Pago de salarios desciende tensión en Sidi Bouzid, cuna de revuelta tunecina

Tunez, AFP
La tensión descendió este sábado en Sidi Bouzid, donde los obreros privados de sus salarios comenzaron a percibirlos tras los disturbios que sacudieron el jueves esta ciudad, cuna de la revuelta en Túnez, constató un corresponsal de la AFP.

Los trabajadores comenzaron a percibir sus salarios el viernes, después de que las autoridades hicieran llegar de urgencia dinero en efectivo a Sidi Bouzid, a la espera de establecer un pago por correo postal, indicaron responsables locales.

Por su parte, el gobierno anunció que los subsidios de los "obreros de construcción", destinadas a proporcionar un medio de subsistencia a los más desfavorecidos, se pagarían en todo el país antes de que terminara la semana.

Privados de su salario desde hace varias semanas, estos obreros reclamaron lo que se les adeudaba pacíficamente antes de protestar violentamente el jueves, provocando enfrentamientos con las fuerzas del orden.

La cantidad asignada en Sidi Bouzid para las cerca de 12.000 personas inscritas en la lista de "obreros de construcción" se eleva a 2,4 millones de dinares (1,2 millones de euros).

De 13.000 personas en 2010, el número de tunecinos inscritos en esta lista pasó a 60.000 y después a 100.000 en 2012 con un presupuesto de unos 150 millones de dinares (75 millones de euros).

Los expertos critican este sistema de empleo casi ficticio.

"Es un cáncer dejado por el gobierno precedente. Algunos lo necesitan, pero otros han abusado", explicó a la AFP Moncef Cheikhruhu, economista y vicepresidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Constituyente.

Duplicado por el actual gobierno islamista, el salario de los obreros de la construcción se sitúa en torno a los 230 dinares (115 euros) mensuales por 30 días de trabajo completos.

Docenas de manifestantes queman contenedores ante la sede del gobierno regional en Sidi Bouzid, este jueves. La tensión descendió este sábado en Sidi Bouzid, donde los obreros privados de sus salarios comenzaron a percibirlos tras los disturbios que sacudieron el jueves esta ciudad, cuna de la revuelta en Túnez, constató un corresponsal de la AFP.

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