El inglés Jason Kenny se proclama el ciclista más veloz del mundo
Londres, EFE
Los ciclistas británicos asfixiaron a sus rivales una jornada más en el velódromo olímpico, donde el corredor inglés Jason Kenny se proclamó hoy el hombre más veloz del mundo sobre una bicicleta.
Los 6.000 espectadores que caben en el recinto de Stratford, con una acústica atronadora, volvieron a crear esta tarde un ambiente irrespirable para cualquier rival de la selección local, que se apuntó su sexta medalla de los Juegos en ciclismo en pista, el quinto oro, de los siete que se han entregado hasta el momento en el velódromo.
Al subir a lo más alto del podio por segunda vez en estos Juegos, Kenny sucedió como campeón olímpico de velocidad individual al líder de su equipo, Chris Hoy, que mañana luchará en el keirin por la séptima medalla olímpica de su carrera, un logro que tan solo otro británico ha logrado en la historia: el también ciclista Bradley Wiggins, esta misma semana en la contrarreloj en carretera.
Kenny y Hoy, junto a Philip Hindes, ya dejaron sin respiración a los espectadores del velódromo el pasado jueves, cuando batieron dos veces consecutivas el récord del mundo de velocidad para ganar con una autoridad incuestionable la medalla de oro.
La lección que está dando este verano el ciclismo británico se aplica asimismo a la categoría femenina: Victoria Pendleton deleitó esta tarde a unas gradas repletas de banderas británicas al superar en cuartos de final, sin forzar la máquina, a la bielorrusa Olga Panarina.
Si supera mañana a la alemana Kristina Vogel en las semifinales a primera hora de la tarde, Pendleton se medirá en la final o bien a la australiana Anna Meares, la única corredora que se ha mostrado capaz de hacer sombra a la británica en los últimos meses, o bien a la china Shuan Guo, que se ha mostrado en plena forma en Londres.
Más difícil será acercarse a la lucha por las medallas para la delegación española, que hoy vio cómo Leire Olaberría se alejaba de los primeros puestos en el omnium tras quedar apeada de la prueba de eliminación al séptimo paso por meta.
La guipuzcoana firmó la duodécima plaza en la tercera de las seis pruebas de la combinada, después de completar decimotercera la carrera por puntos de 20 kilómetros y sexta la primera prueba del día, la de vuelta rápida.
La corredora, de 35 años y bronce en Pekín 2008 en la carrera por puntos, afronta mañana las tres pruebas restantes del omnium: persecución individual, el "scratch" de 10 kilómetros y los 500 metros contra el cronómetro.
En su primer compromiso del martes, la guipuzcoana se medirá, en la cuarta manga de la persecución, a la neozelandesa Joanne Kiesanowsky, que le aventaja en un puesto, con un punto menos, en la clasificación general (30 puntos la neozelandesa por 31 la española).
En la última oportunidad para colgarse un metal al cuello en el velódromo, el español Juan Peralta saltará también a la pista para jugarse sus opciones en el keirin.
Entre los latinoamericanos, la cubana Lisandra Guerra se hizo hoy con un diploma olímpico, al firmar la sexta plaza en la prueba de velocidad individual.
Guerra se midió en cuartos de final a la China Guo, a la que ganó en la primera de las tres mangas de la serie, pero cayó sin embargo en los dos enfrentamientos posteriores.
En la carrera para determinar los puestos del quinto al octavo, ya con diploma olímpico asegurado, la cubana logró entrar segunda en la meta, solo por detrás de la lituana Simona Krupeckaite.
Los ciclistas británicos asfixiaron a sus rivales una jornada más en el velódromo olímpico, donde el corredor inglés Jason Kenny se proclamó hoy el hombre más veloz del mundo sobre una bicicleta.
Los 6.000 espectadores que caben en el recinto de Stratford, con una acústica atronadora, volvieron a crear esta tarde un ambiente irrespirable para cualquier rival de la selección local, que se apuntó su sexta medalla de los Juegos en ciclismo en pista, el quinto oro, de los siete que se han entregado hasta el momento en el velódromo.
Al subir a lo más alto del podio por segunda vez en estos Juegos, Kenny sucedió como campeón olímpico de velocidad individual al líder de su equipo, Chris Hoy, que mañana luchará en el keirin por la séptima medalla olímpica de su carrera, un logro que tan solo otro británico ha logrado en la historia: el también ciclista Bradley Wiggins, esta misma semana en la contrarreloj en carretera.
Kenny y Hoy, junto a Philip Hindes, ya dejaron sin respiración a los espectadores del velódromo el pasado jueves, cuando batieron dos veces consecutivas el récord del mundo de velocidad para ganar con una autoridad incuestionable la medalla de oro.
La lección que está dando este verano el ciclismo británico se aplica asimismo a la categoría femenina: Victoria Pendleton deleitó esta tarde a unas gradas repletas de banderas británicas al superar en cuartos de final, sin forzar la máquina, a la bielorrusa Olga Panarina.
Si supera mañana a la alemana Kristina Vogel en las semifinales a primera hora de la tarde, Pendleton se medirá en la final o bien a la australiana Anna Meares, la única corredora que se ha mostrado capaz de hacer sombra a la británica en los últimos meses, o bien a la china Shuan Guo, que se ha mostrado en plena forma en Londres.
Más difícil será acercarse a la lucha por las medallas para la delegación española, que hoy vio cómo Leire Olaberría se alejaba de los primeros puestos en el omnium tras quedar apeada de la prueba de eliminación al séptimo paso por meta.
La guipuzcoana firmó la duodécima plaza en la tercera de las seis pruebas de la combinada, después de completar decimotercera la carrera por puntos de 20 kilómetros y sexta la primera prueba del día, la de vuelta rápida.
La corredora, de 35 años y bronce en Pekín 2008 en la carrera por puntos, afronta mañana las tres pruebas restantes del omnium: persecución individual, el "scratch" de 10 kilómetros y los 500 metros contra el cronómetro.
En su primer compromiso del martes, la guipuzcoana se medirá, en la cuarta manga de la persecución, a la neozelandesa Joanne Kiesanowsky, que le aventaja en un puesto, con un punto menos, en la clasificación general (30 puntos la neozelandesa por 31 la española).
En la última oportunidad para colgarse un metal al cuello en el velódromo, el español Juan Peralta saltará también a la pista para jugarse sus opciones en el keirin.
Entre los latinoamericanos, la cubana Lisandra Guerra se hizo hoy con un diploma olímpico, al firmar la sexta plaza en la prueba de velocidad individual.
Guerra se midió en cuartos de final a la China Guo, a la que ganó en la primera de las tres mangas de la serie, pero cayó sin embargo en los dos enfrentamientos posteriores.
En la carrera para determinar los puestos del quinto al octavo, ya con diploma olímpico asegurado, la cubana logró entrar segunda en la meta, solo por detrás de la lituana Simona Krupeckaite.