Dos golazos en la medianoche, Atlético sacó un empate ante Levante
Valencia, As
El segundo proyecto de Simeone en el Atlético de Madrid arrancó con un empate en el Ciudad de Valencia con cierta sensación de alivio para los colchoneros, porque hay bloque y buen juego, aunque también con un toque de sabor a hiel por dejar en el camino dos puntos en el arranque liguero. Óliver Torres y Kader debutaron en un partido que comenzó en domingo y terminó en lunes.
El Cholo, ante las sensibles bajas de Juanfran y Filipe Luis, dio una vuelta de tuerca a su esquema táctico y presentó una línea de tres en defensa, con Cata Díaz, Miranda y Godín, y dos laterales de largo recorrido, Silvio y Cebolla Rodríguez. En el Levante estaba por ver si el grupo de Juan Ignacio seguiría siendo una roca en Primera pese a la marcha de algunos de sus grandes puntales, caso de Koné.
Cuando apenas se llevaban cuatro minutos de partido, los locales se adelantaron por mediación de El Zhar. El marroquí aprovechó la tibieza de la defensa colchonera tras un córner y remató impecablemente desde la frontal, colocando el esférico lejos de Courtois, muy tapado por una nube de jugadores en su área. Era todo lo que necesitaba el Atlético para meterse en el partido, porque a raíz del tanto granota, el motor diseñado por el Cholo comenzó a funcionar.
Se puede decir que al Levante le vino mal su propio gol, porque lo quiso guardar bajo cuatro llaves cual avaro que atesora montañas de billetes. Esa circunstancia -acumulación de hombres en su propio campo, imposibilidad de dar más de dos pases seguidos...- la supo leer bien el Atlético, que comenzó a mover bien el balón de lado a lado, sobre todo apoyándose en sus laterales. Por cierto, el Cebolla dio en su debut todo lo que se podía esperar de él: mucho recorrido, coraje y entrega, pero en el costado derecho se notó y mucho la ausencia de Juanfran, porque Silvio fue incapaz de dar un solo pase bueno.
En el 13 de partido avisó Tiago con un buen remate de cabeza que se fue desviado por encima de la meta de Munúa. Arda Turan, uno de los mejores en el conjunto colchonero, asumió muy pronto los galones en la faceta ofensiva. Fue el turco el que despertó a una grada amodorrada por el calor y el horario nocturno con un cañonazo desde fuera del área que supuso el empate, a la postre definitivo. El tanto sirvió para romper la racha negativa del Atlético ante los granotas, ya que no marcaban en su estadio desde la temporada 2007/2008.
El gol del Atlético tampoco supuso un excesivo cambio de actitud en el Levante, que seguía empecinado en salir a la contra, aunque no era capaz de robar un solo balón, ya que siempre llegaba tarde en la presión. Ante esta tesitura, Courtois podía empezar a dar cabezadas en cualquier momento, pero Iborra borró de un plumazo esta idea con un auténtico obús desde fuera del área que se estampó contra el larguero (minuto 35).
Al día siguiente comenzó la segunda mitad. No es que ambos equipos se dieran por satisfechos con el empate, pero en cierto modo Levante y Atlético se dieron una tregua a base de introducir cambios durante los últimos 45 minutos. Los más notables fueron los que introdujo Simeone, que hizo debutar a Óliver Torres (minuto 64) y Kader (minuto 74). Al primero apenas se le pudieron ver destellos de lo que promete, pero Kader ofreció unos minutos de juego muy serios en la comprometida posición de lateral derecho, e incluso sirvió un precioso centro a Falcao que estuvo a punto de rematar el colombiano.
Precisamente, el Tigre no tuvo su noche, y jugó los 90 minutos adormilado, embutido en un imaginario pijama, acorde a las horas del encuentro. Tampoco estuvo nada fino Adrián, que parece no levantar cabeza desde los Juegos Olímpicos. El tanto de Arda se quedó corto, y a pesar del dominio del Atlético, los puntos de repartieron en la medianoche de Valencia.
El segundo proyecto de Simeone en el Atlético de Madrid arrancó con un empate en el Ciudad de Valencia con cierta sensación de alivio para los colchoneros, porque hay bloque y buen juego, aunque también con un toque de sabor a hiel por dejar en el camino dos puntos en el arranque liguero. Óliver Torres y Kader debutaron en un partido que comenzó en domingo y terminó en lunes.
El Cholo, ante las sensibles bajas de Juanfran y Filipe Luis, dio una vuelta de tuerca a su esquema táctico y presentó una línea de tres en defensa, con Cata Díaz, Miranda y Godín, y dos laterales de largo recorrido, Silvio y Cebolla Rodríguez. En el Levante estaba por ver si el grupo de Juan Ignacio seguiría siendo una roca en Primera pese a la marcha de algunos de sus grandes puntales, caso de Koné.
Cuando apenas se llevaban cuatro minutos de partido, los locales se adelantaron por mediación de El Zhar. El marroquí aprovechó la tibieza de la defensa colchonera tras un córner y remató impecablemente desde la frontal, colocando el esférico lejos de Courtois, muy tapado por una nube de jugadores en su área. Era todo lo que necesitaba el Atlético para meterse en el partido, porque a raíz del tanto granota, el motor diseñado por el Cholo comenzó a funcionar.
Se puede decir que al Levante le vino mal su propio gol, porque lo quiso guardar bajo cuatro llaves cual avaro que atesora montañas de billetes. Esa circunstancia -acumulación de hombres en su propio campo, imposibilidad de dar más de dos pases seguidos...- la supo leer bien el Atlético, que comenzó a mover bien el balón de lado a lado, sobre todo apoyándose en sus laterales. Por cierto, el Cebolla dio en su debut todo lo que se podía esperar de él: mucho recorrido, coraje y entrega, pero en el costado derecho se notó y mucho la ausencia de Juanfran, porque Silvio fue incapaz de dar un solo pase bueno.
En el 13 de partido avisó Tiago con un buen remate de cabeza que se fue desviado por encima de la meta de Munúa. Arda Turan, uno de los mejores en el conjunto colchonero, asumió muy pronto los galones en la faceta ofensiva. Fue el turco el que despertó a una grada amodorrada por el calor y el horario nocturno con un cañonazo desde fuera del área que supuso el empate, a la postre definitivo. El tanto sirvió para romper la racha negativa del Atlético ante los granotas, ya que no marcaban en su estadio desde la temporada 2007/2008.
El gol del Atlético tampoco supuso un excesivo cambio de actitud en el Levante, que seguía empecinado en salir a la contra, aunque no era capaz de robar un solo balón, ya que siempre llegaba tarde en la presión. Ante esta tesitura, Courtois podía empezar a dar cabezadas en cualquier momento, pero Iborra borró de un plumazo esta idea con un auténtico obús desde fuera del área que se estampó contra el larguero (minuto 35).
Al día siguiente comenzó la segunda mitad. No es que ambos equipos se dieran por satisfechos con el empate, pero en cierto modo Levante y Atlético se dieron una tregua a base de introducir cambios durante los últimos 45 minutos. Los más notables fueron los que introdujo Simeone, que hizo debutar a Óliver Torres (minuto 64) y Kader (minuto 74). Al primero apenas se le pudieron ver destellos de lo que promete, pero Kader ofreció unos minutos de juego muy serios en la comprometida posición de lateral derecho, e incluso sirvió un precioso centro a Falcao que estuvo a punto de rematar el colombiano.
Precisamente, el Tigre no tuvo su noche, y jugó los 90 minutos adormilado, embutido en un imaginario pijama, acorde a las horas del encuentro. Tampoco estuvo nada fino Adrián, que parece no levantar cabeza desde los Juegos Olímpicos. El tanto de Arda se quedó corto, y a pesar del dominio del Atlético, los puntos de repartieron en la medianoche de Valencia.