Rebeldes sirios controlan pasos fronterizos, combates en Alepo y Damasco
Damasco, AFP
La rebelión siria controlaba este sábado varios pasos fronterizos con Irak y Turquía, vitales para el suministro de armas, y se enfrentaba al ejército en Alepo (norte), nuevo frente abierto tras el estallido de la "batalla de Damasco", donde las fuerzas gubernamentales parecen haber retomado el control.
En el plano diplomático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inquieto por el "deterioro rápido" de la situación, consideró que el gobierno sirio fracasó en la protección de los civiles. La violencia dejó este sábado al menos 92 muertos, según una ONG siria.
Ban, que pidió a las autoridades que "pongan fin a las matanzas y el uso de armas pesadas contra las aglomeraciones", despachó a Damasco al subsecretario encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz, el diplomático francés Hervé Ladsous.
A pesar de la intensificación de los combates, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, instó a que se forme "rápidamente" un "gobierno provisional" "representativo de la diversidad de la sociedad siria".
Casi una semana de intensos combates en Damasco y un atentado contra los principales jefes del aparato de seguridad en el corazón de la capital han debilitado el poder del presidente Bashar al Asad.
Paralelamente, los rebeldes tomaron el control de varios puestos fronterizos con Turquía e Irak. En el este controlan dos de los tres principales pasos entre Irak y Siria, en Bukamal y Yaribiya.
En el norte, la rebelión controla desde el viernes uno de los doce pasos fronterizos con Turquía, el de Baba Al Hawa, que según un fotógrafo de la AFP estaba en manos de un grupo de combatientes procedentes de varios países musulmanes que dicen pertenecer a movimientos islamistas armados.
En cambio, en el sur, el Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por desertores y civiles armados, trató sin lograrlo de tomar el control de un paso con Jordania, según un responsable jordano.
En el oeste, la frontera con Líbano seguía bajo control del ejército regular.
En este momento en que se recrudecen los combates, los rebeldes necesitan más que nunca armas por lo que el control de las fronteras es vital para su suministro.
Tras un recrudecimiento de la violencia que culminó el jueves con más de 300 muertos, los combates dejaron este sábado al menos 92 muertos -41 civiles, 29 soldados y dos prisioneros- según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Doce civiles perecieron en Idleb (noroeste) y otros tantos en Damasco, la mayoría víctimas de los francotiradores.
Por segundo día consecutivo, la capital económica del país, Alepo (norte), es un campo de batalla, según opositores contactados por la AFP y el OSDH, que habla de "decenas de heridos".
Alepo, que había permanecido al margen, como Damasco, de la revuelta popular contra el régimen sirio, se ha movilizado en los últimos días.
Este nuevo frente se abrió el viernes tras el anuncio el martes por los rebeldes del comienzo de la "batalla de liberación" de Damasco.
El ejército, especialmente las fuerzas especiales y la Guardia republicana, lanzaron una contraofensiva en la capital que les permitió reconquistar el viernes el barrio de Midan tras violentos enfrentamientos.
Según el OSDH, se registraron intensos bombardeos en los barrios de Al Qadam y Al Asali y se oían tiroteos en el barrio residencial de Mazé (oeste de la capital).
Asimismo, cayeron obuses cerca del campo de refugiados palestinos de Yarmuk donde las escuelas de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos) albergan refugiados palestinos y sirios de los barrios colindantes que huyen de los combates.
Un habitante de Yarmuk, en los suburbios del sur de Damasco, dijo a la AFP que no había salido de su casa desde el miércoles "porque hay francotiradores emboscados en la entrada".
En Damasco, la situación era muy tensa el sábado, pero el tráfico era fluido, al iniciarse el mes de ayuno musulmán de ramadán.
"Desde hace unos días, voy corriendo a hacer las compras y vuelvo enseguida a esconderme en mi casa", explicó Suad, una madre de familia.
"Los comercios están cerrados y hay escasez de pan" en el barrio, explicó Abu Mohanad al Mazi, un militante contactado por la AFP a través de Skype.
En la ciudad rebelde de Homs, en el centro del país y capital de la revolución, varios barrios, entre ellos Jaldiyé, fueron bombardeados por el ejército que trata de tomar el control, contaron sus habitantes.
También se registró un motín en una cárcel de Homs en la madrugada de este sábado, pero las autoridades recuperaron el control del centro, con un saldo de dos detenidos muertos, según el OSDH.
Imagen divulgada por la cadena opositora Shaam News Network el 20 de julio muestra presuntos combatientes del opositor Ejército Sirio Libre en Saqba, a las afueras de Damasco. La AFP, no autorizada a cubrir los hechos, está usando imágenes de fuentes alternativas, por lo que no se responsabiliza de posibles alteraciones en su contenido, fecha o data, que no ha podido verificar por sí misma.
La rebelión siria controlaba este sábado varios pasos fronterizos con Irak y Turquía, vitales para el suministro de armas, y se enfrentaba al ejército en Alepo (norte), nuevo frente abierto tras el estallido de la "batalla de Damasco", donde las fuerzas gubernamentales parecen haber retomado el control.
En el plano diplomático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inquieto por el "deterioro rápido" de la situación, consideró que el gobierno sirio fracasó en la protección de los civiles. La violencia dejó este sábado al menos 92 muertos, según una ONG siria.
Ban, que pidió a las autoridades que "pongan fin a las matanzas y el uso de armas pesadas contra las aglomeraciones", despachó a Damasco al subsecretario encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz, el diplomático francés Hervé Ladsous.
A pesar de la intensificación de los combates, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, instó a que se forme "rápidamente" un "gobierno provisional" "representativo de la diversidad de la sociedad siria".
Casi una semana de intensos combates en Damasco y un atentado contra los principales jefes del aparato de seguridad en el corazón de la capital han debilitado el poder del presidente Bashar al Asad.
Paralelamente, los rebeldes tomaron el control de varios puestos fronterizos con Turquía e Irak. En el este controlan dos de los tres principales pasos entre Irak y Siria, en Bukamal y Yaribiya.
En el norte, la rebelión controla desde el viernes uno de los doce pasos fronterizos con Turquía, el de Baba Al Hawa, que según un fotógrafo de la AFP estaba en manos de un grupo de combatientes procedentes de varios países musulmanes que dicen pertenecer a movimientos islamistas armados.
En cambio, en el sur, el Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por desertores y civiles armados, trató sin lograrlo de tomar el control de un paso con Jordania, según un responsable jordano.
En el oeste, la frontera con Líbano seguía bajo control del ejército regular.
En este momento en que se recrudecen los combates, los rebeldes necesitan más que nunca armas por lo que el control de las fronteras es vital para su suministro.
Tras un recrudecimiento de la violencia que culminó el jueves con más de 300 muertos, los combates dejaron este sábado al menos 92 muertos -41 civiles, 29 soldados y dos prisioneros- según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Doce civiles perecieron en Idleb (noroeste) y otros tantos en Damasco, la mayoría víctimas de los francotiradores.
Por segundo día consecutivo, la capital económica del país, Alepo (norte), es un campo de batalla, según opositores contactados por la AFP y el OSDH, que habla de "decenas de heridos".
Alepo, que había permanecido al margen, como Damasco, de la revuelta popular contra el régimen sirio, se ha movilizado en los últimos días.
Este nuevo frente se abrió el viernes tras el anuncio el martes por los rebeldes del comienzo de la "batalla de liberación" de Damasco.
El ejército, especialmente las fuerzas especiales y la Guardia republicana, lanzaron una contraofensiva en la capital que les permitió reconquistar el viernes el barrio de Midan tras violentos enfrentamientos.
Según el OSDH, se registraron intensos bombardeos en los barrios de Al Qadam y Al Asali y se oían tiroteos en el barrio residencial de Mazé (oeste de la capital).
Asimismo, cayeron obuses cerca del campo de refugiados palestinos de Yarmuk donde las escuelas de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos) albergan refugiados palestinos y sirios de los barrios colindantes que huyen de los combates.
Un habitante de Yarmuk, en los suburbios del sur de Damasco, dijo a la AFP que no había salido de su casa desde el miércoles "porque hay francotiradores emboscados en la entrada".
En Damasco, la situación era muy tensa el sábado, pero el tráfico era fluido, al iniciarse el mes de ayuno musulmán de ramadán.
"Desde hace unos días, voy corriendo a hacer las compras y vuelvo enseguida a esconderme en mi casa", explicó Suad, una madre de familia.
"Los comercios están cerrados y hay escasez de pan" en el barrio, explicó Abu Mohanad al Mazi, un militante contactado por la AFP a través de Skype.
En la ciudad rebelde de Homs, en el centro del país y capital de la revolución, varios barrios, entre ellos Jaldiyé, fueron bombardeados por el ejército que trata de tomar el control, contaron sus habitantes.
También se registró un motín en una cárcel de Homs en la madrugada de este sábado, pero las autoridades recuperaron el control del centro, con un saldo de dos detenidos muertos, según el OSDH.
Imagen divulgada por la cadena opositora Shaam News Network el 20 de julio muestra presuntos combatientes del opositor Ejército Sirio Libre en Saqba, a las afueras de Damasco. La AFP, no autorizada a cubrir los hechos, está usando imágenes de fuentes alternativas, por lo que no se responsabiliza de posibles alteraciones en su contenido, fecha o data, que no ha podido verificar por sí misma.