Qué busca Raúl Castro en China
La Habana
Al igual que Cuba, China y Vietnam son sobrevivientes del naufragio del "socialismo real", pero estos dos últimos ya dejaron los botes salvavidas y navegan en barcos propios.
Las autoridades se cuidan hasta de mencionar la palabra "reforma" y solo hablan de un "ajuste", evitando cuestionar la esencia del modelo que rigió en la isla durante medio siglo.Cuba inicia un camino similar pero avanza lentamente y sin definir su rumbo con claridad.
Nadie sabe exactamente cuáles serán los temas que tratará el General-Presidente con sus colegas asiáticos. Difícilmente se filtrará algo, pero entre los principales intereses cubanos está encontrar la forma de dejar atrás la fase de sobrevivencia.º
Y, a pesar de los lazos económicos con Venezuela y de la proximidad política con Hugo Chávez, es en Asia donde La Habana busca su modelo socialista. Y lo más probable es que lo encuentre en Hanoi.
La exploración
El viaje del Presidente Raúl Castro es parte de un intenso flujo de contactos entre las tres naciones.
Fue precedido por la visita de líderes vietnamitas, del vicepresidente Xi Jinping -futuro máximo dirigente chino- y del artífice de las reformas cubanas, Marino Murillo.
La información oficial sobre el viaje ocupa apenas dos párrafos del periódico oficial, solo se comunica que visitará China y Vietnam y que lo acompañan Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros, y el canciller Bruno Rodríguez.
Semejante economía de palabras mantiene a la gente al margen del viaje.
Sin embargo, la mayoría de los cubanos especulan en la misma dirección, "busca una visión de cómo implantar la economía de mercado en Cuba", nos dice en una calle habanera Deyanira Rodríguez.
Abelardo Mena, curador del museo de Bellas Artes, le aseguró a BBC Mundo que no sabe qué temas tocará el Presidente en Asia pero cree que "puede tratarse de una misión exploratoria para analizar de primera mano la posible aplicación en Cuba del modelo de esos países".
La presencia china
Tanto China como Vietnam forman parte del salvavidas cubano. Pekín es el segundo socio comercial de Cuba con US$1.900 millones.
El transporte en Cuba funciona mayoritariamente con buses, automóviles y locomotoras chinos. También vienen de ese país los refrigeradores de bajo consumo y el resto de los millones de electrodomésticos que se repartieron a todas las familias cubanas.
Sin embargo, a pesar de la identificación ideológica, las relaciones bilaterales no son como las que existían con la Unión Soviética.
Pekín apoya a Cuba pero a la vez protege sus créditos garantizándolos con parte de las reservas de níquel cubano.
Las buenas relaciones de Cuba con América Latina la convierten en un puente ideal para invertir en una región no afectada por la crisis mundial.
De hecho un "ejercito" de jóvenes se entrena ya en la isla, miles de chinos estudian castellano en las afueras de La Habana.
Un viejo amigo
Con Vietnam las relaciones datan desde la guerra con Estados Unidos, son mucho más estrechas y tienen un fuerte carácter ideológico.
Cuba apoyó moral y prácticamente a los guerrilleros vietnamitas y también la reconstrucción.
En plena guerra, Fidel Castro visitó los territorios liberados del sur y Cuba mantuvo en la zona a un embajador. Brigadas de médicos cubanos atendían a los heridos en Hanói, mientras obreros e ingenieros colaboraban en la construcción de carreteras secretas.
Tras el fin de la guerra, La Habana envió cientos de técnicos, entre otros a asesorar en el cultivo del pez tilapia y del café.
Paradójicamente hoy Vietnam exporta US$2.000 millones en tilapias y también vende café, mientras Cuba tiene que importarlo, según explicó el propio Raúl Castro.
Pero los vietnamitas no fueron desagradecidos, son el primer vendedor de arroz de Cuba y más de una vez han enviado barcos enteros gratuitamente.
Buscan petróleo en aguas del Caribe y sus técnicos agrícolas asesoran a los campesinos cubanos.
La mirada cubana
Más que en el Socialismo del Siglo XXI proclamado por Chávez, el camino de Cuba parece ser el de sus socios vietnamitas.
Varias delegaciones de economistas y empresarios cubanos fueron enviadas a China y Vietnam para estudiar sus realidades socioeconómicas.
La mayoría de los especialistas cubanos coinciden en que Vietnam es mucho más cercano a Cuba que China, teniendo en cuenta la superficie del país, el número de habitantes, las características sociales, la estructura política y el conflicto con EE.UU.
La amistad e identificación ideológica no ha sido un obstáculo para que cada líder vietnamita con el que se encuentran les recuerde a los cubanos que si realmente quieren impulsar las reformas lo primero y más importante es cambiar de mentalidad.
Para llevar adelante una "Doi Moi" (renovación) como la que hizo despegar a Vietnam, las autoridades cubanas necesitarían dar pasos mucho más decididos para romper definitivamente con un modelo que ya demostró su ineficiencia económica.
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