Putin supervisa la construcción de la nueva generación de submarinos nucleares rusos
Severodvinsk, EP
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha supervisado este lunes el inicio de la construcción del Vladimir Prince, uno de los submarinos rusos de nueva generación diseñado para llevar uno de los nuevos y más poderosos misiles nucleares intercontinentales, el Bulava o Mace.
En la ceremonia de inauguración del cuarto submarino de este tipo, Putin ha advertido de que sus fuerzas navales deben proteger los intereses de los mejores productores de energía del océano Ártico.
"Creemos que nuestro país debe mantener su estatus como una de las potencias navales más importantes", ha dicho Putin en una reunión de comandantes navales y dirigentes del Gobierno realizada las instalaciones de la constructora Sevmash, en el norte de Rusia.
"En primer lugar, estamos hablando del desarrollo de la parte naval de nuestras fuerzas nucleares estratégicas, sobre el papel de la Armada en el mantenimiento de la paridad nuclear estratégica", ha dicho.
Putin pretende que los submarinos y los misiles que van a transportar sea la piedra angular de la marina rusa, que recibiera casi un cuarto de los 20.000 millones de rublos ( 506.000 millones de euros) para que sean gastados al final de la década.
Después de casi dos décadas caracterizadas por la falta de fondos, Rusia está tratando de modernizar sus fuerzas de combate y rediseñar su armamento. Putin ha dicho que tendrá ocho submarinos Borei en 2020, año en el que la Armada ya habrá recibido 51 nuevas naves.
Putin ha remarcado que la Armada protege los intereses de Moscú en la helada zona norte. "Obviamente, la marina es un instrumento para proteger los intereses económicos nacionales, en particular en regiones como el Ártico, donde se concentran algunos de los recursos biológicos más ricos del mundo".
Moscú tiene previsto presentar este año una reclamación para volver a dibujar el mapa del Ártico y dotarse de una franja de territorio más grande, que podría tener enormes depósitos de petróleo, gas y recursos minerales.
Rusia, Noruega, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca están en desacuerdo sobre cómo dividir el lecho marino del Ártico, que se cree que tiene 90.000 millones de barriles de petróleo y el 30 por ciento de los recursos mundiales de gas sin explotar, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Rusia ha dicho que gastarán millones de euros en estudios para probar que una cadena montañosa submarina --rica en petróleo, gas natural y depósitos minerales-- es parte de su propia masa continental euroasiática.
Canadá y Dinamarca rechazan esa afirmación, al asegurar que la formación geográfica, conocida como la cordillera de Lomonosov, que se extiende a través del mar Ártico, es una extensión geográfica de su propia tierra.
El proyecto de submarino Borei, que comenzó poco después de la caída de la Unión Soviética, estuvo detenido durante mucho tiempo por la escasez de dinero en efectivo y además, por los fallos en las pruebas del misil Bulava.
Los dos submarinos de clase Borei denominados 'Yuri Dolgoruki' y 'Alexander Nevsky' serán incorporados a las funciones de la Fuerza Naval rusa este verano, según dijo el ministro de Defensa, Anatoly Serdyukov, a principios de este año.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha supervisado este lunes el inicio de la construcción del Vladimir Prince, uno de los submarinos rusos de nueva generación diseñado para llevar uno de los nuevos y más poderosos misiles nucleares intercontinentales, el Bulava o Mace.
En la ceremonia de inauguración del cuarto submarino de este tipo, Putin ha advertido de que sus fuerzas navales deben proteger los intereses de los mejores productores de energía del océano Ártico.
"Creemos que nuestro país debe mantener su estatus como una de las potencias navales más importantes", ha dicho Putin en una reunión de comandantes navales y dirigentes del Gobierno realizada las instalaciones de la constructora Sevmash, en el norte de Rusia.
"En primer lugar, estamos hablando del desarrollo de la parte naval de nuestras fuerzas nucleares estratégicas, sobre el papel de la Armada en el mantenimiento de la paridad nuclear estratégica", ha dicho.
Putin pretende que los submarinos y los misiles que van a transportar sea la piedra angular de la marina rusa, que recibiera casi un cuarto de los 20.000 millones de rublos ( 506.000 millones de euros) para que sean gastados al final de la década.
Después de casi dos décadas caracterizadas por la falta de fondos, Rusia está tratando de modernizar sus fuerzas de combate y rediseñar su armamento. Putin ha dicho que tendrá ocho submarinos Borei en 2020, año en el que la Armada ya habrá recibido 51 nuevas naves.
Putin ha remarcado que la Armada protege los intereses de Moscú en la helada zona norte. "Obviamente, la marina es un instrumento para proteger los intereses económicos nacionales, en particular en regiones como el Ártico, donde se concentran algunos de los recursos biológicos más ricos del mundo".
Moscú tiene previsto presentar este año una reclamación para volver a dibujar el mapa del Ártico y dotarse de una franja de territorio más grande, que podría tener enormes depósitos de petróleo, gas y recursos minerales.
Rusia, Noruega, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca están en desacuerdo sobre cómo dividir el lecho marino del Ártico, que se cree que tiene 90.000 millones de barriles de petróleo y el 30 por ciento de los recursos mundiales de gas sin explotar, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Rusia ha dicho que gastarán millones de euros en estudios para probar que una cadena montañosa submarina --rica en petróleo, gas natural y depósitos minerales-- es parte de su propia masa continental euroasiática.
Canadá y Dinamarca rechazan esa afirmación, al asegurar que la formación geográfica, conocida como la cordillera de Lomonosov, que se extiende a través del mar Ártico, es una extensión geográfica de su propia tierra.
El proyecto de submarino Borei, que comenzó poco después de la caída de la Unión Soviética, estuvo detenido durante mucho tiempo por la escasez de dinero en efectivo y además, por los fallos en las pruebas del misil Bulava.
Los dos submarinos de clase Borei denominados 'Yuri Dolgoruki' y 'Alexander Nevsky' serán incorporados a las funciones de la Fuerza Naval rusa este verano, según dijo el ministro de Defensa, Anatoly Serdyukov, a principios de este año.