Mujeres de voleibol de playa usan bikinis con orgullo
Londres, Reuters
La cobertura del voleibol de playa por parte de medios británicos en la previa de los Juegos Olímpicos de Londres se enfocó en si las jugadoras deberían usar bikinis en caso de lluvia y si eso le quitaría atractivo.
En principio, actitudes como esa ponen a las deportistas mujeres en una situación de clara desventaja: tienen que ser atractivas para darse a conocer pero no son tomadas en serio como deportistas porque son atractivas.
Pero las principales voleibolistas mujeres se sienten cómodas en bikini, aman la cultura playera que dio nacimiento a su deporte y se enorgullecen de sus físicos atléticos.
"El cuerpo femenino es una obra maestra. A todos les gusta mirarlo, especialmente en dinámica, en el deporte atlético", dijo Natalie Cook, campeona olímpica en Sídney 2000 y primera mujer australiana que compite en cinco Juegos.
Sus logros serían suficientes para ganar respeto y hasta reverencia, en la mayoría de los deportes, pero Cook todavía sigue recibiendo preguntas sobre los bikinis. ¿Le molesta?
"Estoy bien con eso. Es el único deporte en el que las mujeres dominan. Si eso empieza por el bikini, bien", declaró la australiana a Reuters.
Siendo un deporte de alto ritmo en el que equipos de dos integrantes saltan, corren y se lanzan a la arena, toman decisiones tácticas en fracciones de segundo mientras intentan pasar la pelota al otro lado de la red o bloquear un potente ataque con las palmas de sus manos, el voleibol de playa es un gran espectáculo.
El deporte mismo no se toma a sí mismo demasiado en serio. Música pop suena por los parlantes entre cada punto y durante los descansos de los jugadores los espectadores son entretenidos por bailarines vestidos con ropa de playa.
Las mejores jugadoras no niegan que el atractivo de sus sudados cuerpos en bikini aumenta audiencias, genera interés mediático e impulsa las ganancias por publicidad.
"Así es como nos vemos. Así es como somos. Lo que ven es lo que hay. No hay nada escondido", declaró la estadounidense Misty May-Treanor, que junto a su compañera Kerri Walsh ganó el oro olímpico en Atenas 2004 y Pekín 2008.
ELECCION PRACTICA
La mayor parte de las mejores voleibolistas provienen de lugares como Brasil, California o Australia, donde hay una fuerte cultura playera y usar bikinis es algo habitual. Es una elección práctica para un deporte que se juega descalzo en la arena y con calor, dicen las jugadoras.
La brasileña Juliana Felisberta, campeona mundial y gran favorita a ganar el oro en Londres, parece aceptar con gusto el humor con tintes sexuales que rodea al deporte.
En una conferencia de prensa previa a los Juegos, Felisberta habló apasionadamente de su sueño de enfrentar a May-Treanor en la final olímpica, además de hacer varias bromas acerca de qué jugadores -hombres y mujeres- tenían los mejores cuerpos.
"Es un deporte realmente interesante y los jugadores tienen cuerpos hermosos", remarcó la extrovertida brasileña.
Sin embargo, gente que no está involucrada en el voleibol de playa parece indignada por cómo las proezas deportivas son trivializadas por las constantes insinuaciones sexuales.
En una protesta contra la discriminación de género en el deporte realizada el miércoles en Londres, delegados dijeron que las mujeres eran convertidas en objetos sexuales.
"Están usando los cuerpos femeninos como algo sexual. Todo se trata de dinero. Hacen parecer a las mujeres como objetos, es un claro caso de sexismo", señaló Annie Sugier, portavoz de la Liga Internacional de Derechos de las Mujeres.
Las jugadoras dicen que la gente puede venir por los bikinis, pero que se quedan por lo que significa el deporte.
"Una vez que ven el atletismo de nuestro deporte, se quedan enganchados", remarcó la estadounidense April Ross.
La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) fue criticada por años por la obligatoriedad de los trajes de baño para mujeres durante los torneos de playa.
Las reglas cambiaron en marzo y las mujeres ahora tienen permitido usar pantalones cortos con tops o un traje de baño de cuerpo entero. La FIVB dijo que la decisión se tomó para respetar las diferentes costumbres y creencias religiosas.
"Queremos que las mujeres de todas las religiones y todas en el mundo puedan jugar nuestro deporte, y que no lo puedan hacer por el atuendo no está bien para nosotras", manifestó Jennifer Kessy, compañera de equipo de Ross.
"No jugaremos en pantalones cortos porque no es cómodo, pero para otras creemos que está bien", agregó.
La cobertura del voleibol de playa por parte de medios británicos en la previa de los Juegos Olímpicos de Londres se enfocó en si las jugadoras deberían usar bikinis en caso de lluvia y si eso le quitaría atractivo.
En principio, actitudes como esa ponen a las deportistas mujeres en una situación de clara desventaja: tienen que ser atractivas para darse a conocer pero no son tomadas en serio como deportistas porque son atractivas.
Pero las principales voleibolistas mujeres se sienten cómodas en bikini, aman la cultura playera que dio nacimiento a su deporte y se enorgullecen de sus físicos atléticos.
"El cuerpo femenino es una obra maestra. A todos les gusta mirarlo, especialmente en dinámica, en el deporte atlético", dijo Natalie Cook, campeona olímpica en Sídney 2000 y primera mujer australiana que compite en cinco Juegos.
Sus logros serían suficientes para ganar respeto y hasta reverencia, en la mayoría de los deportes, pero Cook todavía sigue recibiendo preguntas sobre los bikinis. ¿Le molesta?
"Estoy bien con eso. Es el único deporte en el que las mujeres dominan. Si eso empieza por el bikini, bien", declaró la australiana a Reuters.
Siendo un deporte de alto ritmo en el que equipos de dos integrantes saltan, corren y se lanzan a la arena, toman decisiones tácticas en fracciones de segundo mientras intentan pasar la pelota al otro lado de la red o bloquear un potente ataque con las palmas de sus manos, el voleibol de playa es un gran espectáculo.
El deporte mismo no se toma a sí mismo demasiado en serio. Música pop suena por los parlantes entre cada punto y durante los descansos de los jugadores los espectadores son entretenidos por bailarines vestidos con ropa de playa.
Las mejores jugadoras no niegan que el atractivo de sus sudados cuerpos en bikini aumenta audiencias, genera interés mediático e impulsa las ganancias por publicidad.
"Así es como nos vemos. Así es como somos. Lo que ven es lo que hay. No hay nada escondido", declaró la estadounidense Misty May-Treanor, que junto a su compañera Kerri Walsh ganó el oro olímpico en Atenas 2004 y Pekín 2008.
ELECCION PRACTICA
La mayor parte de las mejores voleibolistas provienen de lugares como Brasil, California o Australia, donde hay una fuerte cultura playera y usar bikinis es algo habitual. Es una elección práctica para un deporte que se juega descalzo en la arena y con calor, dicen las jugadoras.
La brasileña Juliana Felisberta, campeona mundial y gran favorita a ganar el oro en Londres, parece aceptar con gusto el humor con tintes sexuales que rodea al deporte.
En una conferencia de prensa previa a los Juegos, Felisberta habló apasionadamente de su sueño de enfrentar a May-Treanor en la final olímpica, además de hacer varias bromas acerca de qué jugadores -hombres y mujeres- tenían los mejores cuerpos.
"Es un deporte realmente interesante y los jugadores tienen cuerpos hermosos", remarcó la extrovertida brasileña.
Sin embargo, gente que no está involucrada en el voleibol de playa parece indignada por cómo las proezas deportivas son trivializadas por las constantes insinuaciones sexuales.
En una protesta contra la discriminación de género en el deporte realizada el miércoles en Londres, delegados dijeron que las mujeres eran convertidas en objetos sexuales.
"Están usando los cuerpos femeninos como algo sexual. Todo se trata de dinero. Hacen parecer a las mujeres como objetos, es un claro caso de sexismo", señaló Annie Sugier, portavoz de la Liga Internacional de Derechos de las Mujeres.
Las jugadoras dicen que la gente puede venir por los bikinis, pero que se quedan por lo que significa el deporte.
"Una vez que ven el atletismo de nuestro deporte, se quedan enganchados", remarcó la estadounidense April Ross.
La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) fue criticada por años por la obligatoriedad de los trajes de baño para mujeres durante los torneos de playa.
Las reglas cambiaron en marzo y las mujeres ahora tienen permitido usar pantalones cortos con tops o un traje de baño de cuerpo entero. La FIVB dijo que la decisión se tomó para respetar las diferentes costumbres y creencias religiosas.
"Queremos que las mujeres de todas las religiones y todas en el mundo puedan jugar nuestro deporte, y que no lo puedan hacer por el atuendo no está bien para nosotras", manifestó Jennifer Kessy, compañera de equipo de Ross.
"No jugaremos en pantalones cortos porque no es cómodo, pero para otras creemos que está bien", agregó.