entre dos clubes, con los mejores jugadores, está todo abierto”, expresó el timonel portugués. “Tenemos que intentar defender bien y tenemos que atacar sin preocupación desde el momento que tengamos la pelota”.