TOUR DE FRANCIA: Wiggins consolida su liderato al ganar la crono de Besanon
París, EFE
El británico Bradley Wiggins (Sky) dio un salto decisivo en el Tour de Francia al blindar su maillot amarillo alejando a Cadel Evans (BMC) en la general a casi 2 minutos, después de una exhibición en la contrarreloj de la novena etapa que se ha disputado entre Arc-Et-Senans y Besançon con un recorrido de 41,5 kilómetros.
Wiggins, de 32 años, arrasó en la primera cita importante con el cronometro y lideró también la fiesta del Sky, ya que su compañero y compatriota Chris Froome se mostró intratable con una segunda plaza a 35 segundos del jefe, desplazando al campeón olímpico "Espartaco" Fabian Cancellara (Radioshack) a la tercera, a 57 segundos del ganador.
El duelo Wiggins-Cadel Evans no tuvo color desde el inicio de la cronometrada. El australiano tendrá difícil revalidar el título, pues sólo pudo ser sexto, a 1.43 minutos, la misma diferencia que le endosó en la pasada Dauphiné. El líder del BMC no encontró el golpe de pedal e incluso fue superado por su compañero estadounidense Tejay Van Garderen y por el francés Sylvain Chavanel.
El vuelo rasante de Wiggins, que rodó a 48,4 kms/hora para conseguir su primera victoria en el Tour, endosó dos minutos a rivales como Vincenzo Nibali y Denis Menchov, mientras que el español Haimar Zubeldia se defendió con buena nota con un decimotercer puesto a 2.20, y además asume ya la jefatura de filas del Radioshack y peleará por la general, donde es sexto a 3.19.
Luis León Sánchez (Rabobank), campeón de España contrarreloj terminó a 3.08 de Wiggins y Alejandro Valverde (Movistar), desde hace días en caída libre, a 4.01.
Reconocimiento general a Wiggins, el ciclista del año antes del comienzo en Lieja y empeñado en demostrarlo en el Tour, su gran objetivo después de haber brillado en lo más alto en la pista, con tres títulos olímpicos y otros tantos mundiales en persecución.
"Wiggo" ha cumplido su objetivo con el reloj, y ahora continuará controlando la carrera con la enorme maquinaria de su equipo. Y lo hará con los rivales bien alejados. Cadel Evans le sigue a 1.53 minutos, su amigo Froome a 2.07, Nibali a 2.23 y Menchov a 3.03. Diferencias que marcan una clara tendencia británica.
El recorrido de la primera cronometrada larga del Tour era exigente, con un pequeño puerto de 3,4 kilómetros al 4,5 por ciento. La primera referencia esperada era la de Cancellara, favorito por derecho propio. El suizo desplazó a Tony Martin, el campeón del Mundo y fijo el crono en 52.21, marca a batir. Cerca de ese tiempo se quedó el estadounidense Tejay Van Garderen, mejor tiempo hasta entonces en todo el recorrido menos en meta, donde cruzó a 9 segundos.
Sólo "máquinas" a la altura de la "Locomotora de Berna" podrían cambiar el guión. Pero faltaban por salir la pareja atómica del Sky. Abrió camino Froome y marcó el mejor tiempo en el Km 16, 31 y en meta. El segundo en la Vuelta 2011 brilla en la montaña, ganó en la Planche des Belles Filles, y destaca en contrarreloj. Una joya de presente y futuro.
Mientras Evans se iba dejando tiempo, y el Tour en cada kilómetro, salió en último lugar, vestido de amarillo, Bradley Wiggins, que fue superando uno a uno los tiempos intermedios de Froome. Inamovible sobre la bicicleta, de una pieza, rodó a otro nivel, superior, subrayando su dominio y el de su equipo en un Tour que ya tiene a tiro. En Besançon. la ciudad de la relojería, puso en hora su cita con el primer escalón de París.
"Era muy importante reconocer el terreno e hicimos vídeos del recorrido porque era difícil. Mi posición en la bicicleta procede de la pista y además hemos trabajado mucho en el túnel de viento para mejorar la posición", dijo.
El trabajo de laboratorio va dando sus frutos. Wiggins lleva un año dorado, en el que se ha convertido en el primero en ganar la París/Niza, Tour de Romandía y Dauphiné en la misma temporada. En el Tour acaba de apuntarse la novena victoria del año, y lleva camino de convertirse en el primer británico de amarillo en la capital francesa en toda la historia de la carrera. Las cuentas le salen al líder del Sky, ahora más cerca del cielo. El Tour disfrutará este martes de la primera jornada de descanso, y el miércoles se reencuentra con la montaña, con el Grand Colombier en el trayecto.
El británico Bradley Wiggins (Sky) dio un salto decisivo en el Tour de Francia al blindar su maillot amarillo alejando a Cadel Evans (BMC) en la general a casi 2 minutos, después de una exhibición en la contrarreloj de la novena etapa que se ha disputado entre Arc-Et-Senans y Besançon con un recorrido de 41,5 kilómetros.
Wiggins, de 32 años, arrasó en la primera cita importante con el cronometro y lideró también la fiesta del Sky, ya que su compañero y compatriota Chris Froome se mostró intratable con una segunda plaza a 35 segundos del jefe, desplazando al campeón olímpico "Espartaco" Fabian Cancellara (Radioshack) a la tercera, a 57 segundos del ganador.
El duelo Wiggins-Cadel Evans no tuvo color desde el inicio de la cronometrada. El australiano tendrá difícil revalidar el título, pues sólo pudo ser sexto, a 1.43 minutos, la misma diferencia que le endosó en la pasada Dauphiné. El líder del BMC no encontró el golpe de pedal e incluso fue superado por su compañero estadounidense Tejay Van Garderen y por el francés Sylvain Chavanel.
El vuelo rasante de Wiggins, que rodó a 48,4 kms/hora para conseguir su primera victoria en el Tour, endosó dos minutos a rivales como Vincenzo Nibali y Denis Menchov, mientras que el español Haimar Zubeldia se defendió con buena nota con un decimotercer puesto a 2.20, y además asume ya la jefatura de filas del Radioshack y peleará por la general, donde es sexto a 3.19.
Luis León Sánchez (Rabobank), campeón de España contrarreloj terminó a 3.08 de Wiggins y Alejandro Valverde (Movistar), desde hace días en caída libre, a 4.01.
Reconocimiento general a Wiggins, el ciclista del año antes del comienzo en Lieja y empeñado en demostrarlo en el Tour, su gran objetivo después de haber brillado en lo más alto en la pista, con tres títulos olímpicos y otros tantos mundiales en persecución.
"Wiggo" ha cumplido su objetivo con el reloj, y ahora continuará controlando la carrera con la enorme maquinaria de su equipo. Y lo hará con los rivales bien alejados. Cadel Evans le sigue a 1.53 minutos, su amigo Froome a 2.07, Nibali a 2.23 y Menchov a 3.03. Diferencias que marcan una clara tendencia británica.
El recorrido de la primera cronometrada larga del Tour era exigente, con un pequeño puerto de 3,4 kilómetros al 4,5 por ciento. La primera referencia esperada era la de Cancellara, favorito por derecho propio. El suizo desplazó a Tony Martin, el campeón del Mundo y fijo el crono en 52.21, marca a batir. Cerca de ese tiempo se quedó el estadounidense Tejay Van Garderen, mejor tiempo hasta entonces en todo el recorrido menos en meta, donde cruzó a 9 segundos.
Sólo "máquinas" a la altura de la "Locomotora de Berna" podrían cambiar el guión. Pero faltaban por salir la pareja atómica del Sky. Abrió camino Froome y marcó el mejor tiempo en el Km 16, 31 y en meta. El segundo en la Vuelta 2011 brilla en la montaña, ganó en la Planche des Belles Filles, y destaca en contrarreloj. Una joya de presente y futuro.
Mientras Evans se iba dejando tiempo, y el Tour en cada kilómetro, salió en último lugar, vestido de amarillo, Bradley Wiggins, que fue superando uno a uno los tiempos intermedios de Froome. Inamovible sobre la bicicleta, de una pieza, rodó a otro nivel, superior, subrayando su dominio y el de su equipo en un Tour que ya tiene a tiro. En Besançon. la ciudad de la relojería, puso en hora su cita con el primer escalón de París.
"Era muy importante reconocer el terreno e hicimos vídeos del recorrido porque era difícil. Mi posición en la bicicleta procede de la pista y además hemos trabajado mucho en el túnel de viento para mejorar la posición", dijo.
El trabajo de laboratorio va dando sus frutos. Wiggins lleva un año dorado, en el que se ha convertido en el primero en ganar la París/Niza, Tour de Romandía y Dauphiné en la misma temporada. En el Tour acaba de apuntarse la novena victoria del año, y lleva camino de convertirse en el primer británico de amarillo en la capital francesa en toda la historia de la carrera. Las cuentas le salen al líder del Sky, ahora más cerca del cielo. El Tour disfrutará este martes de la primera jornada de descanso, y el miércoles se reencuentra con la montaña, con el Grand Colombier en el trayecto.