El Rayo se aprovechó de un Betis demasiado blando
Sevilla, EFE
El Rayo Vallecano, con una actuación estelar del joven brasileño Leo Baptistao, sigue siendo la "bestia negra" del Real Betis, al que se impuso por 1-2 en un partido que los béticos se han mostrado demasiado blandos y con errores infantiles.
El Rayo sentenció el partido en un segundo tiempo en el que llevó el control del tiempo y del ritmo ante un adversario que, pese a los buenos inicios del segundo periodo, se fue diluyendo hasta convertirse en una presa fácil de su rival.
Betis y Rayo protagonizaron un distraído primer tiempo, con reparto de goles, ocasiones marradas (Pitti y Beñat enviaron sendos balones al travesaño) y donde fue el conjunto madrileño el que dio mayor sensación de conjunto y peligrosidad.
También influyó en ello una defensa verdiblanca como hace tiempo no se veía en el Benito Villamarín, con nervios que trasladaron a los aficionados.
Se adelantó el Rayo (m.2) en una indecisión de la zaga verdiblanca y despeje defectuoso de Fabricio que Pitti, desmarcado, solo tuvo que rematar con suavidad.
Poco duró la alegría a los vallecanos, pues dos minutos después el ariete Jorge Molina, de cabeza, puso la igualada en el marcador.
Pitti, cuando no se había llegado al ecuador de la primera mitad, provocó la taquicardia a los aficionados locales, con balonazo al travesaño de Fabricio, aunque poco después fue Beñat, en remate de cabeza, el que pudo adelantar a los béticos pero lo impidió el travesaño del marco de Rubén.
A falta de un minuto para el descanso fue retirado en camilla el brasileño Paulao, tras un encontronazo con el meta Fabricio, después de ser atendido en el terreno de juego de un traumatismo.
Los comienzos del segundo tiempo fueron esperanzadores para los béticos pues dispusieron de un par de oportunidades, marradas ante Rubén, hasta que Leao Baptistao puso el uno-dos en el marcador.
Ahí se acabó el partido para un Betis demasiado nervioso, impreciso y fallón en todas sus líneas, especialmente en las defensivas, lo que provocó que el Rayo obtuviese su cuarto triunfo en los cinco últimos enfrentamientos.
El Rayo Vallecano, con una actuación estelar del joven brasileño Leo Baptistao, sigue siendo la "bestia negra" del Real Betis, al que se impuso por 1-2 en un partido que los béticos se han mostrado demasiado blandos y con errores infantiles.
El Rayo sentenció el partido en un segundo tiempo en el que llevó el control del tiempo y del ritmo ante un adversario que, pese a los buenos inicios del segundo periodo, se fue diluyendo hasta convertirse en una presa fácil de su rival.
Betis y Rayo protagonizaron un distraído primer tiempo, con reparto de goles, ocasiones marradas (Pitti y Beñat enviaron sendos balones al travesaño) y donde fue el conjunto madrileño el que dio mayor sensación de conjunto y peligrosidad.
También influyó en ello una defensa verdiblanca como hace tiempo no se veía en el Benito Villamarín, con nervios que trasladaron a los aficionados.
Se adelantó el Rayo (m.2) en una indecisión de la zaga verdiblanca y despeje defectuoso de Fabricio que Pitti, desmarcado, solo tuvo que rematar con suavidad.
Poco duró la alegría a los vallecanos, pues dos minutos después el ariete Jorge Molina, de cabeza, puso la igualada en el marcador.
Pitti, cuando no se había llegado al ecuador de la primera mitad, provocó la taquicardia a los aficionados locales, con balonazo al travesaño de Fabricio, aunque poco después fue Beñat, en remate de cabeza, el que pudo adelantar a los béticos pero lo impidió el travesaño del marco de Rubén.
A falta de un minuto para el descanso fue retirado en camilla el brasileño Paulao, tras un encontronazo con el meta Fabricio, después de ser atendido en el terreno de juego de un traumatismo.
Los comienzos del segundo tiempo fueron esperanzadores para los béticos pues dispusieron de un par de oportunidades, marradas ante Rubén, hasta que Leao Baptistao puso el uno-dos en el marcador.
Ahí se acabó el partido para un Betis demasiado nervioso, impreciso y fallón en todas sus líneas, especialmente en las defensivas, lo que provocó que el Rayo obtuviese su cuarto triunfo en los cinco últimos enfrentamientos.