David Rudisha, oro olímpico y nuevo récord del mundo
Londres, EFE
David Lekuta Rudisha ganó el oro olímpico en los Juegos de Londres fulminando su propio récord mundial (hizo 1:40.91). El keniano, de 23 años, cogió desde el principio la cabeza de la prueba a la que puso un tren infernal. Pasó los 400 metros en 49.28, los 600 metros en 1:14.30 y ya ninguno de sus rivales fue capaz de cogerle una rueda que en estos instantes nadie en el mundo puede alcanzar. Rudisha marcó 1.40.91, un registro que tiene especial mérito al haber sido conseguido sin liebres y yendo en cabeza desde el principio. La plata se la llevó el también espectacular Nijel Amos, el campeón mundial júnior de Botswana que hizo el nuevo tope de su categoría (1.41.73),, y el bronce fue para el keniano Kitum (1.42.53). Fue la final más rápida de la historia.
David Rudisha suma este oro olímpico, a su título de campeón mundial y se convierte en el mejor especialista de todos los tiempos. El keniano ha revolucionado completamente los 800 corriéndolos, en lugar de cómo un mediofondista, como un velocista: en cabeza desde el principio y abandonando jamás el primer puesto. Está llamado a ser el primer hombre en la historia que baje de los 1:40.00, algo que hasta hace poco era de otro mundo, pero viendo su actuación en el Estadio Olímpico de Londres parece muy probable.
David Lekuta Rudisha ganó el oro olímpico en los Juegos de Londres fulminando su propio récord mundial (hizo 1:40.91). El keniano, de 23 años, cogió desde el principio la cabeza de la prueba a la que puso un tren infernal. Pasó los 400 metros en 49.28, los 600 metros en 1:14.30 y ya ninguno de sus rivales fue capaz de cogerle una rueda que en estos instantes nadie en el mundo puede alcanzar. Rudisha marcó 1.40.91, un registro que tiene especial mérito al haber sido conseguido sin liebres y yendo en cabeza desde el principio. La plata se la llevó el también espectacular Nijel Amos, el campeón mundial júnior de Botswana que hizo el nuevo tope de su categoría (1.41.73),, y el bronce fue para el keniano Kitum (1.42.53). Fue la final más rápida de la historia.
David Rudisha suma este oro olímpico, a su título de campeón mundial y se convierte en el mejor especialista de todos los tiempos. El keniano ha revolucionado completamente los 800 corriéndolos, en lugar de cómo un mediofondista, como un velocista: en cabeza desde el principio y abandonando jamás el primer puesto. Está llamado a ser el primer hombre en la historia que baje de los 1:40.00, algo que hasta hace poco era de otro mundo, pero viendo su actuación en el Estadio Olímpico de Londres parece muy probable.