El atentado del Sinaí fuerza el cierre de los túneles entre Gaza y Egipto
A dos días del asesinato de 16 policías de frontera, El Cairo cierra las vías subterráneas que comunican al país con el territorio palestino
Ana Carbajosa
Jerusalén, El País
Los túneles que unen Gaza con Egipto y que constituyen una fuente de suministro crucial para la franja, han quedado sellados tras el atentado del domingo por la noche en el Sinaí egipcio. Un presunto grupo yihadista mató a 16 soldados egipcios cerca de la frontera de la franja de Gaza, robó vehículos y con uno de ellos consiguió después entrar en Israel, donde fue fulminado por la aviación israelí. Egipto ha prometido llevar la ley y el orden al caótico Sinaí. El miércoles, comenzó a taponar la red de pasadizos subterráneos por los que entran todo tipo de mercancías –desde personas y coches hasta fideos pasando por cemento-, según indicó una fuente oficial egipcia a la agencia Reuters. Israel acusa al movimiento islamista Hamás, al frente del Gobierno de Gaza, de utilizar los túneles para introducir armas la franja.
Por otro lado, las autoridades de la franja han decidido cerrar también de forma indefinida los túneles, según han explicado, por razones de seguridad. La idea es que si algún miembro del grupo armado que participó en el ataque tuviera intención de entrar o salir de Gaza no pudiera hacerlo. Con el cierre, el Gobierno islamista de Hamás envía además el mensaje a Israel de que la población de Gaza no tiene nada que ver con lo sucedido el domingo por la noche, a pesar de las acusaciones lanzadas por el Ejército egipcio. Los militares egipcios indicaron que los autores del atentado contaron con la complicidad de algún grupo armado en Gaza que, según explicaron, disparó morteros desde la franja en el momento del ataque. Hamás niega cualquier implicación palestina y acusa sin embargo a Israel de estar detrás del ataque. Sostiene el primer ministro de Gaza, Ismail Haniye que “el método utilizado en el ataque confirma algún tipo de implicación israelí con el objetivo de conseguir sus objetivos de seguridad y de crear tensión en la frontera con Egipto y destruir los esfuerzos conjuntos de poner fin al bloqueo de Gaza”.
La franja, un estrecho e hiperpoblado pedazo de territorio palestino, se encuentra sometido a un embargo israelí desde hace más de cinco años. El bloqueo impide salvo excepciones, la libre entrada y salida del más de millón y medio de personas y de las mercancías. El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, colaboró con los israelíes en el mantenimiento del embargo. Pero tras la caída del dictador el año pasado, el paso de Rafah, que une Gaza con Egipto, se abrió al tránsito de personas con ciertos permisos y bajo determinadas condiciones. El triunfo de los Hermanos Musulmanes en las presidenciales egipcias el pasado junio, colmó de esperanzas al Gobierno de Hamás de que sus socios ideológicos abrirían de par en par las puertas de Gaza. El atentado del Sinaí ha hecho saltar por los aires cualquier aspiración de normalidad en la frontera.
Ana Carbajosa
Jerusalén, El País
Los túneles que unen Gaza con Egipto y que constituyen una fuente de suministro crucial para la franja, han quedado sellados tras el atentado del domingo por la noche en el Sinaí egipcio. Un presunto grupo yihadista mató a 16 soldados egipcios cerca de la frontera de la franja de Gaza, robó vehículos y con uno de ellos consiguió después entrar en Israel, donde fue fulminado por la aviación israelí. Egipto ha prometido llevar la ley y el orden al caótico Sinaí. El miércoles, comenzó a taponar la red de pasadizos subterráneos por los que entran todo tipo de mercancías –desde personas y coches hasta fideos pasando por cemento-, según indicó una fuente oficial egipcia a la agencia Reuters. Israel acusa al movimiento islamista Hamás, al frente del Gobierno de Gaza, de utilizar los túneles para introducir armas la franja.
Por otro lado, las autoridades de la franja han decidido cerrar también de forma indefinida los túneles, según han explicado, por razones de seguridad. La idea es que si algún miembro del grupo armado que participó en el ataque tuviera intención de entrar o salir de Gaza no pudiera hacerlo. Con el cierre, el Gobierno islamista de Hamás envía además el mensaje a Israel de que la población de Gaza no tiene nada que ver con lo sucedido el domingo por la noche, a pesar de las acusaciones lanzadas por el Ejército egipcio. Los militares egipcios indicaron que los autores del atentado contaron con la complicidad de algún grupo armado en Gaza que, según explicaron, disparó morteros desde la franja en el momento del ataque. Hamás niega cualquier implicación palestina y acusa sin embargo a Israel de estar detrás del ataque. Sostiene el primer ministro de Gaza, Ismail Haniye que “el método utilizado en el ataque confirma algún tipo de implicación israelí con el objetivo de conseguir sus objetivos de seguridad y de crear tensión en la frontera con Egipto y destruir los esfuerzos conjuntos de poner fin al bloqueo de Gaza”.
La franja, un estrecho e hiperpoblado pedazo de territorio palestino, se encuentra sometido a un embargo israelí desde hace más de cinco años. El bloqueo impide salvo excepciones, la libre entrada y salida del más de millón y medio de personas y de las mercancías. El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, colaboró con los israelíes en el mantenimiento del embargo. Pero tras la caída del dictador el año pasado, el paso de Rafah, que une Gaza con Egipto, se abrió al tránsito de personas con ciertos permisos y bajo determinadas condiciones. El triunfo de los Hermanos Musulmanes en las presidenciales egipcias el pasado junio, colmó de esperanzas al Gobierno de Hamás de que sus socios ideológicos abrirían de par en par las puertas de Gaza. El atentado del Sinaí ha hecho saltar por los aires cualquier aspiración de normalidad en la frontera.