Las reformas de Obama pierden respaldo entre los electores estadounidenses
El 55% de los ciudadanos prefiere revocar la reforma sanitaria, una de las políticas más emblemáticas de la presidencia de Obama
Cristina F. Pereda
Washington, El País
La mayoría de los ciudadanos norteamericanos considera que Estados Unidos ha empeorado desde que Obama llegara a la Casa Blanca en enero de 2009, según una encuesta revelada este lunes. A tan sólo 100 días para las próximas elecciones presidenciales, el candidato demócrata deberá convencer a los votantes de que su labor en estos últimos años logrará recuperar la economía y acometer el cambio que prometió en su campaña electoral anterior.
Según la última encuesta comisionada por la publicación The Hill, el 56% de los votantes defiende que el mandato de Obama ha transformado EE UU de manera negativa, frente a un 35% que creen que ha mejorado gracias a su liderazgo. Pocos dudan del impacto del presidente en el rumbo del país, ya que un 68% del electorado, independientemente de si respaldan la labor del mandatario o no, afirma que la nación ha cambiado desde enero de 2009.
El rechazo hacia el presidente es aún mayor por parte de los votantes del Partido Republicano, de los que un 91% defiende que Obama ha deteriorado la situación en EE UU, frente a un 71% de Demócratas que respaldan la dirección tomada bajo su mandato. Sin embargo, las dificultades del presidente para convencer al electorado llegan hasta su propio partido, ya que uno de cada cinco seguidores del Partido Demócrata declara que la situación se ha agravado gracias a Obama.
La encuesta de The Hill, elaborada a comienzos del mes de julio, refleja también la división entre los ciudadanos en los días posteriores a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la reforma sanitaria, una de las políticas más significativas de la Administración. Entre los votantes de centro, el 40% defiende que EE UU está en una mejor situación hoy gracias al candidato demócrata, mientras que un 42% dice lo contrario. El presidente sigue conservando el apoyo de los más liberales, según el sondeo, ya que el 82% de ellos estima que la situación ha mejorado.
La situación actual de EE UU, marcado por la lenta recuperación económica, puede convertir las próximas elecciones en un referéndum sobre el papel realizado por Obama durante estos cuatro años. Los norteamericanos consideran que las prioridades del próximo presidente deberían estar lideradas por la creación de empleo, la eliminación de la corrupción en el gobierno federal y una reducción de su presupuesto, según los resultados de otro sondeo revelado este lunes por la organización Gallup. Los ciudadanos sitúan entre sus últimas preferencias asuntos como la subida de impuestos a los más ricos, uno de los temas en los que más ha insistido el demócrata tanto en la campaña como en los últimos dos años y que podría no resonar lo suficiente entre el electorado.
Otro de los logros que han marcado la presidencia de Obama, la reforma sanitaria, y que recibió además el respaldo del Tribunal Supremo a finales de junio, también se queda fuera de las prioridades de los votantes. Mientras que un 92% de los encuestados alegaron que es “extremadamente importante” que el próximo residente en la Casa Blanca logre impulsar la creación de empleo, un 86% apuesta por la lucha contra el terrorismo y otras amenazas internacionales, un 83% prefiere que se mejoren las escuelas públicas y otro 74% que la atención sanitaria sea accesible y asequible para todos los ciudadanos, relegando este asunto al quinto lugar.
Obama podría encontrar dificultades para ganar las elecciones si su rival logra convertirlas en un referéndum sobre sus políticas económicas y sociales, tal y como muestra el reciente sondeo de Rasmussen. Un 55% de los ciudadanos estarían a favor de revocar la reforma sanitaria -coincidiendo con una de las principales propuestas de Romney- y de ellos el 41% defiende “enérgicamente” que se cambie la legislación. Por el contrario, apenas un 39% defiende que se mantenga.
A pesar de la división en torno a la labor del presidente, un 89% de los votantes coincide en que la elección entre Obama y Romney tendrá un impacto importante en el futuro de EE UU y otro 50% defiende que la llegada del candidato republicano a la Casa Blanca aportaría un cambio “significativo” al país.
Los seguidores de uno y otro candidato afirman que la creación de empleo es la segunda prioridad más importante de cara a la próxima presidencia. Sin embargo, los defensores de Obama sitúan como primer asunto de su agenda la atención sanitaria -tanto la reducción de sus costes como la facilidad de acceso para los ciudadanos- mientras que los de Romney prefieren reducir el déficit del presupuesto federal.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
La mayoría de los ciudadanos norteamericanos considera que Estados Unidos ha empeorado desde que Obama llegara a la Casa Blanca en enero de 2009, según una encuesta revelada este lunes. A tan sólo 100 días para las próximas elecciones presidenciales, el candidato demócrata deberá convencer a los votantes de que su labor en estos últimos años logrará recuperar la economía y acometer el cambio que prometió en su campaña electoral anterior.
Según la última encuesta comisionada por la publicación The Hill, el 56% de los votantes defiende que el mandato de Obama ha transformado EE UU de manera negativa, frente a un 35% que creen que ha mejorado gracias a su liderazgo. Pocos dudan del impacto del presidente en el rumbo del país, ya que un 68% del electorado, independientemente de si respaldan la labor del mandatario o no, afirma que la nación ha cambiado desde enero de 2009.
El rechazo hacia el presidente es aún mayor por parte de los votantes del Partido Republicano, de los que un 91% defiende que Obama ha deteriorado la situación en EE UU, frente a un 71% de Demócratas que respaldan la dirección tomada bajo su mandato. Sin embargo, las dificultades del presidente para convencer al electorado llegan hasta su propio partido, ya que uno de cada cinco seguidores del Partido Demócrata declara que la situación se ha agravado gracias a Obama.
La encuesta de The Hill, elaborada a comienzos del mes de julio, refleja también la división entre los ciudadanos en los días posteriores a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la reforma sanitaria, una de las políticas más significativas de la Administración. Entre los votantes de centro, el 40% defiende que EE UU está en una mejor situación hoy gracias al candidato demócrata, mientras que un 42% dice lo contrario. El presidente sigue conservando el apoyo de los más liberales, según el sondeo, ya que el 82% de ellos estima que la situación ha mejorado.
La situación actual de EE UU, marcado por la lenta recuperación económica, puede convertir las próximas elecciones en un referéndum sobre el papel realizado por Obama durante estos cuatro años. Los norteamericanos consideran que las prioridades del próximo presidente deberían estar lideradas por la creación de empleo, la eliminación de la corrupción en el gobierno federal y una reducción de su presupuesto, según los resultados de otro sondeo revelado este lunes por la organización Gallup. Los ciudadanos sitúan entre sus últimas preferencias asuntos como la subida de impuestos a los más ricos, uno de los temas en los que más ha insistido el demócrata tanto en la campaña como en los últimos dos años y que podría no resonar lo suficiente entre el electorado.
Otro de los logros que han marcado la presidencia de Obama, la reforma sanitaria, y que recibió además el respaldo del Tribunal Supremo a finales de junio, también se queda fuera de las prioridades de los votantes. Mientras que un 92% de los encuestados alegaron que es “extremadamente importante” que el próximo residente en la Casa Blanca logre impulsar la creación de empleo, un 86% apuesta por la lucha contra el terrorismo y otras amenazas internacionales, un 83% prefiere que se mejoren las escuelas públicas y otro 74% que la atención sanitaria sea accesible y asequible para todos los ciudadanos, relegando este asunto al quinto lugar.
Obama podría encontrar dificultades para ganar las elecciones si su rival logra convertirlas en un referéndum sobre sus políticas económicas y sociales, tal y como muestra el reciente sondeo de Rasmussen. Un 55% de los ciudadanos estarían a favor de revocar la reforma sanitaria -coincidiendo con una de las principales propuestas de Romney- y de ellos el 41% defiende “enérgicamente” que se cambie la legislación. Por el contrario, apenas un 39% defiende que se mantenga.
A pesar de la división en torno a la labor del presidente, un 89% de los votantes coincide en que la elección entre Obama y Romney tendrá un impacto importante en el futuro de EE UU y otro 50% defiende que la llegada del candidato republicano a la Casa Blanca aportaría un cambio “significativo” al país.
Los seguidores de uno y otro candidato afirman que la creación de empleo es la segunda prioridad más importante de cara a la próxima presidencia. Sin embargo, los defensores de Obama sitúan como primer asunto de su agenda la atención sanitaria -tanto la reducción de sus costes como la facilidad de acceso para los ciudadanos- mientras que los de Romney prefieren reducir el déficit del presupuesto federal.