Assad elogia a tropas sirias, no aparece en público

Aleppo, AFP
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, dijo el miércoles a sus tropas que su batalla contra los rebeldes determinaría el destino del país, pero su mensaje escrito no aportaba pistas sobre su paradero dos semanas después de un ataque contra su círculo más íntimo.

En Alepo, los rebeldes capturaron tres estaciones de policía mientras enfrentaban al Ejército por el control de distritos de importancia estratégica. Se oían explosiones y helicópteros armados cruzaban el cielo, mientras las fuerzas gubernamentales trataban de sacar a los insurgentes de la histórica ciudad y conservar uno de los principales centros de poder de Assad.

El presidente no ha hablado en público desde que la explosión de una bomba en Damasco el 18 de julio causó la muerte de cuatro de sus asesores de seguridad más próximos, aunque ha aparecido en televisión.

Sus últimas declaraciones aparecieron en un comunicado en una revista militar para conmemorar el día de las fuerzas armadas.

"El destino de nuestro pueblo y nuestra nación, pasado, presente y futuro, depende de esta batalla", dijo Assad, cuyo bajo perfil público sugiere una aguda preocupación sobre su seguridad desde el ataque con bomba en el que murió su cuñado.

Al enfrentarse a "bandas de terroristas delincuentes" -el término que usa el Gobierno de Damasco para referirse a los rebeldes- el Ejército demostró que tiene la "determinación y conciencia férreas y que son los depositarios de los valores del pueblo", declaró el presidente de 46 años.

Previamente, al menos 10 rondas de bombardeos encendieron el cielo oscurecido y ahogaron la llamada a la oración de los musulmanes. Vehículos cargados de combatientes rebeldes gritando "Dios es grande" se dirigían hacia la zona de combate. Se podía ver a helicópteros disparando sobre la ciudad.

El Programa Mundial de Alimentos dijo que enviaría suministros de emergencia a Alepo para impedir que empeore la situación humanitaria.

La guerra civil de Siria se ha intensificado desde el ataque del 18 de julio y los enfrentamientos envuelven a Damasco y Alepo por primera vez en los 17 meses de alzamiento contra la familia gobernante Assad.

Las dos ciudades son premios cruciales para ambos bandos en una lucha cada vez más brutal que ha eludido todos los intentos de una solución diplomática y que podría dar inicio a un enfrentamiento mayor.

EJECUCIONES SUMARIAS

Imágenes de video publicadas en internet y relatos de testigos apuntan a que los rebeldes estaban efectuando ejecuciones sumarias en Alepo del mismo modo que las fuerzas gubernamentales han sido acusadas de actuar en Damasco, donde el Ejército recuperó el control de la mayor parte de la ciudad.

Un video mostró a cuatro miembros no identificados de la milicia Shabiha a favor de Assad alineados contra una pared para ser ejecutados disparando rifles mientras otros coreaban "Dios es el más grande".

El viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Gennady Gatilov, dijo que las ejecuciones, a las que llamó una masacre, "confirman que ambas partes están realizando violaciones a los derechos humanos".

En otras imágenes, un camarógrafo filmó los cadáveres de unos 15 hombres que yacían en el suelo de una comisaría de policía. Un rebelde disparó contra el cadáver del comandante de la comisaría, volándole la cabeza. En ambos casos, el contenido de los videos no pudo ser verificado de manera inmediata.

En el pueblo de Azaz, al norte de Alepo, un rebelde relató cómo sus hombres ejecutaron a un francotirador que habían capturado, matándolo después de un "juicio" improvisado realizado junto a una tumba ya preparada.

"Lo llevamos hasta su tumba y, después de oír las declaraciones de testigos, lo matamos de un tiro", dijo el insurgente.

En una prueba de que la crisis podría agudizarse aún más, El Ejército de Turquía realizaba el miércoles maniobras con tanques militares cerca de la frontera con Siria, dijeron funcionarios turcos, en una medida que resalta la preocupación de Ankara sobre la seguridad en el sector limítrofe.

Los ejercicios se realizaron tras una serie de despliegues militares turcos en la zona debido a la escalada de violencia por la revuelta contra Assad. No hubo indicios de que los militares turcos hubieran cruzado la frontera.

Unos 25 tanques de la Brigada número 70 de Mardin tomaron parte en las maniobras militares, que fueron supervisadas por comandantes del distrito de Nusaybin, en la provincia de Mardin, apenas a 2 kilómetros de la frontera con Siria, informaron las agencias de noticias Dogan y la estatal Anatolian.

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